Entre Forrest Gump, Pulp Fiction, Friends y Kurt Cobain: 1994, el año que cambió a la cultura pop

Entre Forrest Gump, Pulp Fiction, Friends y Kurt Cobain: 1994, el año que cambió a la cultura pop

Hace 30 años, el cine y la música ofrecieron momentos memorables. Las cintas de Zemeckis y Tarantino marcaron tendencia y taquilla, además de consolidar a estrellas como Tom Hanks. La música marcó un quiebre con el declive del rock alternativo tras la muerte de Kurt Cobain, y emergieron nuevas fuerzas, como el britpop. Acá una mirada a un año eje.


“Corre Forrest, corre”. La frase perentoria que Jenny (Robin Wright) le dice a Forrest Gump (Tom Hanks), en varios pasajes de la afamada película de 1994, es uno de los momentos memorables que suelen dejar las cintas de éxito. Estrenada el 6 de julio de ese año, fue una de las más taquilleras de la temporada con una recaudación que superó los US$600 millones, además de coronar su impacto con el premio Oscar a la Mejor Película.

Aquel fue un año contundente en la cartelera. Además del filme dirigido por Robert Zemeckis, llegaron a las salas títulos como Entrevista con el vampiro, Asesinos por naturaleza, Leyendas de pasión, La máscara, entre otras. Una oferta que marcó la temporada. Pero la cinta protagonizada por Tom Hanks, quedó instalada como una de las imprescindibles de la década. Más, al incluir una contundente banda sonora de canciones muy conocidas (de Elvis Presley, pasando por Creedence Clearwater Revival a Jimi Hendrix) y referencias a momentos claves del siglo XX estadounidense, como la segregación racial, el hippismo o la Guerra de Vietnam. Pura nostalgia retro.

Forrest Gump es particularmente recordada porque lograba convencernos de que un tipo sin características de héroe era capaz de tener un lugar en la historia con mayúsculas. Es más, era alguien que tenía todas las de perder, pero milagrosamente salía indemne de la tragedia y las desventuras, algo así como un moderno santo americano (o norteamericano)”, opina Rodrigo González, crítico de cine de La Tercera.

Por su lado, Joel Poblete, crítico de Radio Cooperativa, explica los factores que volvieron masiva esa historia. “Aunque Robert Zemeckis ya había filmado algunos trabajos notables y emblemáticos, Forrest Gump era un film aún más transversal y por su particular argumento. Su protagonista resonó muy fuerte no sólo en el público estadounidense sino además en el resto del mundo y consolidó aún más como actor a Tom Hanks, que se ganó los corazones de medio mundo con un rol que mezclaba lo cómico, por lo que ya era conocido, como además sus recursos dramáticos que ya habían sido premiados el año previo en Philadelphia. Y además los efectos visuales se convirtieron en un verdadero hito”.

De hecho, el éxito de Forrest Gump significó un envión para la carrera de Tom Hanks. Lo volvió una figura global. “Significó evidentemente su definitiva consagración como figura mayor en Hollywood, algo que ya estaba más o menos claro tras su primer Oscar por Philadelphia. De actor amable de comedias pasó a ser una suerte de Jimmy Stewart moderno”, apunta González.

Probablemente, el otro gran hito cinematográfico de la temporada fue Pulp Fiction. Era el segundo largometraje de un promisorio Quentin Tarantino, quien ya había sorprendido en su debut con Reservoir Dogs (1992). Pero acá subió la apuesta con una cinta de narrativa fragmentada, sicarios, drogas, sangre a raudales y un cast que incluía a nombres como Uma Thurman, Samuel L.Jackson, Bruce Willis, John Travolta, entre otros. “Para John Travolta fue una segunda vida, una resurrección de entre los muertos. Debería estar agradecido de por vida a quienes lo eligieron en un rol protagónico tras vivir más de una década en la oscuridad”, agrega González.

pulp fiction

La película marcó un hito en la carrera de Tarantino y se volvió una referencia evidente. Basta ver las parodias de algunas de sus escenas clásicas, incluso hasta en Los Simpsons. “Acá consolidó todo lo que desde entonces es su marca de fábrica, como sus notables guiones con diálogos y frases memorables que hasta hoy son muy citables, además de su manejo del tiempo y la estructura narrativa que después tantos directores imitaron -dice Joel Poblete-. Además de la exquisita banda sonora rescatando distintos hits del pasado, el uso de la violencia con un estilo ‘cool’ y elaborado, y por supuesto el estupendo trabajo en la dirección de actores”.

Tanto Pulp Fiction como Forrest Gump, fueron un hito no solo en taquilla, sino también en las carreras de los involucrados. “Los Oscar que recibieron ambos directores marcaron sus carreras, y aunque antes o después han hecho otras inolvidables películas, son títulos que suelen ser asociados especialmente con sus carreras -señala Poblete-. Además consiguieron gustar tanto al público como a la crítica, algo que en el caso de Tarantino además ya había tenido un histórico respaldo previo cuando ganara la Palma de Oro en el Festival de Cannes”.

John Travolta y Uma Thurman en rodaje de la escena del baile

La crítica de El Agente Cine, Alejandra Pinto, calibra el impacto de ambas producciones. “Creo que películas como Forrest Gump, Pulp Fiction o también Entrevista con el vampiro, que es del mismo año, marcaron una diferencia por ser películas que, por una parte, no se parecían a nada que hubiésemos visto antes. Y por otro lado, usaban técnicas que impresionaban mucho a primera vista. Recuerdo el impacto que sentimos con la manera en que se usaron efectos especiales para las escenas de Forrest Gump, o la manera de contar historias que luego sería la marca registrada de Quentin Tarantino. Esa influencia hizo que muchos de nosotros nos interesáramos por el cine, y por lo mismo, estas películas son parte de nuestra formación, por lo que las seguimos nombrando y recomendando”.

Las novedades no solo se acotaron a las salas de cine. En la pantalla chica, ese año 1994 marcó el arranque de un fenómeno de las sitcoms, Friends. Una serie creada por Marta Kauffman y David Crane, estrenada por la señal de NBC en septiembre de ese año. Un momento en que estaban en el aire producciones como Seinfeld y Mad about you. En sus 10 temporadas le dio fama y reconocimiento a sus actores, aunque algo más a Jennifer Aniston y Courtney Cox. Algo que quedó más claro con el impacto que provocó la muerte de Mathew Perry, el inolvidable Chandler, en octubre de 2023.

En 2019, el medio especializado The Hollywood Reporter eligió a Friends como la mejor serie de la historia, tras consultar la opinión de 779 actores, 365 productores y 268 directores. Nada mal, pues se impuso a colosos como X Files, Game of Thrones, Seinfeld, Los Simpsons, entre muchas otras.

Friends puede gustarte o no, pero su trascendencia en la cultura pop es innegable -dice Alejandra Pinto-. Los capítulos siguen siendo vistos por muchas personas, los actores son recordados con cariño y hay citas de la serie que ya se han convertido en parte de nuestro cotidiano en redes sociales. Creo que su aspecto más importante es la posibilidad de generar un producto que después de tantos años, sigue siendo entretenido de ver. Las sitcoms posteriores buscaron la forma de replicar ese éxito, con más o menos fortuna, pero pienso que todavía no ha aparecido un grupo de amigos como esos en televisión”.

La música popular, entre la muerte del grunge y un nuevo monarca

Kurt Cobain, la voz desgarrada de un pueblo maderero del noroeste del Pacífico que ayudó a crear el sonido grunge rock que ha dominado la música popular durante los últimos cuatro años, fue encontrado muerto hoy en su casa”, informaba el New York Times en una nota en portada publicada el 9 de abril de 1994.

A sus 27 años, el líder de Nirvana puso fin a su vida atormentada por el abuso de drogas y el zumbido del laberinto de la fama. De alguna forma, marcaba un punto de inflexión; el zurdo era considerado el puntal de la generación de rock alternativo (al que se le puso la etiqueta grunge), cuya palabra se irradió a punta de rotación radial y alta exposición en MTV. Por ello, su muerte remeció de manera definitiva a la industria, que había hecho de ese sonido una tendencia, tal como lo señaló la nota del NYT.

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“Creo que a partir del suicidio de Cobain, la denominada Nación Alternativa -el rock corporativo de MTV empacado de independiente- comienza a desfigurarse. La ausencia de Nirvana como pivote generacional y elemento cohesivo, golpeó al movimiento”, señala el crítico musical de La Tercera, Marcelo Contreras. Pese a ello, la industria exprimió el limón hasta el final y en noviembre publicó el álbum MTV Unplugged in New York, grabado originalmente el año anterior, el que debutó en el número 1 del Billboard 200. Y eso a pesar de que el grupo interpretó canciones poco conocidas de su repertorio y 6 covers.

Hasta ese punto, el rock estaba en alza. Las radios rotaban material de bandas como Stone Temple Pilots, Pearl Jam y Soundgarden, también paisanos de Seattle, que habían ganado notoriedad en parte por el éxito de Nirvana. De hecho, el grupo liderado por Chris Cornell publicó en marzo de ese año su fundamental Superunknown, el álbum más exitoso de su carrera, el que debutó al tope del Billboard 200, vendiendo la friolera de 310.000 copias en su primera semana en tiendas.

Y si Nirvana había sacudido los charts años atrás con Smells like teen spirit, en ese 94, Soundgarden posicionó acaso el mayor hit de su carrera, el apocalíptico Black hole sun. “Habíamos tenido sencillos antes, pero ese fue fácilmente nuestro mayor éxito. La banda tuvo más aceptación debido al éxito del material basado en cantante y composición, en lugar del rock más orientado a la guitarra”, explicó el guitarrista del grupo, Kim Thayil, al portal Songfacts.

Con el rock de camisas leñeras tambaleando tras la muerte de Cobain, fue el momento para escuchar a nuevas propuestas. El punk rock de vocación masiva tuvo un empujón con Dookie, el tercer disco de los californianos Green Day publicado en febrero de ese año. Sus exitosos sencillos como Longview, Welcome to paradise y la fundamental Basket case, sumaron una propuesta más luminosa y accesible, respecto al grunge.

Otros discos publicados esa temporada aportaron una nueva mirada. Ahí están el imprescindible The Downward Spiral de Nine Inch Nails, que en su sonoridad de rock industrial, más concentrado en las texturas que en los riffs pesados, exploró temas como la alienación y la introspección. Además, hubo buenos discos debuts. Está Grace, el único álbum del cantautor Jeff Buckley, quien combinó su gran capacidad como cantante, con canciones asentadas en un rock melancólico y delicado. También lanzaron sus celebrados primeros trabajos grupos como Weezer, Portishead, y Oasis.

A rey muerto, rey puesto. Con el rock alternativo americano expirando, fueron los británicos los que posicionaron a sus bandas. El britpop consolidó su asalto global, con discos del calado de Parklife (abril), de Blur, y Definitely Maybe (agosto), de Oasis. Además, los líderes de estos últimos, los hermanos Liam y Noel Gallagher, se volvieron celebridades merced a sus declaraciones escandalosas, sus peleas y sus cruces con Blur. Esto se sumó al contundente debut de Suede, con su sensual y ruidoso disco homónimo de 1993, y crecería más al año siguiente con el sorprendente Different Class, de los refinados Pulp, y el arrogante (What’s the story) morning glory, segundo álbum de Oasis. La hora inglesa se marcaba con el pulso recio de nuevos himnos como Don’t look back in anger, Girls and boys, Common people, Connection, Animal Nitrate, entre otras.

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“En la medida que la arremetida del Brit Pop buscó la internacionalización con los lanzamientos de Blur y Oasis -hasta ese minuto, con Suede a la cabeza, era una movida más bien isleña-, el rock masivo de hace 30 años ofreció variables estilísticas atractivas -apunta Marcelo Contreras-. Fue la última vez que en ambos lados del Atlántico hubo propuestas musicales ligadas al rock, con capacidad de seducir a las grandes audiencias. ¿Un punto de inflexión? Absolutamente; también el canto del cisne para las guitarras conectadas a un amplificador”.

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