Yo filmé Let it Be en los últimos días de The Beatles (y pensé que los policías nos iban a arrestar en el techo)
Michael Lindsay-Hogg trabajó con The Beatles en el rodaje de sus videos promocionales, los antecedentes de los actuales videoclips, desde mediados de la década de los sesenta. Fue además el director de la película Let it Be, la que fue restaurada y está disponible en el streaming. A tono con el recién confirmado regreso de Paul McCartney al país, el cineasta rememora en exclusiva con Culto sus años trabajando junto a los Fab Four, la cercanía que tuvo con Paul y los secretos de su legendaria película. “Ellos no pidieron que se cambiara nada”.
Cuando el director Michael Lindsay Hogg (Nueva York, 1940) atendió el teléfono, apenas pudo disimular su sorpresa al notar que del otro lado de la línea lo estaban requiriendo desde la oficina que trabajaba con The Beatles. Por entonces, era un joven que se estaba haciendo un nombre en la bullente industria de la televisión por llevar a las estrellas de rock a la pantalla.
“En Londres yo solía dirigir un programa de rock and roll en televisión en vivo, Ready Steady Go. Los Rolling Stones, The Who, The Kinks y los Yardbirds eran artistas frecuentes. Los Beatles solían verlo, ellos ya no hacían apariciones en vivo en televisión porque había demasiadas molestias y problemas de seguridad”, recuerda Lindsay-Hogg a Culto.
Si hay que hablar de nombres que unieron al rock and roll y el cine, Michael Lindsay-Hogg es un ineludible. No solo por dirigir Ready Steady Go, también hizo varios videos para los Stones y estuvo a cargo del célebre especial The Rolling Stones Rock and Roll Circus. Asimismo, ha dirigido películas de conciertos para artistas como Simon & Garfunkel, Neil Young, entre otros. En el cine, ha destacado por filmes como Objeto de seducción (1991), con Andie McDowell y John Malkovich en los protagónicos.
Fue mayo de 1966 fue un momento clave en su trayectoria. The Beatles estaban por lanzar su nuevo sencillo, la optimista Paperback Writer, de McCartney, con la psicodélica Rain, de Lennon, en la cara B. Como en cada ocasión que salían fuera del estudio Abbey Road, las fans generaban un alboroto de aquellos, no tenían ganas de ir a la TV para hacer promoción. Fue ahí cuando llamaron a Lindsay-Hogg para concretar una idea.
“Me pidieron que viniera y discutiera hacer algunas promociones para ellos. Las ‘promos’ eran como se conocía entonces a los videos, las películas ‘promocionales’”, rememora el cineasta. La idea era rodar esas ‘promos’, enviarlas a las estaciones de TV de todo el mundo, y así los músicos evitaban todo el jaleo. Es decir, algo así como los videoclips de la actualidad y Lindsay-Hogg no duda cuando se le pregunta si se considera un precursor. “Creo que, sin importar cómo surgió, estar en el lugar correcto, en el momento correcto y trabajar con quienes trabajé, The Beatles, The Rolling Stones, The Who, prácticamente inventé el video de Rock and Roll”.
En esa primera experiencia, Lindsay-Hogg trabajó con The Beatles en dos tandas; el jueves 19 de mayo de 1966 llegó hasta el estudio uno de Abbey Road, y los filmó en un sobrio blanco y negro doblando Paperback Writer y Rain. Al día siguiente grabaron más material a todo color, esta vez al aire libre, en la antigua casona de Chiswick House, en el oeste de Londres. El director dice que estas últimas fueron sus favoritas. “Me gustaron las versiones al aire libre de Paperback Writer y Rain. Me alegró salir de los confines del estudio”.
Esas jornadas compartiendo con el grupo forjaron un vínculo. No era fácil, porque se sabe que The Beatles eran muy reservados con su intimidad. Pero Michael Lindsay- Hogg se ganó la consideración de los de Liverpool, quienes no dudaban en llamarlo cuando tenían algún proyecto entre manos. Así ocurrió un par de años después, en 1968, cuando decidieron rodar otras “promos”, esta vez para las canciones Hey Jude y Revolution en los estudios Twickenham. El primero es recordado porque los Fab Four se hicieron acompañar por una muchedumbre para cantar el largo estribillo final (aquel del “na na na naa, Hey Jude”). Pero esa multitud, sacada de los días de los happy sixties y la resaca del “verano del amor”, fue preparada con sumo cuidado.
“La multitud que cantaba en el vídeo de Hey Jude fue elegida a propósito -explica Michael Lindsay-Hogg a Culto-. Paul McCartney y yo pensamos que el largo coro de Hey Jude necesitaba algo extra, no podíamos simplemente estar con The Beatles durante esos 4 minutos. Pero fuimos exigentes con la composición de la multitud, no sólo queríamos miembros del club de fans, sino personas que representaran a Inglaterra tal como era en ese momento en 1968: amas de casa, niños, personas mayores, el cartero del pueblo y especialmente gente de color, negros y morenos. Inglaterra había cambiado mucho desde que el país era predominantemente blanco. The Beatles habían nacido durante la Segunda Guerra Mundial y el país estaba lleno de ciudadanos de lo que alguna vez fue la Commonwealth. Así queríamos especialmente que una o dos personas usaran el sombrero más elegante, el turbante”.
¿Con cuál de los Beatles se sentía más cercano?¿había uno con el que hablara más a menudo?
A lo largo de los años, he conocido mejor a Paul porque después de que terminaron los Beatles, hice videos para Wings, incluido Mull of Kintyre, cerca de su casa en Escocia. También le tenía mucho cariño a su primera esposa, Linda, a pesar de lo americana que era. Ella era divertida, inteligente y fuerte.
Los días de Let it Be: “Los Beatles no pidieron que se cambiara nada”
Vestido de chaqueta, y con su infaltable puro en la mano izquierda, Michael Lindsay-Hogg, llegó hasta los estudios Twickenham, en el frío enero de 1969. Los Beatles le habían convocado para dirigir un especial televisivo, pero tras unos días de ensayos marcados por la tensión, que incluyó renuncia (y regreso) de George Harrison al grupo, la idea derivó hacia un documental también dirigido por Lindsay-Hogg, la película Let it Be, que se estrenó en mayo de 1970, apenas unas semanas tras el anuncio de la separación de la banda.
Durante años, Let it Be fue una pieza incómoda para The Beatles, precisamente porque quedó vinculada a sus días finales. Por ello estuvo disponible solo en ediciones de VHS y Blu Ray de baja calidad, que no le hacían justicia al material. En 2021, el director Peter Jackson tomó todo el metraje y trabajó una nueva serie documental, Get Back, que de alguna forma retrata la trastienda de la película original. Pero este año por fin volvió a estar disponible en una versión restaurada en imagen y sonido, en la plataforma Disney+.
“Let It Be, que ahora está en Disney+, es la misma película que se estrenó en 1970 -explica Lindsay-Hogg-. Pero el negativo ha sido limpiado y formateado para streaming por Peter Jackson y su equipo en Nueva Zelanda, usando la misma tecnología que usó para Get Back, el maravilloso documental de 8 horas que se hizo con el metraje extra que filmé pero que no usé en la película. Let It Be siempre iba a estrenarse en cines y tendría una duración de 80 o 90 minutos”.
Pese al aura de pesadumbre y tensión que se suele asociar a las sesiones de Twickenham (luego trasladadas al estudio del sótano de Apple en Savile Row), Lindsay-Hogg dice que no notó mayor cambio en el ambiente de trabajo durante esos días. “Los Beatles trabajaron más o menos igual dondequiera que estuvieran. Ellos trataban de descubrir qué hacía que una canción fuera mejor. Les gustó el estudio de Apple porque les gustaba más la acústica allí”.
¿The Beatles le pidieron que cortara alguna escena de la película antes de estrenarla? por ejemplo, la escena en la que Paul y George discuten por un solo de guitarra.
Los Beatles no intervinieron en mi edición. No pidieron que se cambiara nada. La famosa escena en la que Paul y George hablan sobre cómo tocar una parte de guitarra que pareció sorprender al público cuando se estrenó la película (¡Paul y George están peleando!), ellos no lo veían más que como una discusión artística entre dos músicos y amigos, que podía tener lugar diez veces por semana, como sucede en otras formas de arte, ensayos en cine, teatro, etc.
¿Le sorprendió la renuncia de George Harrison en pleno rodaje?
No, no me sorprendió mucho que George abandonara las sesiones durante aproximadamente una semana. Estaba frustrado por no poder lograr que Paul y John prestaran tanta atención a sus canciones como a las de ellos. Pero así había sido desde que eran adolescentes. Ahora, George sabía que él también era un verdadero compositor, como lo ha demostrado la Historia. Tampoco me sorprendió cuando regresó.
¿Cuál es su escena favorita de Let it Be?
Me encantan todas las escenas de la película y todas están ahí por una razón. Pero el concierto del techo es mágico. La forma en que tocan con y para los demás, su alegría y camaradería, es realmente muy conmovedora.
La secuencia del concierto en la azotea del edificio de Apple, filmada el 30 de enero de 1969, en el penúltimo día de rodaje, le daba a Lindsay-Hogg el final que deseaba para la película. Durante semanas les había insistido a los Beatles con la idea de que igualmente tocaran ante público, incluso les lanzó la idea de hacerlo en un antiguo anfiteatro romano en Libia, pero logró que subieran a tocar al tejado.
No fue fácil, casi de inmediato desde las oficinas cercanas llamaron a la policía para acabar con esa improvisada sesión de rock and roll al aire libre. Y así llegaron unos diligentes bobbys a solicitar que terminaran de inmediato con el bullicio o serían arrestados.
“Pensé que nos arrestarían a todos cuando la policía apareció en el tejado -recuerda Michael Lindsay-Hogg-. Eran serios y tenían un trabajo que hacer, reaccionaban a las quejas y no querían quedar en ridículo. Mal (Evans, el asistente del grupo) fue arrestado, pero Paul consiguió que no siguieran adelante. Una vez que terminó, se acabó”.
Paul McCartney regresará a Chile para un concierto a fin de este año, en su opinión, ¿qué explica la popularidad que tiene la música de The Beatles hasta el día de hoy?
The Beatles han durado, y seguirán durando, porque llegaron al mundo en el momento adecuado y porque con sus canciones ‘alegres’ y sus canciones serias o reflexivas o conmovedoras, dieron mucho al mundo.
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