El amor prohibido de Bob Marley y una Miss Mundo
No figura en la recién estrenada biopic, pero el ícono de reggae conoció a Cindy Breakspeare, una joven blanca y de clase alta, cuando se fue a vivir a la casa comunal de Hope Road, en Kingston. Poco a poco se conocieron y desarrollaron una amistad que luego derivó en romance. Pese a todo, debieron soportar presiones y vivir altibajos. Acá la historia de un romance.
La noticia fue replicada rápidamente por los siempre atentos diarios británicos. El músico jamaicano Bob Marley, afincado en Londres tras salir de su Jamaica natal a fines de 1976, tenía un romance con una Miss Mundo, Cindy Breakspeare, quien a su vez era la representante de la isla en el concurso. “Los titulares de los tabloides británicos se hicieron eco de la pareja, con titulares en los que se referían a Marley como ‘el salvaje’, y a la pareja como ‘la bella y la bestia’”, apunta Roger Steffens en su libro Tanto que contar: historia oral de Bob Marley.
Y aunque ambos estaban en un buen momento, la verdad es que ya se conocían. En rigor, todo ocurrió cuando ella llegó a vivir a la casa comunal de Hope Road, en Kingston, donde Marley también llegó a vivir con los Wailers, en un experimento de vida en comunidad. “Cindy Breakspeare era el habitante más glamuroso de Hope Road cuando Bob entró a vivir allí. Joven, blanca y jamaicana, Bob se sintió inmediatamente atraído por ella, aunque Cindy en un principio lo rechazó”, dice Stevens.
Breakspeare sabía quién era Bob Marley. Había descubierto su música cuando llegó a sus manos un ejemplar de Catch a Fire (1973), uno de los discos claves de su catálogo. “No podía quitar el vinilo del giradiscos. Era ese o el What’s Goin’ On de Marvin Gaye. Vi a Bob y a Marvin juntos en el Carib Theatre”, recuerda la misma Cindy en el libro ya citado.
Por entonces, Breakspeare buscaba un lugar donde vivir. “Me marché a vivir por mi cuenta con mi hermano y un amigo, porque quería tomar mis propias decisiones. Mis padres se divorciaron cuando yo tenía siete años. Y, aunque al final viví con mi madre hasta cumplir los diecisiete, en 1971 ella simplemente nos dijo que era hora de buscarnos otro techo y vivir nuestra vida. Así que mi hermano Stephen y yo terminamos en el 56 de Hope Road. Luego estuve seis meses viviendo en otro sitio, pero volví por segunda vez, ya por 1975, creo”.
“Yo ocupaba la planta baja en Hope Road, y en esos días habíamos comenzado nuestra relación, pero yo no estaba nada segura de meterme en nada, porque lo había visto desde la primera vez que había hablado con él: una relación así te transforma la vida para siempre. Él pasaba por la puerta y miraba de reojo como para ver si había alguien, y luego se ponía a hablar conmigo, y por supuesto los temas eran muy filosóficos, sobre cómo te ves a ti mismo, y cómo te conduces como una mujer ante los demás, las cosas que deberías y no deberías hacer, porque la doctrina lo era todo por entonces”, agrega Cindy en el texto citado.
Fue entonces que poco a poco comenzaron a conocerse. La periodista Viviane Goldman, quien durante la medianía de los setentas trabajó como jefa de prensa en Island Records, vivió en la casa de Hope Road. Casi medio siglo después, recuerda la dinámica entre Cindy y Bob. “Bob solía compartir una gran casa con otras personas, como una gran casa comunal. Así que ellos se conocieron, aunque eran de clases diferentes. En realidad se habían juntado socialmente, no románticamente, pero una cosa llevó a la otra y acabaron juntos. No era nada raro porque él llevaba una vida muy separada de Rita, así que ella no sintió que estaba haciendo nada inapropiado”, dice a Culto.
Poco a poco, Marley se acercó. “Él se quedaba sentado en los escalones de atrás de mi piso, con la guitarra, y se ponía cantar. Recuerdo escucharle Turn your lights down low. No era tampoco alguien muy hablador cara a cara, ya sabes, era más bien parco. Y aún más cuando estaba en los primeros tramos de conocer a alguien, entonces era muy tímido. Tenía gestos que eran muy inocentes, como de un muchacho. Me regalaba un mango, cosas sencillas como esa, y que a mí me parecían muy enternecedoras, sobre todo porque me había relacionado con gente bastante diferente hasta entonces. Encontré eso desarmante”, recuerda Cindy.
Por entonces la carrera de Marley iba en ascenso. En 1976 había publicado el álbum Rastaman Vibration y comenzaba a tener reconocimento fuera de Jaimaca. El periodista Dermost Hussey recuerda que vio a Marley con Cindy en esos días, pese a que él tenía una relación con Rita, una de las cantantes de los Wailers. “(Bob Marley)vVino a mi casa, y cenó con Cindy Breakspeare, porque una vez me había comentado: ‘Mira, quiero ir a algún lado, para salir con esta señorita’. Y le dije: ‘Muy bien, vente y cena aquí’. Fue una noche fabulosa. Estaba muy cordial y disfrutó. Cindy era un bellezón. Y Bob estaba muy, muy relajado. Habló mucho sobre música. Recuerdo que le preocupaba mucho llevar la música a una esfera internacional. Me acuerdo de que llegó a decir en una ocasión: ‘¿Por qué un disco jamaicano suena tan diferente de uno editado en Estados Unidos?’”.
En 1976, Breakspeare fue invitada a participar en el Miss Mundo, como representante de Jamaica. Lo hizo, pese a que el primer ministro, Michael Manley, se oponía a la participación jamaicana en el evento. Como el concurso se celebró en Londres, coincidió con los días en que Bob Marley se había afincado en la ciudad tras escapar de milagro de un tiroteo en la casa de Hope Road. “Cindy fue coronada Miss Mundo en 1976. Bob pasó buena parte de su año de reinado exiliado en Londres, viviendo con ella, en una relación que daría como fruto un niño, Damian, conocido como Junior Gong”, dice Roger Steffens.
Aquellos no fueron días fáciles. “Entre nosotros hubo momentos de separación en los que soportamos presiones por todos lados. Pero, bueno, cuando pienso en ello, mientras estuvimos juntos en Inglaterra, viviendo en Oakley Street, tras el intento de asesinato y todo eso, y yo siendo Miss Mundo, nos sentíamos muy cerca, muy, muy cerca”, dice Cindy Breakspeare en el mismo libro.
La historia dice que Waiting in vain, incluida en Exodus, el álbum concebido durante los días de Marley en Londres, está basada en la relación con Breakspeare. Otros dicen que va dedicada a Rita, su mujer de entonces (a quien le habría escrito además No woman no cry). Pero Cindy ha alimentado el rumor. “La gente me ha preguntado si pienso si Waiting In Vain estaba inspirada en mí. Pero no sé qué decir. A ver, a mí me encantaría, ¡claro! ¿Y por qué no? Hay un verso que dice: ‘It’s been three years since I’ve been waiting on your line’. Bueno, ¡sí que nos costó! No tres años, pero un tiempo sí. Lo que puedo decir es que, cuando salió ese disco, vivíamos uno de los mejores momentos en nuestra relación. Ya sabes, cuando estás con alguien, hay altibajos y tensiones y tiranteces, y hay momentos en los que te sientes muy unida y otros que no tanto”, apunta Breakspeare en el libro.
Con intermitencias, el vínculo entre Cindy Breakspeare y Bob Marley se mantuvo hasta la muerte de este en 1981. Salvo unos pocos segundos, prácticamente no figura en la recién estrenada biopic de Marley, es desmedro de Rita, la madre de Ziggy, hijo mayor de Bob y productor del filme. “En una entrevista realizada en 1994, en un momento en que tanto ella como su hijo Damian querían convertirse en cantantes profesionales (hacía poco habían estado de gira junto a la madre de Bob, Cedella Booker), Cindy hizo gala de una claridad que resultaba tan encantadora como convincente por su franqueza. Muchos de los amigos más íntimos de Bob mantienen que ella fue el amor de su vida”, cierra Steffens.
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