El complejo universo de El Simpatizante, la sátira de HBO con Robert Downey Jr.
Recién estrenada en el canal y en la plataforma Max, la miniserie gira en torno a un agente doble vietnamita que repasa sus vivencias, un personaje camaleónico interpretado en sus diferentes etapas por el australiano Hoa Xuande. En tanto, el actor de Oppenheimer encarna a cuatro personajes que se cruzan con el protagonista en distintos momentos de su vida.
The sympathizer, la premiada novela que el escritor Viet Thanh Nguyen publicó en 2015, a muchos les parecía inadaptable. Dividida en varias líneas temporales y protagonizaba por un personaje escurridizo, la historia generaba fascinación pero llevarla a la pantalla parecía una tarea titánica.
El cineasta surcoreano Park Chan-wook y el realizador canadiense Don McKellar, respaldados por HBO y A24, tomaron el desafío. El resultado es El simpatizante, una miniserie de siete capítulos que acaba de llegar a HBO y Max y que se posiciona como uno de los títulos imprescindibles de 2024.
La producción gira en torno al Capitán (Hoa Xuande), un hijo de una vietnamita y un francés que es obligado a confesar en un campo de reeducación de Vietnam del Norte. Su reclusión es la excusa para revivir las experiencias que vivió cuando era más joven: los años en que trabajó como agente encubierto en la policía secreta de Vietnam del Sur, su estadía en Estados Unidos tras el fin de la guerra, y su regreso a su país para enfrentar sus pecados.
Ese recorrido también se detiene en las filmaciones de The Hamlet, una película dirigida por un reputado cineasta (Robert Downey Jr.) que es sospechosamente parecida a Apocalipsis ahora (1979). Allí, como asesor técnico, su principal objetivo consiste en que los personajes vietnamitas de la trama tengan al menos una línea de diálogo.
Recién estrenada (el próximo domingo llega el segundo episodio), la serie ha generado admiración en buena parte de la crítica, que ha destacado sus actuaciones y la capacidad para sintetizar su historia sin perder las virtudes del libro en el que se basa.
“Al igual que las actuaciones de Xuande y Downey, y como la novela de Nguyen, esta adaptación tiene profundidad. Transmite más que un simple mensaje para llevar a casa”, apuntó la revista Time, llamando a la ficción “vibrante y fiel, pero a menudo audaz”.
“El simpatizante es leal tanto a las ideas de Nguyen como a su trama (…) Transmite la sensación del mundo loco y enloquecedor de Nguyen en lugar de simplemente recitar las conclusiones previstas por el autor”, opinó Variety.
Si bien reconoció que puede resultar “abrumadora”, IndieWire destacó la actuación “con capas y profundamente sentida” de Hoa Xuande como el factor que aglutina las mayores fortalezas de la serie. “Tiene que interpretar al Capitán como un camaleón, un hombre que, en un momento dado, tiene que ser él mismo y quien los demás quieran que sea”, indicó.
En tanto, Robert Downey Jr. se hace cargo de cuatro personajes: un agente de la CIA que asesora al protagonista, un profesor de “estudios orientales”, un congresista estadounidense y Nicos, el director responsable de The Hamlet.
A juicio de la revista Time, se le ve particularmente cómodo como este último personaje, “un arrogante sustituto de Francis Ford Coppola al que se hace referencia como el Autor”.
“Todos los aspectos de la hegemonía estadounidense (política, cultura, erudición, estado de seguridad) comparten la misma cara. Los múltiples papeles de Downey también parecen una réplica al trato que Hollywood da a los personajes y actores asiáticos como intercambiables”, advirtió el medio.
Rolling Stone, que describió a la producción como “muy, muy oscura y divertida”, se quedó con la actuación de Hoa Xuande “Principalmente es fácil e interesante de seguir porque Hoa Xuande es muy bueno en el papel principal”, expresó. “Si el personaje a veces parece escrito como una tesis ambulante, Xuande lo interpreta con la mezcla justa de humor irónico y vulnerabilidad”.
Por su parte, The Hollywood Reporter pronosticó que Downey Jr. triunfará en la próxima edición de los Emmy, aunque compartió una perspectiva con matices. “Dos cosas pueden ser ciertas: la actuación de Downey en El simpatizante puede ser saludada como una hábil hazaña de gimnasia actoral. Al mismo tiempo, es el punto de apoyo fuera de lugar que con demasiada frecuencia provoca que esta adaptación (…) Pierda su equilibrio tonal y narrativo”.
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