Una casualidad. Esa fue la razón que impulsó al comediante Felipe Avello a tomar un vuelo y partir hacia Monterrey, México, para probar fortuna. Le habían comentado que hasta hace algunos años, otro chileno, el futbolista Humberto “chupete” Suazo, era un ídolo local, gracias a su gran rendimiento goleador en los Rayados de Monterrey. Avello, cuyo segundo apellido es precisamente Suazo, olfateó una oportunidad.
Así al menos lo contó durante su participación en el programa de YouTube Entre broma y broma, conducido por el también comediante Luis Slimming, Don Comedia. Todo ocurrió en 2022, “terminada la pandemia empezamos a viajar a Monrerrey y a otras ciudades cercanas, todo en Nuevo León. Vi lo del Chupete Suazo, vi que ahí vivía Franco Escamilla (NdR: comediante y actor mexicano) y había muchos locales de comedia”, contó.
Decidido, Avello buscó su oportunidad entre los clubes locales presentándose solo como Felipe Suazo. Así Pudo conocer a Escamilla y hacer pequeñas presentaciones, pero hay una que no olvida. Fue la primera, en un local llamado La casa de Oscar Burgos, un local de propiedad de un comediante que en el pasado se había hecho un nombre gracias a su personaje infantil el Perro Guarumo. “El actor que hacía el Perro Guarumo se instaló con un local muy respetado de comedia”, apuntó el “pececillo” en la conversación.
Pese a los nervios, esa noche todo comenzó a funcionar para Avello. Una señal se lo confirmó. “Allá tienen la costumbre de que si les gusta un chiste, mandarle un traguito de tequila (al comediante) y a mí me mandaron uno”.
¡Qué le dijeron a Avello! el comediante aprovechó la situación. “Empecé a hacer, ‘no es que yo soy chileno y esto es muy fuerte para nosotros’. Al público le encantó que yo me mostrara débil, y me empezaron a mandar uno tras otro”.
Con con cada corto remojando el gaznate, Avello no se dio cuenta de que el tequila lo comenzó a embriagar, lenta, pero decididamente. “Terminé borracho porque no sentía cuando pasaba (el tequila) y hablando puras leseras. Después no podía hablar nada, estaba así en un momento (NdR: con expresión de susto y los brazos pegados al cuerpo) y yo sentía que me hablaban ‘¡ehhh gueyy, dale gueyy!’. Y me tuve que bajar del escenario. Yo estaba con mi esposa, que le dijo al productor: ‘no lo expongan a esto’”
“Después de esa primera presentación, que no fue buena, ahí me fui dando cuenta de con qué se iban riendo”, cerró Avello. “En este caso era la aventura, porque el público no tenía ninguna conexión con lo que yo tenía que ofrecer. Franco Escamilla me dijo: ‘parte diciendo ‘soy de Chile, les quiero mostrar mi Chile, se van a reir ¿no te han dicho lo que significa Chile para nosotros’”, ante la respuesta negativa de Avello, el mexicano remató: “Nosotros le decimos Chile al pene”.