El ojo del colectivo MAFI retrata la otra cara de la Convención Constitucional
Oasis es el nombre del nuevo documental del grupo de realizadores que antes hizo Propaganda (2014) y Dios (2019). Esta vez centran su atención en el órgano encargado de generar una nueva constitución y en la crisis medioambiental que atraviesa al país. Es una de las carta chilenas que debutará en el Festival de Berlín, que comienza la próxima semana.
Por regla del propio colectivo, la cámara siempre está fija. Cada plano posee la cualidad de generar la sensación de estar observando el asunto desde una nueva ranura, casi siempre porque el ángulo elegido es distinto al habitual, a veces porque el lugar registrado es más bien inusual y en ocasiones por una mezcla de ambas.
En Propaganda (2014) y Dios (2019), los dos primeros largometrajes de su autoría, MAFI (Mapa Fílmico de un País) se dedicó a aplicar ese método con rigor, consolidando su impronta en el cine documental de corte más observacional. El colectivo escogió la elección presidencial de 2013 y la visita que el Papa Francisco realizó a Chile en 2018 como focos de interés para instalar su cámara, aparentemente estática, pero siempre a la caza de movimientos y acciones que podría transformarse en lo que denominan “hallazgos”.
“Las imágenes deben tener una densidad que nos permita decir algo más que simplemente un registro que no comenta”, define Tamara Uribe en conversación con Culto. Junto a Felipe Morgado, la realizadora se desempeña como directora de Oasis, la cinta más reciente del colectivo cinematográfico nacido en 2012.
Seleccionado por la sección Forum de la 74° edición del Festival de Berlín (15 al 24 de febrero), el nuevo filme tiene como principal eje el desarrollo de la Convención Constitucional. El punto de vista que adopta la película es coherente con el ADN del colectivo: en vez de entrevistar a los principales involucrados o incluir todos sus hitos, el largometraje perfila otra cara del funcionamiento del órgano encargado de elaborar un nuevo texto y de su vínculo con el mundo exterior. Es un retrato que va desde las zonas de sacrificio de nuestro país hasta el ex Congreso Nacional y los actos públicos del Apruebo y el Rechazo.
“Habría sido fácil ponernos a registrar simplemente las opiniones y las vocerías de distintos convencionales. Pero nosotros trabajamos a partir de imágenes, y confiábamos en que allí podíamos encontrar otras capas. Teníamos el desafío de ir al mismo lugar al que iban van muchas cámaras, pero bajo la idea de ‘rebuscar’, en el buen sentido de la palabra, para ver qué ocurre en los pasillos, para ver qué ocurre antes de que empiece la asamblea, y cuando termina la asamblea y se están apagando las luces”, detalla Uribe.
Según describen, el primer impulso fue la necesidad de registrar las protestas de octubre de 2019. “MAFI tiene en su esencia una mirada de documento histórico. Había ansias de filmar, una necesidad de resguardar algo para el futuro. Eso nos permite siempre enfocarnos en una mirada que no es la oficial”, señala Diego Pino, productor de Oasis.
Esa raíz explica por qué el inicio del documental se compone de imágenes del estallido social, un preámbulo a la firma del Acuerdo por la paz y la nueva Constitución, la realización del plebiscito nacional de 2020 y la conformación de la Convención Constitucional.
“Era primera vez en que nos involucrábamos en un proceso popular y político donde había tanto volumen de registro”, afirma la productora Alba Gaviraghi. “Eso te obliga a enfocarte, a ser más preciso, a decir: si todo el mundo registra hacia allá, qué pasa si me doy vuelta y con esta cámara me empiezo a meter en una grieta. Al entrar a la convención existió la sensación de que nos estábamos metiendo en una grieta”, añade.
De todos los temas que se discutieron al interior del órgano el equipo creativo de la película se decantó por uno en particular: aquellos abordados por la comisión de medioambiente. Esa selección se sustentó en que, por un lado, MAFI tenía en desarrollo una investigación sobre la crisis del medioambiente en Chile y, por el otro, a que concluyeron que esas problemáticas estaban en diálogo con otras discusiones que se desplegaban en el palacio ubicado en Compañía de Jesús.
“Nos permitía darle una mirada diferente a este proceso político. Esto trasciende lo social y se mete con el modelo económico, y eso nos parecía poderoso”, apunta Gaviraghi, también parte del grupo de 17 realizadores que se desplazaron por diferentes puntos del país registrando las imágenes que integran el filme.
El triunfo del Rechazo sobre el Apruebo –incluido en la película– gatilló una serie de reflexiones en los miembros de MAFI. “Para nosotros, como colectivo, fue un momento muy relevante. Nos vimos enfrentados a que Chile parecía estar en transformación, pero en verdad no se estaba transformando”, reconoce Pino. “De alguna manera, esa idea del oasis, de un espejismo, era real”.
“Nos dimos un tiempo para pensar. Amasándolo bien, y sin saber lo que iba a pasar después, nos dimos cuenta de que esta historia contenía esta idea de que había una sociedad que se intentaba organizar, después no lo logra, y sigue viviendo en este espacio. Vamos al medioambiente porque es algo más profundo”, sostiene el productor, junto con asegurar que descartaron ingresar al Consejo Constitucional, que elaboró un texto que también fue rechazado en las urnas. “Rápidamente el mismo proceso nos hizo entender que no había carne para contar una historia”.
Alba Gaviraghi analiza: “Sería sencillo decir que como país, tras cuatro años, volvimos a un punto cero. Yo creo que la película, en su misma mirada de futuro, en su misma idea de proyección, se pregunta respecto a quiénes somos ahora y qué es lo que cambió”.
El Festival de Berlín acaba de nominar a la cinta al Berlinale Documentary Award, galardón que reconoce al mejor documental de las diferentes secciones del certamen. Tras su debut mundial en Alemania, llegará a los cines nacionales durante el segundo semestre de 2024.
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