A 121 años de su estreno: La historia de Paseo a Playa Ancha, la película chilena más antigua disponible
El francés Maurice Albert Massonnier, entrenado por los hermanos Lumière, llegó a Chile en 1902 a exhibir películas a la capital. A fines de ese año, se mudó a Valparaíso, ciudad donde grabó Paseo a Playa Ancha, que incluye un almuerzo a la chilena 'casi actuado', cueca, huasos y una falsa pelea.
El 16 de enero de 1903, hace 121 años, se estrenó Paseo a Playa Ancha, la película chilena más antigua que puede verse en la actualidad. Conocidas como vistas, las cintas cortas fueron el primer acercamiento de los chilenos con el cine.
Según el artículo Massonnier antes de la cueca del Colectivo Miope, disponible en Cine Chile, lo que se puede observar en esta vista es uno de las primeras experiencias cercanas a la ficción. En sus inicios, el cine se dedicaba principalmente a registrar escenas de la vida cotidiana, pero en Paseo a Playa Ancha, se comenzó a jerarquizar e idear una situación maquetada.
Esta obra es resultado del trabajo del francés Maurice Saturnin Massonnier, quien junto a su hermano Moussy, habían sido aprendices de los Lumière. Llegó a Chile en 1902, exhibiendo diversas películas en los teatros de la capital, tales como las populares operaciones del doctor francés Eugène Doyen. A fines de ese año, Massonnier se asienta en Valparaíso, donde funda su propia empresa cinematográfica proyectando filmes en el Biógrafo Lumière de esa ciudad.
El rodaje de Un paseo a Playa Ancha
Así, Massonnier se aventura con la grabación de una película, por lo que cita a miembros de la prensa a una fiesta en Playa Ancha el 8 de enero de 1903. “Se aprecia la escenificación de un pie de cueca y una actuada pelea entre los asistentes, para finalizar con un brindis a cargo del “Guaso” Rodríguez, personaje popular en aquellos años”, consigna Cine Chile.
Con varios pies de cueca se desarrolló la jornada, que al día siguiente apareció en diarios de Valparaíso. “Ayer se llevó a cabo en Playa Ancha un pic-nic ofrecido por los empresarios del biógrafo que se exhibe en el Nacional, a varios de sus amigos. El objeto principal de esta fiesta era el de tomar algunas vistas animadas de costumbres nacionales para exhibirlas en el biógrafo. Tomó entre otras, una cueca chilena, una pelea entre dos hombres del pueblo y una comida al aire libre”, escribía El Mercurio.
En tanto, el diario La Unión relató así el evento: “Galantemente invitados por la empresa del biógrafo Lumière que funciona en el Teatro Nacional, asistimos ayer a un pick-nick en Playa Ancha, en el cual debían tomarse algunas vistas para el biógrafo. A las diez de la mañana se reunieron en el Teatro Nacional los invitados y momentos después partieron en carruajes a la elipse del parque de Playa Ancha. Una vez allí, un huaso, bien montado, en brioso caballo, llegó al lugar en donde estaban ya listos los aparatos del biógrafo, el cual comenzó a tomar las vistas. En seguida, bailó una zamacueca y siguiose una serie de incidentes cómicos todos los cuales aparecerán más tarde en las exhibiciones y llamarán la atención. En seguida sirviose un suculento almuerzo a la chilena, en el cual reinó la mayor cordialidad y entusiasmo entre los concurrentes galantemente atendidos por los empresarios y representante del biógrafo”.
Según Colectivo Miope, el escenario de la grabación está calculado con precisión, donde se prioriza la abundancia de movimiento frente a la ausencia del registro sonoro. La vista de 2 minutos puede verse completa en el sitio del Centro Cultural La Moneda.
Posteriormente, vino el estreno, el 16 de enero de 1903. La cinta se dividía en cinco partes, que según describió la revista Sucesos el mismo día del estreno, eran las siguientes: 1º Llegada del Sr. Rodríguez á caballo; 2º Zamacueca bailada por él mismo y varias otras parejas; 3º Un vals; 4º Un bochinche, bofetadas, pacos, etc.; 5º Almuerzo campestre al aire libre.
Los meses y años que siguieron, Massonnier continuó mostrando películas en el país, entre ellas, Viaje a la luna de Georges Méliès. Luego, este retorna a Francia, donde lleva una copia del filme, lo que fue clave para su conservación.
La cinta de Paseo a Playa Ancha fue encontrada en 1993 en dicho país por el investigador Daniel Sandoval en los archivos cinematográficos franceses, la que entregó al Ministerio de Educación chileno.
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