El puertorriqueño Mora abre con fervor la noche con menor convocatoria del Festival de Viña 2024
La cuarta noche del Festival arrancó con vacíos en plateas y con los animadores caminando desde el público. Luego vino el turno del puertorriqueño, quien presentó un show encendido, a tono con la juvenil fanaticada que llegó a verlo. Un número correcto, con los hits indicados, pese a que tuvo una rápida entrega de Gaviota y queja por su breve duración.
Desde el centro de la platea de la Quinta Vergara, entre el público, caminaron hacia el escenario los animadores María Luisa Godoy y Francisco “Pancho” Saavedra. La jugada marcó el arranque de la cuarta noche del Festival de Viña 2024, este miércoles 28 de febrero, la que en la previa era la que concentraba la menor cantidad de tickets vendidos. De hecho, eran notorios los parches vacíos en platea y algunos de los asientos de palco, los más costosos, estaban desocupados.
Acaso fue la presencia de artistas de marcado perfil juvenil, como el puertorriqueño Mora y la brasileña Anitta, lo que marcó un evidente contraste con las jornadas anteriores. Si el martes, el día de Maná y Men at work, el público era mayor de 40 años, en esta ocasión el target era muy distinto. En su mayor parte, el respetable era juvenil. Muchas mujeres, adolescentes maquilladas con glitter en el rostro, llegaron hasta la Quinta Vergara. Mientras, en la previa el chico reallity Luis Mateucci animaba al público desde el palco de prensa.
El arranque de la transmisión, con Godoy y Saavedra desde la platea, fue un toque de novedad, aunque ya se había visto en la edición de 2023. Al pasar el anuncio de los artistas de la jornada, la más aplaudida por el Monstruo de espinillas y alta carga hormonal fue Anitta, seguida por el comediante Lucho Miranda, un debutante en el Festival. Pero la noche arrancó con otro exponente juvenil y urbano, el puertorriqueño Mora. Nada raro. La parrilla de la jornada está a tono con la apuesta de la actual administración de darle mayor diversidad al evento y acercar nuevas audiencias, lo que ya se había visto el año pasado con la presencia de artistas como Tini Stoessel, Nicky Nicole y Emilia.
Tras el saludo de rigor (y sin el beso) los animadores dieron paso al primer número de la noche. Poco antes de las 22.00 horas salió a escena el puertorriqueño Mora. Un músico y productor (nacido como Gabriel Armando Mora, es decir usa su apellido como alias artístico) que se ha labrado una carrera en que ha colaborado con artistas como Jhayco, Feid y el más afamado de todos, Bad Bunny, con quien ha trabajado en algunos de sus discos como YHLQMDLG y Un verano sin ti.
Es cierto que aunque no resuena a nivel transversal en el país, Mora tiene un evidente arrastre. Lo dejó en claro en septiembre pasado con sus tres shows sold out en el Movistar Arena. Además en 2023 fue uno de los invitados a la edición local del festival Lollapalooza con un show muy celebrado, que contó incluso con invitados internacionales como el español Quevedo. Por ello, no es extraño que se le invitara a debutar en el Festival.
En el arranque de su show, Mora marcó alguna distancia. A diferencia de otros artistas no apareció desde el segundo piso del escenario, sino que se sumó a su cuerpo de bailarines, todos encapuchados y con micrófono como para despistar. Acompañado en escena solo por dos músicos (un guitarrista y un Dj que manejaba las máquinas), Mora desplegó un show intenso y de nivel internacional que partió con el doblete de los temas Media luna y Domingo de bote, y siguió con hits como 512, Donde se aprende a querer, entre otros. Todo coreados por el juvenil “Monstruo” que desató las caderas en la galería y la platea, como si estuvieran en alguna discoteca de playa.
“No tengo mucho tiempo”, dijo Mora en un momento haciendo ver que el suyo era un show de tiempo acotado, emulando una queja similar a la de los mexicanos Maná la jornada anterior. Desde los ochenta, los tiempos de la industria de la televisión son los que mandan en el Festival de Viña. De hecho casi a la media hora de su show, a eso de las 22.30, entraron en escena los animadores para hacer la primera entrega de la Gaviota de Plata. Un ritual que en esta ocasión se vio algo apurado y forzado, pero que respondió al entusiasmo juvenil por el boricua.
Tras un bis, una nueva entrada de los animadores, lo llamó de regreso al escenario en un guionado tira y afloja en que Pancho Saavedra animó al público a llamar al cantante. La llamada vino con la consiguiente Gavota de Oro, entregada por el público entusiasmado por la fiesta. “Está bonita, está bonita, está bonita”, señaló como si estuviera rapeando. “Ustedes me ponen más nervioso todavía”, agregó para luego rematar con el hit Modelito. En cuanto a la sintonía, el show promedió 22,2 puntos de rating con un peak de 26,2 entre las 22:47 y 22:50.
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