Ayo Edebiri, la actriz de El Oso que está en todos lados: “Dirigir uno de los episodios fue genial”
Aunque comenzó su carrera como comediante y guionista, su carrera explotó al interpretar a Sydney Adamu en la serie ambientada en un restaurante de Chicago, un papel con el que ya ha ganado los principales premios de la televisión. Ahora presenta su tercera temporada, donde hace su primera incursión como directora, y presta su voz a uno de los personajes nuevos de Intensa-mente 2.
Ayo Edebiri (Boston, 1995) no pensaba que la actuación podía ser una profesión viable. De hecho, primero estudió en la Universidad de Nueva York para convertirse en profesora. A los dos años y medio abandonó ese camino y se cambió a un programa de escritura dramática. En ese espacio, más abierto a las artes, conoció a Rachel Sennott (Shiva baby), quien la alentó a que se presentará como comediante en el departamento de un conocido.
Ese debut frente al público fue el detonante para comenzar un recorrido por el circuito de stand-up de Brooklyn y Manhattan, y para que decidiera, una vez que completó su carrera, mudarse a Los Angeles. En Hollywood trabajó como asistente de producción, pero también logró que su faceta como guionista despegara, al unirse a los equipos de series como Sunnyside y Dickinson. Su primer crédito como actriz lo obtuvo recién en 2020, cuando empezó a prestarle su voz a Missy en la serie animada de Netflix Big mouth.
Cualquier interés por mantener cierto anonimato se rompió dos años después, con el estreno de la primera temporada de El Oso, que se convirtió en un fenómeno al instante. Parte importante de la conversación se dirigió a su personaje, Sydney Adamu, la sous-chef del restaurante de Chicago en el que se ambienta la frenética historia. En otros momentos de su vida había sido mesera, barista y anfitriona, pero tuvo que prepararse para la ocasión tomando clases en el Instituto de Educación Culinaria en Pasadena y trabajando con chefs profesionales.
El esfuerzo de Edebiri valió la pena: su actuación en los dos primeros ciclos de la producción le permitió triunfar en los Emmy, en los Globos de Oro y en los Premios del Sindicato de Actores. Actualmente está nuevamente nominada a los Emmy, en esta ocasión como Mejor actriz de serie de comedia (no como Mejor actriz de reparto), y seguramente volverá a ser candidata el año que viene, gracias a la recién estrenada tercera temporada (disponible en la plataforma Disney+).
La nueva tanda de episodios se centra en los esfuerzos del equipo por alcanzar la excelencia culinaria y obtener la estrella Michelin que Carmy (Jeremy Allen White) tanto anhela. También explora el escenario que se configura después de que el protagonista le propone a Sydney convertirse en socios, un paso más allá para un vínculo definido por las reglas de la cocina.
“Una de las cosas con las que tratamos en esta temporada es qué significa eso para Sydney y qué significaría ese siguiente paso para su relación con Carmy, que es alguien a quien creo que realmente admiraba, pero ahora están en medio de hacer negocios. Y creo que eso es mucho más caótico de lo que ellos podrían haber idealizado antes de que realmente comenzaran a trabajar juntos”, explica en una conferencia a la que asiste Culto.
La actriz se detiene en otra clave del regreso de la ficción: el duelo, algo que se manifiesta a través del protagonista, pero también a través de otras figuras. “Ese es uno de los hilos conductores de la serie, así que creo que está en proceso de ser abordado por diferentes personajes de diferentes maneras en esta temporada”, apunta.
La entrega más reciente de El Oso tuvo un sabor diferente para Edebiri, porque le presentó la oportunidad de dirigir uno de los capítulos: el sexto, titulado Napkins y enfocado en el pasado de Tina (Liza Colón-Zayas), otra de las integrantes del restaurante de la trama. “Me encantaría trabajar con Liza de esa manera”, recuerda que le dijo a Christopher Storer, el creador de la producción.
“Dirigir fue genial. Realmente me encantó. Es como un sueño poder trabajar con nuestro equipo como actriz. Y entonces supongo que, por la extensión que implica dirigir, ese sentimiento solo se amplificó. Estaba tan impresionada y conmovida todos los días”, señala, asegurando que “pensé que este era quizás el mejor trabajo del mundo. O empatado en el primer puesto, al menos, con la actuación. Sí, fue realmente maravilloso”.
A medida que ha profundizado en Sydney –y en el mundo que habita– ha podido constatar que existen ciertos paralelos entre su propia profesión y la que interpreta en la ficción. “Creo que recuerdo haber tenido muchas conversaciones sobre lo similares que pueden sentirse nuestras industrias. Especialmente al ser mujer y cómo, si hay algo remotamente marginalizado de ti a la vista, esos sentimientos pueden profundizarse”.
En el cine su rol más reciente es Envidia en la versión original de Intensa-mente 2, consolidada como la película número uno del año y como la cinta animada más taquillera de todos los tiempos. Ya confirmó su participación en el retorno a la dirección de James L. Brooks y en el nuevo filme de Luca Guadagnino, por lo que su presencia se seguirá ampliando en la pantalla grande.
En televisión irrumpirá con el cuarto ciclo de El Oso, que probablemente llegará en 2025. “Estoy muy orgullosa del trabajo que todos seguimos haciendo”, cierra.
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