La danza macabra era un tópico dominante en la baja Edad Media. En una época de pestes, cismas religiosos y guerras, era una composición en verso que imaginaba a la muerte, habitualmente personificada como un esqueleto, que se llevaba a personas de todo el espectro social (de campesinos a obispos y reyes) para bailar alrededor de una tumba. Una recreación simbólica y aterradora del inexorable fin de los placeres mundanos.
Danse Macabre (Danza Macabra) es además el nombre del disco que los ingleses Duran Duran, exitosos cultores del pop británico, acaban de publicar. Como en aquellas composiciones del medioevo, el decimosexto largaduración de su extensa y acontecida carrera, tiene algún guiño a la oscuridad, aunque en un tono decididamente más optimista. “El álbum se basa en el periodo de Halloween y la celebración de todas las cosas un poco más oscuras de la vida -explica a Culto el tecladista y cofundador del grupo, Nick Rhodes-. Creo que Halloween tiene algo de alegre. En la vida siempre hay luz y oscuridad, todos equilibramos eso de alguna manera. Creo que en los discos de Duran Duran, hasta la fecha, hemos intentado mantener ese equilibrio. Para este disco, pensamos que sería divertido celebrar el humor negro y el periodo en torno a Halloween”.
En rigor el título llegó antes que el álbum. Rhodes lo había consignado en su libreta de apuntes, junto a otras opciones como Memento Mori, pero este ya fue usado por Depeche Mode este año. Una vez decidido, el grupo decidió crear una canción con ese nombre. Así comenzó a tomar forma el disco. “Entramos en el estudio para grabar nuevo material, y lo primero que hicimos fue decir: ‘¿Escribimos la canción que da título al disco?’ Simon (Le Bon, cantante) tuvo una idea muy visual para una letra sobre la fiesta de Halloween más loca. Y así nació la canción principal”.
De alguna forma, el álbum es una suerte de banda sonora de una desatada fiesta de Halloween. Aunque incluye nuevo material, también ofrece versiones actualizadas de tres canciones del catálogo de Duran Duran: Love Voodoo (1993), Night Boat (1981) y Secret Oktober 31st, originalmente un lado B del sencillo Union of the Snake (1983), que por primera vez llega a un álbum de estudio del grupo. “Elegimos canciones de nuestro catálogo que creíamos que encajaban en el ambiente -explica Nick Rhodes-. Eran todas canciones antiguas, así que pensamos que cuatro décadas después podíamos reimaginarlas y hacerles una versión con un estilo diferente. Supongo que es como hacer versiones de nuestras propias canciones. Tuve algunas ideas para ellas, sobre todo para Secret Oktober y Night Boat, para reimaginarlas de una forma un poco más orquestada. Fue divertido hacerlo porque no es muy frecuente que repasemos material. De hecho, hemos estado tocando cosas como Night Boat en los shows. Tocamos la nueva versión. Es como tocar una canción nueva”.
¿Y cuál es la diferencia al trabajar ese antiguo material, en este punto de su carrera, a cuando lo hicieron hace 30/40 años?
Creo que la diferencia con rehacer canciones antiguas es una: conservamos la letra, la melodía y la mayoría de las estructuras de acordes, aunque yo cambié un poco algunos acordes. Pero como eso ya estaba ahí, es mucho más rápido de trabajar que escribir una canción completamente nueva. Teníamos poco tiempo y basamos todo el álbum en un concierto de Halloween que hicimos en Las Vegas el 31 de octubre del año pasado. Para eso, nos aprendimos un montón de versiones y tocamos todas nuestras canciones que pensamos que podrían encajar en eso, incluyendo Night Boat y Secret October. Cuando terminamos el concierto, todo el mundo dijo: ‘Vaya, ha sido increíble’. Realmente lo conseguimos, porque habíamos aprendido unas 14 canciones nuevas sólo para un concierto. Después del concierto, dijimos: ‘Bueno, ya nos sabemos las canciones ¿por qué no vamos al estudio, las grabamos y hacemos un álbum?’. Parecía una idea extraña porque había algunas versiones y algunas canciones antiguas. Ahí pensamos que podíamos hacer un par de canciones nuevas. Pero en realidad teníamos poco tiempo porque estábamos de gira y necesitábamos que el álbum saliera antes de Halloween para que tuviera sentido. A veces los artistas, cuando tocan sus canciones en directo, las retocan y obtienes una versión diferente. Quizá alguien haya hecho algo más acústico o algo más electrónico o lo que sea. Supongo que no es tan diferente, pero yo sólo quería cambiar el ambiente y los paisajes sonoros. Cada persona de la banda aportó su visión sobre lo que debería ser ahora.
Lo del aporte de cada persona de la banda, hay que tomarlo casi literal. Como miraron hacia temas del pasado, pensaron en buscar a los que estuvieron allí. Para Danse Macabre, el grupo pudo contar con el concurso de dos exintegrantes; Andy Taylor y Warren Cuccurullo. El primero se unió por primera vez como guitarrista a Duran Duran en 1980, donde aportó como coautor en canciones de los tres primeros discos de estudio: Duran Duran (1981), Rio (1982) y Seven and the Ragged Tiger (1983). Luego dejó al grupo para emprender una carrera en solitario. Dieciséis años más tarde regresó para grabar el disco Astronaut (2004), pero volvió a salir de la formación en 2006. En el caso de Cuccurullo, fue quien tomó el puesto de Taylor. Participó en todos los discos de la banda, desde 1989 hasta el 2000.
“Fue genial tenerlos a los dos de nuevo a bordo -explica Rhodes-. Mira, hemos tenido muchos guitarristas diferentes tocando con nosotros a lo largo de los años, pero los guitarristas significativos son sin duda Andy Taylor y luego Warren Cuccurullo durante 15 años. Entre medio, Nile Rogers tocó en algunas canciones con nosotros y también está en el álbum. Y en los últimos 17 o 18 años, para nuestros directos, hemos trabajado con un guitarrista llamado Don Brown, que también aparece en el álbum en un par de temas. Nos pareció un equilibrio increíble y algo bastante maravilloso que toda esta gente formara parte del mismo álbum. Andy tocó en la mayoría de los temas. Tocó en todas las canciones originales de Duran Duran en las que participó, además de en algunas versiones y en una canción nueva, Black Moonlight. Warren tocó en la canción en la que estuvo, Love Voodoo, y también en Danse Macabre. Su guitarra es increíble, ¿qué puedo decir? Elegimos bien”.
Elegir a Billie Eilish
El nuevo álbum también incluye versiones. Una selección ecléctica en que figuran Paint It Black de The Rolling Stones; Spellbound de Siouxsie and the Banshees; Supernature de Cerrone; Ghost Town de The Specials; Psycho Killer de Talking Heads, que cuenta con la participación de Victoria de Angelis, la bajista de los rockeros italianos Måneskin (y por coincidencia, una admiradora de Tina Weymouth, la bajista de los Talking Heads); y un tema más actual, Bury a Friend de la estrella juvenil, Billie Eilish. Un guiño al momento pero además, un interés claro por llegar a nuevas audiencias.
“Miramos el tracklist y, por supuesto, incluía un montón de versiones de cuando éramos niños, cosas como Psycho Killer, Spellbound, Superstructure, canciones que siempre nos han gustado. Pero también nos encanta la música nueva. Estábamos pensando, bueno, ¿qué encaja? No queríamos hacer algo del año pasado, sino algo de los últimos cuatro o cinco años. Soy un gran fan de Billie Eilish. Creo que su primer álbum fue uno de los debuts más impresionantes de un artista nuevo en mucho tiempo. Cuando un querido amigo me presentó su música, me quedé bastante sorprendido. Pensamos que podíamos hacer una versión muy diferente. Muchas de las versiones somos simplemente nosotros tocando la canción, no son radicalmente diferentes de las originales porque nos encantan tal y como eran. Creo que existe la creencia errónea de que la versión tiene que ser mejor que la original o no tiene sentido, pero yo no creo que sea necesariamente así. Los originales de todas estas canciones que elegimos son geniales. Lo que hacíamos era tocar nuestra versión y presentarla a otro tipo de público. Lo mismo ocurre con la de Billie Eilish. Sospecho que mucho de nuestro público probablemente conoce la canción Psycho Killer, pero quizá no la de Billie Eilish. Fue un reto y le dio una perspectiva diferente”.
Pero al grabar una canción de Billie Eilish ¿no hay además un interés por llegar a una audiencia joven?
Bueno, siempre. Creo que, como la mayoría de los músicos, tenemos la voluntad de comunicar. No podría estar más agradecido por el público que tenemos y la lealtad que nos han demostrado durante muchas décadas. Pero por el camino, siempre quieres captar gente nueva, y sobre todo tal y como está el mundo ahora que mucha gente escucha servicios de streaming online. La música, como la forma en que la transición, ha cambiado tan dramáticamente. Y la gente puede perder este género, a continuación, saltar a allí, algo de hace 20 años, algo del año pasado, algo que salió ayer, algo que era de hace 40 años. Realmente no importa. Es lo que te gusta. Me encanta que la música sea igual para todos.
Sobre otro asunto ¿qué piensa del uso de la IA en la música? por ejemplo, en la manera en que se construyó Now and Then, la última canción de The Beatles ¿es para usted una herramienta válida?
Bueno, no tengo ningún problema con el uso de la tecnología de IA como herramienta para la creación. No creo que la IA deba utilizarse para sustituir las decisiones humanas. Pero si quieres usarla, como hicimos para hacer el vídeo de Danse Macabre , como herramienta creativa y ver qué puedes hacer con ella, creo que es fascinante. No estoy del todo seguro de lo que siento por lo de los Beatles, porque obviamente, por desgracia, John Lennon hace tiempo que no está con nosotros. Para mí, los Beatles fueron las decisiones que tomaron Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Star. Siento que es un poco extraño. Si yo no estuviera aquí y Duran Duran hiciera eso, o Simon no estuviera aquí y nosotros decidiéramos hacer eso, no creo que me sintiera cómodo con ello, personalmente, pero eso no significa que fuera lo incorrecto o que si es algo que Paul McCartney quería hacer, ¿por qué no? Supongo que ahora es él quien se ocupa de todo y, desde luego, el 50% del equipo de composición de la mayoría de las canciones. Así que depende de sus elecciones y decisiones personales.
¿Tiene planes de venir a Sudamérica, y a Chile, eventualmente?
Me encantaría ir a Sudamérica. Cada vez que Duran Duran ha estado allí, lo hemos pasado genial. El público es tan bueno como cualquiera en el mundo. Chile es un país increíble. Espero de verdad que podamos ir allí. No hay planes inmediatos, pero desde luego hace mucho tiempo que no hacemos giras por allí, Chile, Argentina, Brasil. Nos encantaría ir. Eso espero.