El café expresso es un brebaje concentrado que llega muy rápido de la cafetera a la taza, en apenas 25 segundos, preparado con agua a 88 °C y 9 bares de presión. Un golpe directo de café negro, básicamente. De alguna forma, esa sensación de intensidad fue la que gatilló en Sabrina Carpenter (Pensilvania, 1999), la idea de comparar el brebaje con lo que siente un ex tras la ruptura. Así surgió Espresso. Sorprendentemente, se volvió un éxito. De hecho, Rolling Stone le dio el siempre deseado titulo de hit del verano boreal.
A la manera de las estrellas pop, Sabrina Carpenter escribió la espumosa canción junto a sus habituales colaboradores, Amy Allen, Steph Jones y el productor Julian Bunetta. “La canción trata sobre ver la feminidad como tu superpoder y abrazar la confianza de ser esa perra”, dijo la cantante a Vogue . “Desde el día que escuché la canción, vi una atmósfera de playa, y más específicamente este tipo de ambiente de la vieja escuela [y] moderno. [Quería capturar] la alegría que me gusta usar en todos mis videos. También para ser sincera, sólo quería un vagón de piscina”.
La canción fue un éxito viral y también tuvo un buen rendimiento en el Billboard Hot 100, donde trepó hasta el puesto 3 y se ha mantenido por 10 semanas en el chart. Era su mejor marca hasta ahora, pero su sencillo más reciente Please, please, please, le dio el primer número uno de su carrera en el mismo listado, mientras, Espresso sigue alternando entre los cinco primeros puestos. En números, es la mejor temporada de su carrera y le sube la expectativa al álbum que va a lanzar este año, Short n’ Sweet.
Sobre Please, please, please (escrita por Carpenter junto a Allen y a Jack Antonoff, el colaborador habitual de Taylor Swift), hay una línea (”Escuché que eres actor, así que actúa como un hombre de comedia”), que ha levantado la especulación que hace referencia a su novio, el actor irlandés Barry Keoghan (Dunkerque, Saltburn). El habitual -y bien estudiado- misterio, se alimentó porque además Keoghan participa en el videoclip, con quien hace una suerte de pareja explosiva, a la manera de Syd y Nancy. Allí son dos personajes que se conocen en la cárcel; en el video de Espresso, Sabrina termina detenida y esta es una suerte de continuación. “Tuve mucha suerte de tener a Barry Keoghan en el vídeo porque es simplemente mágico en la pantalla”, dijo la misma cantante.
De alguna forma, el éxito de este año se podía olfatear desde 2023. Esa temporada logro imponer el hit Feather (que trepó hasta al puesto 21 en el Billboard Hot 100) y fue la artista invitada como número de apertura al faraónico Eras Tour, de Taylor Swift; un sueño para ella, ya que es una declarada “swiftie”, de hecho, a los 9 años publicó su primer video en YouTube, una versión de Picture to Burn.
“Cuando me enteré por primera vez, fue a través de un mensaje de texto y había muchos emojis y signos de exclamación. Así fue realmente como sucedió; No fue a través de los gerentes ni nada por el estilo. Cuando Taylor me envió un mensaje de texto y me preguntó si quería ir de gira con ella, tiré mi teléfono al otro lado de la habitación”, comentó la misma Sabrina.
Para el redactor de Billboard, Jason Lipshutz, el ascenso de Carpenter ha sido una escalada sostenida. “Espresso abrió las compuertas para Sabrina Carpenter como artista pop de primera categoría, pero se podría haber argumentado que seguía siendo una maravilla de un solo éxito, ya que logró su primer éxito en el top 20 con un estribillo innegable. Sin embargo, el ascenso de Please please please borra cualquier duda de que Carpenter se encuentra entre los mejores del pop, especialmente considerando que subió más alto que Espresso, con un estribillo menos inmediato y un enfoque más sutil”.
Esta temporada, además, Sabrina Carpenter fue parte del festival Coachella, con una comentada presentación. El alcance de su nombre tuvo otro paso clave cuando fue invitada por primera vez como estrella a Saturday Night Live, uno de los mayores espacios de exposición televisiva en Estados Unidos. Un éxito que consolida una carrera que ya alcanza una década, con cinco discos de estudio publicados hasta ahora.
La de Sabrina Carpenter, es ante todo una historia de persistencia. Al igual que otras estrellas, sus inicios se vincularon a la factoría del imperio Disney; participó en series de la compañía como Girl Meets World y sus primeros sencillos, como figura de teen pop, tuvieron alta rotación en Radio Disney. Su primer disco, Eyes Wide Open (2015) la presentaba como una figura juvenil.
Pero la misma artista ha señalado que le llevo tiempo sacarse de encima esa etiqueta. “La música anterior mostraba una faceta de sí misma que no sentía auténtica en ese momento”, dijo a Vogue. Con el tiempo acumulo varios giros, sencillos que no explotaron y un difícil cambio a la discográfica Island Records en 2021. De alguna forma, a sus 25 está logrando la ansiada notoriedad una identidad artística más allá de su vínculo inicial con Disney, y se suma a la pléyade de estrellas pop del momento, en el mismo año en que Dua Lipa publicó su esperado regreso discográfico, Radical Optimism y su ídola Taylor Swift publicó un ambicioso, pero poco sustancioso álbum.