En la industria musical no son muy comunes los cruces entre las estrellas anglo y sus contrapartes latinas. Ocurren de cuando en cuando, en pos de algún proyecto o un evento en particular. Así se generó el encuentro entre tres tipos con tonelaje en el rock; Roger Waters, Gustavo Cerati y Pedro Aznar.
La reunión ocurrió en el año 2008. Cerati venía regresando de la gira de reencuentro de Soda Stereo, llamada Me verás volver, y quería retomar su actividad como solista. Así fue que le llegó una invitación; participar en una canción a beneficio de la fundación ALAS, comandada por la cantante Shakira, cuyo objetivo específico es la promoción de programas de primera infancia en América Latina y el Caribe.
La iniciativa contaba con la participación de Roger Waters. Por el público al que se apuntaba, se requería la participación de artistas latinos. Así fue como se llegó a Cerati. “Roger Waters recibió mi material a través de la gente de ALAS. Él se puso a componer una canción, a propósito de la fundación”, contó el mismo músico.
Entre el desayuno de Roger Waters y la llamada de atención de Cerati
Así, Cerati hizo las maletas y viajó junto a Pedro Aznar a reunirse con Waters en Nueva York. “A nivel muy humilde compartimos cosas de igual a igual, como debe se también; músicos ocupados de la música en sí misma. Hubo aportes de muchos artistas, además de nosotros también estuvo Eric Clapton”, detalló.
La canción se tituló The Child Will Fly. “Es una canción kilométrica, de 13 minutos, con mucho aire floydiano, por las armonías. Yo canté, hice un solo de guitarra pero ya me lo borraron y pusieron el de Clapton...lógicamente, porque toca Clapton y él es Dios ¿no? Pero también hay un cantante de ópera, un coro de niños. Roger Waters es un tipo al que le gusta agregar y agregar y está haciendo una obra, ya más allá de la canción”, recordó Cerati.
Siempre obsesivo a la hora de trabajar, el exlíder de Soda Stereo reparó en un detalle de la grabación. Y por supuesto, lo quiso hacer notar. “Mientras la canción iba ocurriendo, se iba grabando y todo eso, me di cuenta de que no había tocado el bajo de la canción, entonces prácticamente lo agarré de las solapas y le dije: ‘Vas a tocar el bajo, no?’,lo forcé, porque no tenía alternativa, supongo que lo iba a hacer, estaba toda la canción pero sin bajo. Así que finalmente lo hizo.”
Cerati y Aznar no solo trabajaron con Waters, sino que alojaron en su casa. “Nos hizo el desayuno cuando estábamos con Pedro Aznar, lo digo canchereadamente, pero realmente es genial -recordó el hombre de Puente tiempo después-. Imagináte despertarte en la mañana en la casa de Roger Waters y que te haga el desayuno en bata. De todas maneras, lo mejor, obviamente no fue eso, sino charlar, hacer musica con él. Fantástico. Compartimos muchas cosas, vino, cena, grabaciones”.