Tres libros para entender a Kamala Harris

Este volumen del periodista Dan Morain, del Los Angeles Times, es el resultado del seguimiento que el profesional hizo a Harris desde el inicio de su carrera. Y traza un retrato muy redondo de la actual vicepresidenta, encara, primeramente su dimensión profesional, cuando se inició como fiscal especializada en abusos a menores. “La Kamala Harris que la gente conoce es dura, inteligente, ingeniosa y exigente. Como fiscal, sus argumentos agudos son legendarios, pero se muestra más reticente cuando tiene que hablar de sí misma, incluso en sus memorias”.

Además, aborda una relación sentimental que tuvo a los 29 años con Willie Brown, el entonces alcalde de San Francisco, y el hombre más poderoso del estado de California. “Fue una relación que duró cinco años y que terminó cambiando por completo la vida de Kamala”. Y por supuesto, su lado más humano e íntimo. “Creció siendo la hija mayor de una madre soltera, una investigadora especializada en cáncer que emigró de la India a los diecinueve años en busca de una educación mejor. Se separó de su marido, un economista originario de Jamaica, cuando Kamala tenía cinco años”. Además, aborda su frustrada candidatura presidencial de 2020.

Esta es una biografía de la española María Ramírez, en que se enfoca cómo ha impactado su presencia en la política de los Estados Unidos. “Kamala Harris es una persona poco convencional y su historia representa lo mejor de Estados Unidos. Hija de una madre india y un padre jamaicano, Kamala se ha convertido en una de las políticas más poderosas de su país y en una pionera”. Incluso aborda el vínculo que ella mantiene con su ascendencia de la India: “Todavía hoy, Harris siente la necesidad de explicar su propio nombre: se pronuncia ‘Kám-ala’ —o, como dice ella, ‘igual que el signo de puntuación’ en inglés—, es muy común en la India y significa ‘flor de loto’”, cuenta Martínez.

“La elección de Kamala Harris es la culminación de un cambio que se ha acelerado en los últimos años. En 2016, por ejemplo, se presentaron a la Cámara de Representantes cincuenta y cinco mujeres negras, latinas, nativas americanas, de origen asiático o multirracial. En 2020, fueron ciento quince, más que nunca en la historia del país, según el recuento del Center for American Women and Politics de la Universidad Rutgers”, asegura. Y sobre su trayectoria como fiscal en California, asegura que supo negociar “desde una posición de fuerza y con la ley en la mano”.

En la política de los Estados Unidos, hacer una autobiografía es casi una tradición. Los expresidentes suelen escribirlas como Memorias. Kamala Harris, siendo vicepresidenta, también se metió a ese género y en 2021 publicó sus memorias y que en castellano publica Planeta. Básicamente, es su historia relatada por ella misma, con todas las omisiones que los personajes de ese calibre suelen hacer. Recuerda su historia personal y profesional, y comenta -con algo de emoción- el momento en que cuando apenas se iniciaba como becaria en la Fiscalía de California consiguió que se liberara a una mujer que había sido detenida por error en un operativo antidrogas.

“Fui a toda prisa a ver al secretario del juzgado y le pedí que se le tomara declaración ese mismo día. Se lo rogué. Se lo supliqué. Si el juez pudiera volver al tribunal solo cinco minutos, podríamos dejarla en libertad. En lo único en lo que era capaz de pensar era en su familia y en el miedo de sus hijos. Al final, cuando los minutos del día ya casi se agotaban, el juez volvió”. Y ese momento, al lograr su cometido, Harris no lo olvidó. “Fue un momento decisivo en mi vida. Fue la materialización de que, incluso en los márgenes del sistema de justicia penal, hay mucho en juego, sobre todo a nivel humano. Entendí que, incluso con las limitadas atribuciones de un becario, las personas que se preocupan pueden hacer justicia. Fue revelador, un momento que demostraba lo importante que era contar con personas compasivas trabajando como fiscales. Años antes de ser elegida para dirigir una importante fiscalía, esta fue una de mis victorias más notables. Sabía que ella se había ido a casa. Y supe el tipo de trabajo que quería hacer y a quién quería servir”.