Un respiro lo salvó: cuando intentaron matar a Bob Marley de un disparo al corazón
Estaban ensayando en la casa de la leyenda del reggae cuando siete hombres entraron y les comenzaron a disparar. Ni él ni su esposa fallecieron esa noche, pero este episodio quedó marcado en el cuerpo de Marley para siempre. La bala incrustada en su brazo lo acompañó en su éxodo de Jamaica, cuando lanzó su álbum más célebre, y el día de su muerte.
Bob Marley falleció por cáncer en 1981, pero pudo haber muerto antes.
Corría la noche del 3 de diciembre de 1976. La leyenda del reggae vivía en el número 56 de la calle Hope Road, en Kingston, la capital de Jamaica. Como era costumbre, él y su banda –Bob Marley & The Wailers– practicaban en su domicilio, preparándose para el concierto Smile Jamaica, fijado para dos días después, en el Parque de los Héroes Nacionales, en la misma ciudad.
No estaban solos. Rita Marley, la esposa de Bob, y Don Taylor, el mánager del conjunto, también se hallaban en el perímetro de la casa. Hay versiones que sitúan a Rita en el patio de la casa, otras, que señalan que la mujer se encontraba en la cocina, con el representante y el vocalista.
Donde fuere, un disparo la alcanzó.
Se dice que dos autos Datsun blancos se detuvieron frente a la casa, del cual descendieron siete personas. Uno de ellos empuñó su arma y le disparó a Rita en la cabeza.
Pronto, ingresaron a la cocina, donde, según constata BBC Mundo, se hallaba Marley con algunos de los integrantes de su banda. Pronto, entraron los atacantes con las pistolas en alto y vaciaron los cargadores sobre los presentes.
En medio de los gritos, uno de ellos apuntó al pecho de Marley y apretó el gatillo.
Por su ausencia brillaban los guardias armados que el gobierno le había asignado hace unos días al intérprete. Hasta la fecha, aún no se sabe por qué no estaban en sus lugares.
Quien tampoco estaba era Vivian Goldman, periodista británica que trabajaba para el grupo en ese entonces, y quien escribió El libro del Éxodo: la creación y el significado del álbum del siglo de Bob Marley y los Wailers (2006), texto clave sobre su historia.
En conversación con Culto, sobre la nueva cinta biográfica del rastafari, la escritora reveló: “Me fui justo antes del tiroteo, que resuena mucho en la película (...) Así que básicamente lo que pasó fue que, debido a su popularidad, Bob fue atrapado como un peón. Allí estaba con todas sus bonitas intenciones, tratando de reunir a los pistoleros de las diferentes tribus en su casa”, dijo Vivien Goldman.
Casi 90 balas
“Si Marley en ese momento hubiera estado inhalando en vez de exhalando, la bala hubiera atravesado su corazón”, señala Marlon James, escritor jamaicano autor de Breve Historia de Siete Asesinatos, donde, entre otros temas, aborda el ataque contra Bob Marley.
Y es que la bala quedó alojada en su brazo, luego de rozarle el pecho. La situación pudo haber sido peor, si no hubiera sido por su mánager, Don Taylor. En medio de los disparos y el caos, este se lanzó sobre el cantante llevándolo al suelo. Taylor recibió cinco disparos en el abdomen.
En total, fueron 87 las balas disparadas ese día, pero afortunadamente, nadie murió.
Bob Marley siempre dijo que lo salvó el espíritu de Haile Selassie, el emperador de Etiopía fallecido el año anterior – escribe la BBC – y quien era considerado la reencarnación de Dios para los rastafaris. Así, en el cuerpo del cantante solo quedó el rasguño del proyectil y el proyectil mismo, incrustado para siempre en su brazo como recuerdo de esta fatídica noche.
En cuanto a Rita Marley, a pesar de recibir un impacto en la cabeza, logró sobrevivir, ya que la bala quedó atrapada entre su cuero cabelludo y el cráneo, sin generarle un daño permanente. En el caso del representante del grupo, este sobrevivió luego de varios días de recuperación.
¿Culpables?
Aún no se sabe quién estaba detrás del ataque a Bob Marley, o si él era realmente el objetivo. Después de 48 años, se manejan varias teorías, que se relacionan directamente con el contexto, cultural, social y político de ese entonces.
El mundo se encontraba polarizado en plena Guerra Fría, con Estados Unidos por un lado, y la Unión Soviética (URSS) por el otro. Pero Jamaica vivía sus propios conflictos. El país estaba asolado por una crisis de violencia, que se expresaba en las bandas armadas; y en una pobreza avasalladora. En este panorama irrumpía Bob Marley, con el reggae como bandera de un movimiento pacifista y de unidad.
En cuanto a la política, Jamaica también estaba polarizada. El primer ministro era Michael Manley, del Partido Nacional del Pueblo (PNP) y su principal opositor era Edward Seaga, del Partido Laborista de Jamaica (JLP). Ambos bloques se alineaban con el contexto internacional, con el socialismo y el capitalismo, respectivamente.
Si bien Bob Marley deseaba mantenerse neutral, el gobierno de Manley convenció al cantante de ofrecer un concierto gratuito en la capital Kingston, para calmar a la población. Y claro, dijo que sí: para ese show era el ensayo del día del tiroteo.
Sin embargo, el primer ministro adelantó las elecciones, lo que dejaba muy próximas las fechas del concierto y los comicios. Esto confirmó la desconfianza del rey del reggae en la clase política y, a los ojos del resto, reafirmaba los supuestos vínculos de Marley con el PNP. Como consecuencia, las amenazas de muerte hacia él se intensificaron y el gobierno le asignó dos policías.
Esos policías que no estaban la noche del tiroteo.
Después del concierto en Parque de los Héroes Nacionales, donde se subió al escenario a pesar de las heridas del tiroteo, Bob Marley se fue de Jamaica. Fue a Bahamas, Estados Unidos, y luego a Londres. Esto inspiró Éxodo (1977), uno de los discos más importes de toda su trayectoria.
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