Fran Healy de Travis: “Yo crecí pobre, sé el valor de una entrada y no quiero sentir que no le he dado valor a un show”

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Fran Healy de Travis: “Yo crecí pobre, sé el valor de una entrada y no quiero sentir que no le he dado valor a un show”

El compositor y cantante de la banda escocesa se alista para su regreso al país, en noviembre próximo. Antes, conversa con Culto sobre sus recuerdos del país, su fuerte ética para los conciertos y las claves de LA Times, el disco que acaban de publicar y que considera el más personal en años, al estar cruzado por una serie de dificultades que debió sortear, desde el divorcio, la muerte de un amigo y la ruptura con su manager. “No creo que los tiempos difíciles. O te quedas con ello o te bajas del barco”, dice.


Famoso por su dulzor, el pisco sour es una preparación tan sabrosa como engañadora, que puede jugarle una mala pasada a quien no maneja sus secretos. Así le sucedió a Francis “Fran” Healy (Stafford, 1973), en una de las últimas visitas que hizo a Chile para tocar junto a su banda, Travis. El británico no conocía el brebaje y se llevó una sorpresa.

“Recuerdo estar sentado en el bar con los pisco sours, emborrachándome mucho después del show -comenta a Culto vía Zoom-. No me daba cuenta de lo alcohólicas que eran estas bebidas. Sólo pensé, son realmente dulces, muy agradables. Nunca he estado tan borracho en mi vida, no lo creo. Fue como ¿por qué nadie me dijo que eran bebidas alcohólicas? Me sentí como si estuviera bebiendo un refresco pop de un niño”.

Además de volver a beber algún pisco sour, Francis Healy tocará nuevamente en Chile con Travis el próximo 11 de noviembre en el Movistar Arena. El hito es parte de la próxima gira latinoamericana del grupo, que incluirá pasadas por Brasil, Argentina, Perú y México. Será su cuarta presentación en el país, tras sus shows anteriores en 2007, 2013 y 2016.

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Travis Photo: Steve Gullick

Healy promete un espectáculo de alto vuelo. Los conciertos de Travis suelen ser emotivos y cargados a los hits, sin concesiones. “Toco cada show, cada actuación como si pudiera morir mañana, porque eso me podría pasar y sería una mierda si el último concierto que tocaste fue una basura. Entonces pones cada pizca de energía que tienes en eso”, dice Healy.

Pero el músico también apunta a la vieja máxima del espectáculo de darle al espectador lo que quiere. “La gente paga dinero por una entrada para venir a ver tu show. Eso es algo que no se me escapa. Yo crecí pobre, no iba a espectáculos. Luego, cuando empecé a ir, tuve que ahorrar dinero para pagar la entrada. Conozco el valor de una entrada, y no quiero sentir nunca que no he dado a alguien valor por esa entrada. El público no acude a verme a mí, sino que yo voy a tocar para ellos. Siento que el de Chile y Latinoamérica es un público que entiende esto y quieren tener una buena noche. Así que cuando tienes una banda como nosotros, un público como el chileno explota. Es genial”.

Gracias a sus sencillos como Sing, Why does it always rain on me?, Closer, entre otros, Travis se volvió uno de los proyectos más reconocidos de los últimos treinta años, por su propuesta musical accesible y construida con efectivos ganchos melódicos. Fue a fines de los noventa cuando su segundo álbum, The Man Who (1999), los sacó del anonimato para volverlos figuras internacionales.

Esta temporada acaban de publicar LA Times, el décimo disco de estudio de su carrera y que según Healy, habitual compositor y cantante del grupo, se trata de un trabajo muy personal. Un álbum de 10 canciones, cargadas de sensaciones que evocan sus acontecidos últimos años. “Mi mejor amigo falleció de cáncer en 2021, cuando tenía 50 años. Fue el primero de nuestro grupo de amigos en morir, así que fue una gran pérdida. Luego me separé de mi esposa, Nora, tras 25 años de matrimonio. También despedí a mi manager, luego de 25 años, así que hay un montón de grandes movimientos, especialmente recuperar tu banda de tu manager, porque ellos te guardan tu banda como si fuera un auto”.

TRAVIS LA TIMES COVER

¿Y cómo estaba mantenido ese auto?

Bueno, le dices al tipo “cuida mi auto”, pero luego vuelves y no lo han lavado, las ruedas están pinchadas, no le han cambiado aceite. Pero te sientas en el auto, y adentro todo está impecable, está perfecto, entonces fue como ¿sabes? ¡devuélveme las llaves de mi auto! Así que lo recuperamos; lo pulimos, pusimos aire en los neumáticos, cambiamos el aceite y ahora, lo sientes como un maldito Ferrari. Así es como se siente. He tenido un montón de dificultades en las que me tengo que sumergir, pero no creo que los tiempos difíciles, no rehuyo la mierda dura. O te quedas con ello o te bajas del barco. Pero si te bajas del barco, no vuelves. Así que ha sido un viaje duro en los últimos años, pero es bueno. Lo conviertes en canciones o empapas tu álbum con él”.

El sencillo Gaslight, es una de esas canciones personales. En el argot anglosajón, es la palabra con la que se identifica a la manipulación psicológica por parte de una persona, generalmente durante un período prolongado de tiempo, que hace que la víctima cuestione la validez de sus propios pensamientos. Esa idea, Healy la volvió una canción de ritmo marchoso y sonoridad optimista. “Si tienes a alguien que te hace eso todo el tiempo durante mucho tiempo, empiezas a sentir que te estás volviendo loco, porque están jodiendo con tu realidad -dice-. Y los políticos lo hacen, son increíbles en eso. Todos se lo hacen a todos en algún momento. Y esta canción es para unas personas en particular y ellos saben quiénes son. No necesitas saber quiénes son, pero ellos lo saben. Y me encanta, porque es la mejor manera de darle una lección a alguien; escribes una canción, luego la ponen en la radio, y esa persona lo sabe”.

Apoyado por la producción musical de Tony Hoffer (Air, Beck, Phoenix), Francis Healy escribió la mayor parte de las canciones de LA Times en su estudio de Skid Row, Los Ángeles, la soleada ciudad del sur de California en la que reside desde hace una década. “Lo mejor de LA es la naturaleza. Puedes caminar por las montañas y ver vida salvaje, ciervos, serpientes, todo eso. Es el paraíso, pero también es un cuadro de Hieronymus Bosch en lo que se refiere al lado humano. Simplemente porque la gente no tiene la oportunidad de interactuar lo suficiente con los demás para saber cómo ser correctamente un ser humano. En LA conocerás a la gente más rara y creo que tiene mucho que ver con el hecho de que todo está por zonas, tienen sus propias pequeñas comunidades, pero no hay un lugar común donde todo el mundo se reúna”.

Las entradas para ver a Travis en Chile están disponibles vía Puntoticket.

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