Una cosa llevó a la otra. Corría 1993, cuando el fotógrafo Michael Spencer Jones fue contactado para hacer un trabajo por encargo de una oscura banda de Manchester llamada Oasis, liderada por los hermanos Noel y Liam Gallagher. “Noel había visto mis fotografías en las portadas de The Verve, así que expresaron su interés en que yo hiciera la fotografía y el diseño de las carátulas”, cuenta al teléfono con Culto desde Reino Unido.
Pronto la banda y el fotógrafo tuvieron su primer encuentro. “La sesión que hice con ellos cuando los conocí salió muy bien, así que eso lo selló todo. Eso me llevó al primer trabajo de hacer la portada del single Supersonic, luego hice la portada de Shakemaker y luego hice la de Live Forever, que era una imagen encontrada”. Ahí ya habían afianzado un lazo profesional.
Spencer Jones aún recuerda la impresión que se hizo sobre los hermanos Gallagher al conocerlos. “Mi primera impresión cuando me reuní con ellos en el estudio fue que Noel parecía ser el tipo de persona que estaba orquestando todo, parecía ser la persona a cargo, sin duda. Un tipo con una ética de trabajo muy centrado y diligente. En cuanto a Liam, sabía cómo era antes de conocerlo, porque me había topado con él, pero no lo había visto antes. Así que cuando fui al estudio, estaban grabando las maquetas del álbum, me dijeron este es Liam Gallagher. Pensé que era una estrella de rock completamente formada desde el principio. Todo estaba completo, tenía una cara que encarnaba la calidad del estrellato, es tan fotogénico”.
Por ello es que el grupo no dudó pedir a Spencer Jones para que hiciera la portada de su álbum debut, Definitely Maybe, lanzado hace 30 años, en agosto de 1994. El concepto original de Noel para la portada se basaba en una foto de los Beatles tomada en Japón que figura en la contratapa del recopilatorio A Collection of Beatles Oldies, donde están reunidos alrededor de una mesa. La idea era hacer algo similar en el comedor de la casa del guitarrista Paul “Bonehead” Arthurs, en West Didsbury, donde vivía con su esposa, Kate.
Pero la idea no prosperó. “Fui a hacer un reconocimiento para ver la casa de Bonehead y al ver el comedor me quedé bastante sorprendido por el tamaño de la habitación, la falta de estética y la mesa. Mi fuerte es elegir localizaciones, así que no estaba del todo feliz por el hecho de que no había elegido este lugar para algo tan importante. Pero cuando vi el comedor, simplemente me negué a rodar ahí”.
Decepcionado, el fotógrafo miró a su alrededor y notó otro rincón de la casa. “Vi el salón con el ventanal, y dije, si realmente tenemos que hacerlo en la casa de “Bonehead”, entonces tendremos que rodar en el salón, que es lo que hicimos finalmente”.
Así llegó el martes 31 de mayo de 1994. Cerca del mediodía, Spencer Jones llegó hasta la casa en el No.10 de Stratford Avenue. “Había una gran multitud de personas, la mayoría de las cuales no conocía. Así que estaba un poco desconcertado por eso”, recuerda el fotógrafo. El grupo junto a sus amigotes estaban pasándosela en grande, bebiendo cerveza y fumando. Y aunque sorprendido, el fotógrafo debió trabajar en esas condiciones. “Cuando yo estaba haciendo las tomas de ellos, eso nunca fue un problema. Fueron muy profesionales, era simplemente genial para pasar el rato. Así que lo acepté. Ya sabes, lo que veías era lo real, ese era su estilo de vida. Y fue genial. Mientras que con algunas bandas sólo quieres ir a casa al final del día”.
Una vez en el lugar, hubo que resolver algunos problemas. “El salón es muy pequeño, así que apenas podía entrar toda la habitación en el lente. Tuve que poner un gran angular para que entrara toda la habitación. Y cuando lo hice, de repente todas estas tablas del suelo aparecieron en el encuadre. Las tablas del suelo tienen líneas fuertes y distraen mucho. Fue entonces cuando se me ocurrió tener a Liam tumbado en el suelo”.
Liam ya había salido de pie en la portada del single Supersonic, así que la idea era no repetirse. “Había estado yendo a este museo de ciencias en Manchester con la sección de Egiptología. Y toda esa noción de yacer en ese estado de preservación, como que vino de eso”, dice Spencer. “No hay muchos cantantes principales que aceptarían hacer eso, pero por suerte él aceptó hacerlo y fue genial. Y es gracioso porque todas las fotos que tomé mientras estaba tumbado en el suelo, no se le movía ni un músculo”.
Antes de la sesión, se le había pedido al grupo que llevaran algunos objetos personales para decorar la sala. Diligente, Bonehead, se apuntó con la fotografía del célebre George Best, que está apoyada en un ventanal. “Siempre se referían a él como el quinto Beatle, a pesar de que jugaba para el Manchester United”, dice Spencer en referencia al fanatismo de los Gallagher por el Manchester City.
Mientras, Phil Smith, amigo de Noel y roadie de la banda, llevó dos de los objetos más notorios en la portada: la foto de Burt Bacharach (quien era uno de los ídolos de Noel) y el enorme globo terráqueo que parece flotar desde un punto del salón.
Para lograr el truco, Spencer usó un hilo de nylon que llevaba consigo para colgar el globo. Como la película que usó para la sesión era de proceso lento, le daba un tiempo para intentar una idea. “Ya que es una exposición de dos a tres segundos, lo que hice antes de cada disparo fue girar el balón. Así apareció borrosa en la película y se vería como si estuviera girando”, cuenta.
Para la foto que finalmente se ocupó de contraportada, Spencer repitió el truco del globo, esta vez girando sobre la mano izquierda de Noel. “Pensé que sería una buena idea si Noel estaba sosteniendo el globo en la palma de sus manos y está girando. Y esa idea vino de esas lámparas art deco de la década de 1930, donde tienes una persona y está sosteniendo este globo de cristal, que es la luz. Así que fue una especie de juego”.
Con los años, Spencer Jones ha fotografiado a bandas del calado de The Verve (él hizo la portada del disco Urban Hymns), U2, Suede, entre otros, las que se pueden ver en su sitio web (www.michaelspencerjones.com). Pero no ha olvidado la sensación que le dejó aquella memorable sesión de Defintely Maybe. “En ese momento, cuando estaba tomando las fotos, instintivamente yo sabía que iba a ser buena. Creo que es genial. Es la portada favorita que hice para ellos”.