La lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos ha inspirado más de una decena de películas, que retratan los esfuerzos ciudadanos para eliminar la discriminación racial. Así, Rustin se suma a este listado, para contar la historia de una figura clave, pero invisibilizada, del movimiento: Bayard Rustin, el gestor de la marcha a Washington.

Dirigida por George C. Wolfe, quien ha estado a cargo de proyectos como Noches de tormenta (2008) y La madre del blues (2020), esta cinta disponible en Netflix fue producida por el expresidente estadounidense, Barack Obama, y su esposa y activista, Michelle Obama. Ambos poseen la productora Higher Ground Productions, que hace poco se aventuró con Dejar el mundo atrás (2023), un proyecto distópico que dividió a la crítica.

Colman Domingo da vida al personaje principal, en el que es su primer papel protagónico. Fear the Walking Dead (2015) y Euphoria (2019) son algunos de los títulos en los que ha participado el actor de 54 años, a los que se suma la destacada en las nominaciones a los premios de la Academia, El color púrpura (2023).

Esta vez, se mete en la piel de un personaje histórico que, según él, fue borrado de la historia.

Su actuación, de hecho, le llevó a ser nominado al Oscar 2024 en la categoría Mejor actor protagonista. Disputa la estatuilla con otros actores reconocidos, como Bradley Cooper (Maestro), Paul Giamatti (Los que se quedan), Cillian Murphy (Oppenheimer) y Jeffrey Wright (American Fiction).

Además, la película cuenta con la participación de Chris Rock (I.A. Inteligencia artificial), Bill Irwin (La dama en el agua), Aml Ameen como Martin Luther King y la también nominada al Oscar como mejor actriz de reparto — por Los que se quedan (2023)—, Da’Vine Joy Randolph.

El filme comienza con una discusión, la que deja en claro parte de las dificultades que vivió Rustin. Tras rumores de una relación con Martin Luther King, Bayard se desliga de la causa para evitar repercusiones al movimiento. De esa forma se da inicio a esta película biográfica, que pone en evidencia el rol medular que jugó Rustin en la famosa Marcha a Washington, donde King pronunció su famoso discurso Tengo un sueño.

Las luchas internas de Rustin también se evidencian en la película. En medio de una sociedad estadounidense, homofóbica y racista, debe enfrentar los prejuicios por vivir libremente su sexualidad.

La discriminación que sufrió Bayard Rustin fue doble: por el color de su piel y su orientación sexual. “Con la película surge la pregunta: ‘¿Quién es ese?’ Y ahora que se ve (la cinta) en 238 países alrededor del mundo es extraordinario, porque (Rustin) fue marginado en los libros de historia por ser abiertamente gay”, dice Colman Domingo a la BBC.

Rustin nació en Pensilvania en 1912, se crio con sus abuelos y creció como cuaquéro. Tras abandonar los estudios, se unió a la Joven Liga Comunista y se mudó a Harlem. Amigo de Martin Luther King, fue su consejero durante el boicot a los autobuses de Montgomery, entre diciembre de 1955 y diciembre de 1956, siempre desde la resistencia pacífica.

Posteriormente, se afilió al grupo antibélico La Hermandad por la Reconciliación y comenzó la planificación de la marcha sobre Washington, la que –según revela la película – no contó con el apoyo inmediato de King. Sin embargo, tras varios intentos, la importante figura se unió a la causa organizada por Rustin, quien coordinó los equipos logísticos del mega evento que pasaría a la historia.

Rustin murió el 24 de agosto de 1987, de una apendicitis, y le sobrevivió su pareja desde 1977, Walter Naegle. En 2013, Barack Obama le otorgó a Rustin la Medalla Presidencial de la Libertad de forma póstuma.