El aplauso del público fue un medidor de lo que vendría. Antes de arrancar la primera noche de Viña 2024, se anunció a los artistas de la jornada. Fuertes aplausos para Alejandro Sanz y la comediante Alison Mandel , pero al mencionarse a Manuel Turizo, el Monstruo bramó.
Y aunque no es aún una estrella al nivel de J Balvin o Shakira, lo cierto es que Turizo se ha labrado una creciente popularidad. Cuando salió a cantar, a eso de las dos de la madrugada, aún era posible advertir a buena parte del público de galería y la platea aún en la Quinta Vergara.
Con video introductorio al estilo del rap, Turizo mostró una pulida puesta en escena. Apareció desde el segundo nivel del escenario y bajó, acompañado por el cuerpo de baile. En el primer nivel la banda de cinco músicos y cantante de apoyo, estaba montada en una escenografía que simulaba una casa abandonada. Acaso para remarcar un marco urbano y marginal propio de la Latinoamérica profinda, pese a que su propuesta musical es decididamente pop.
El colombiano, quien además es parte del jurado Festival, mostró que pese a sus 23 años maneja los códigos del espectáculo. Leyó algunos de los carteles que levantaba la gente e incluso le cantó el cumpleaños feliz a una entusiasta fan que se lo pidió en un cartel rayado a mano.
La fórmula de Turizo es la diversidad. Su música pasa por el costado bailable, sube hasta los estribillos de tono comercial y puede remontar hacia momentos reposados, un poco a la manera de Sebastián Yatra, otro que también estuvo en Viña hace algunos años. También amaga los terrenos del baladista. El de Montería se sienta al piano para cantar los primeros compases de Quiéreme mientras se pueda (frase convenientemente rayada en el instrumento), la que dedica a la ciudad. Así se suma al tono emotivo que ha marcado el arranque de Viña 2024.
El público de galería coreó los temas, le pidió que se sacara la polera y fue el más entusiasta con el show. También cantó Una lady como tú, el primer gran hit en que Manuel se hizo acompañar por su hermano, Julian Turizo, en el ukelele. Ambos recordaron sus inicios, cuando veían a Maluma precisamente en el Festival de Viña y soñaban con el éxito. En el tramo final también pasaron La bachata y Vagabundo, mientras la gente pedía la Gaviota. El momento, parte del ritual clásico de Viña, llegó justo al final del set, al que le siguió un tribunero ceacheí. Así, la primera noche de Viña 2024 cerró con su esperable número bailable, al que también se trató de acoplar a una tragedia que el país recién digiere. Mientras, la fiesta continúa.