Dos discos por minuto y ahorro de costo de importación: las claves de la fábrica de vinilos que se suma a Chile

La consistente demanda por vinilos en el país fue la principal razón que movió a la empresa Laser Disc a traer al país dos máquinas Pheenix Alpha para la fabricación de vinilos a nivel local. Una tendencia que se consolidó desde la pandemia. “Ahí todo el rubro disquero, las disquerías independientes, las de las cadenas, se vieron en la necesidad de suplir la presencia física del cliente. Por eso los delivery, las plataformas de despacho y de compra online tuvieron una predominancia absoluta y por lo tanto la gente empezó a comprar discos porque tenía más tiempo para escuchar música fundamentalmente”, dice Javier Silvera, encargado de contenidos artísticos de la empresa.

Dedicada hace más de veinte años a la fabricación de cassettes y vinilos, Laser Disc atendía la demanda del mercado chileno con dos máquinas en su fábrica de Buenos Aires. Pero con la pandemia las cosas cambiaron. Así, se decidió implementar las mentadas dos máquinas prensadoras para Chile ubicadas en la planta DE Colina, donde antes se fabricaban CD’s (hoy, la producción de discos compactos se mantiene allende Los Andes). “Ha sido producto de una necesidad de la gente por el formato que va en alza”, apunta Silvera.

El tiraje de los vinilos fabricados en la planta de Colina se distribuye a partir sus 21 puntos de venta de Plaza Música, presentes en los malls y establecimientos comerciales del país. Esta se suma a la otra fábrica de pressing presente en el país, la de la firma Selknam, cuya distribución pasa por la compañía Punto Musical. Esta última, su vez, abastece a buena parte de las disquerías locales, y que en el último tiempo ha reeditado catálogo nacional de artistas como Lucybell, Joe Vasconcellos, Los Prisioneros, etc.

Respecto al catálogo, la planta de Laser Disc trabaja con todas las compañías, tanto independientes como multinacionales. Pero hay un convenio con Warner Music. “Es un convenio de fabricación y distribución, pero tiene más que ver con la distribución más que con la fabricación. Con ellos se trabaja la totalidad del catálogo que es posibilidad de fabricar a nivel local, porque hay vinilos de artistas internacionales que se fabrican en Europa”, precisa Silvera.

Las sendas máquinas suecas Pheenix Alpha pueden elaborar dos discos por minuto, lo que significa 120 en una hora. Todo el proceso de instalación se realizó desde abril del 2023, con la instalación de las piezas, incluyendo una caldera traída desde Italia, y respectiva calibración. En enero comenzó una producción de prueba prensando parte del catálogo de Red Hot Chili Peppers y ya durante febrero se espera tener la producción a full. “Para marzo proyectamos una producción de 50.000 unidades”, dice Silvera. La cantidad de discos a fabricar depende del cliente, pero el mínimo que se trabaja para una tirada es de 300.

¿Puede eventualmente la presencia de una nueva fábrica local abaratar costos y eventualmente el precio final? Javiera Silvera responde: “En el tema de costos hay muchas variables, que tienen que ver con el nivel del arte gráfico, el color del disco (los de color son más costosos), es decir cada vinilo es un costo distinto. Pero en términos generales uno lo que se ahorra básicamente es todo lo que es el proceso de internación, aranceles aduaneros, importación, los tiempos de producción. Y fundamentalmente es el control que puede tener el artista respecto a cómo se va desarrollando la producción. Por ejemplo, es más rápido hacer los los test pressing, que es cuando se evalúa cómo quedó el disco antes de continuar la la producción total. Entonces hay un tema de costos por el lado de de de evitar todos los gastos de internación desde el extranjero y por otro lado un tema de tiempo que también es costo”.