Músicos de larga trayectoria, Miguel Conejeros y Jorge González se conocieron en los primeros años ochenta, en los días en que el sanmiguelino las oficiaba de vendedor en la tienda Fusión. Por entonces ambos comenzaban a formar las bandas en que harían historia, Los Prisioneros y los Pinochet Boys, precursores del punk criollo.
“En esa época nosotros le prestábamos a Jorge una batería electrónica que teníamos y él nos prestaba un amplificador en el que nos enchufábamos todos -recuerda Conejeros al teléfono con Culto-. En esa época teníamos un amigo común, Marcos Vergara, tío mío, que es un gran melómano, coleccionista y un gran culpable de que todos nosotros conozcamos un montón de música de esa época. Nos juntábamos en la casa de Marcos, con Jorge, con Claudio, con Miguel, con todo. Pero siempre tuve más afinidad y me hice más amigo con Jorge”.
La amistad se consolidó con los años, pese a los cambios de países y los procesos personales. Su última colaboración es el álbum Epistolar, el que Conejeros firma con su alias artístico Fiat 600. Un proyecto de música electrónica publicado originalmente en 2018 en una acotada tirada de 100 cassettes.
Según Conejeros, nunca se propuso hacer ese disco. Simplemente fue surgiendo a partir de intercambios de ideas con González, quien se recuperaba del ACV sufrido en 2015 que lo retiró de la música en los escenarios. “Jorge todavía tenía el humor y los ganas de hacer música. Entonces, empezamos a intercambiar algunos archivos; me enviaba una voz con algún acompañamiento pequeño, lo empezaba a procesar y se lo enviaba de vuelta. Él me decía está bueno, está malo, etcétera, etcétera. Y así, empezamos a cambiar ideas musicales, eran solo bosquejos”.
Fue la insistencia de un amigo, Mente3000, de Infinito Audio Network, el que permitió concretar esos trozos de música dispersos y condensarlos en un álbum. Así surgió Epistolar. Entre sus 6 temas de música electrónica, se escucha la voz hablada de González pronunciando algunas palabras sueltas. “Su aporte son las voces y la inspiración, como digo yo, porque en el fondo, verlo a él con ese humor y con ese amor por la música, me conmovió y fue lo que más me motivó”, dice Conejeros.
Y aunque esa primera tirada de 100 cassettes se agotó rápidamente, a Conejeros le rondaba una inquietud. “Siempre tuve la idea de hacerlo en vinilo. Hace un año atrás me puse con que lo iba a sacar y al final no tuve la plata, no lo pude hacer. Pero ya lo tenía masterizado para vinilo, porque esto se remasterizó con respecto a la versión anterior. La remasterización la hizo René Roco y hay un pequeña modificación en el orden de las canciones para adaptarlo al formato del vinilo”.
Finalmente, tras el apoyo de la fábrica nacional Selknam se logró publicar una tirada de 150 copias numeradas de vinilo color verde, las que ya están disponibles en algunas tiendas. “Salió en tiempo récord, porque se están demorando un montón en hacer los vinilos”, apunta Conejeros.
Conejeros destaca las bondades del formato vinilo para el audio. “Yo soy DJ también. Cuando estoy toda la noche pinchando con MP3, no pasa nada, pero si entre medio pongo un disco de vinilo, se va a notar la diferencia. No es que se escucha distinto, es otra cosa. Se te abre mucho más el rango dinámico, los estéreos se abren mucho más”.
El arte del álbum fue compuesto a partir de una obra de Mauricio Garrido, un artista destacado en el manejo de la técnica del collage. “Él siempre me decía que le encantaría ver su arte en un disco. Entonces también tuvo ese empuje de sacar el vinilo en un tamaño que represente la obra, porque la original mide como 2 metros y medio. Adentro viene un póster. Hicimos mucho hincapié en la parte estética, algo que a Jorge y a mí nos ha interesado toda la vida”.
Aunque en su momento, Conejeros presentó el álbum en la Sala Master de la Universidad de Chile y otras presentaciones, hoy con la reedición en vinilo las prioridades son otras y no hay presentaciones en agenda. “Ni siquiera me lo he planteado, podría ser, podría ser, pero tengo el estudio volteado en otro proyecto ahora, entonces no sé si lo podría hacer. Además, últimamente hay mucho más pega como DJ, que tocar en vivo”.
¿Cómo está Jorge últimamente?¿habla a menudo con él?
Estamos siempre en contacto, el otro día le fui a dejar el disco. Es un agrado siempre trabajar con Jorge, lo que nos mueve es la música. Él está súper bien. A ver, quedó con una pequeña limitación física, digamos que no puede tocar la guitarra, pero está súper lúcido y mantiene su agudeza de siempre. La memoria de él ya me la quisiera yo, porque me olvido la mitad de las cosas. Habla menos, obviamente, pero yo lo veo bien y está bien de ánimo, contento, le encanta que lo vaya a ver, hablamos harto. Yo lo veo súper bien.
La reedición en vinilo de Epistolar, se puede encontrar en las tiendas La Plage, Kali Yuga y Needle.