La carrera por el Premio Nacional de Literatura 2024: la hora de la poesía
Se avecina la entrega de uno de los reconocimientos más relevantes de la literatura chilena y los candidatos oficiales permanecen en el anonimato. Culto recopila los principales nombres que van en una carrera que los mismos nominados señalan como no competitiva.
El Premio Nacional de Literatura está a la vuelta de la esquina. Este año, el reconocimiento destacará la poesía chilena y los candidatos oficiales siguen sin revelarse. Eso sí, hay nombres que suenan con fuerza dentro de la esfera literaria, promovidos por instituciones y colectivos, y otros que se han alojado con mayor discreción en el ansiado listado.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio abrió la convocatoria para postular a los Premios a inicios de mayo—que incluye también el Premio Nacional de Artes Musicales—, y las carpetas podían llegar a la cartera hasta el 5 de julio.
“El Premio Nacional de Literatura se concederá al escritor cuya obra, en cualquier género literario, lo haga acreedor de dicha distinción”, dice el artículo 2 de la Ley 19.169 que regula esta clase de reconocimientos. Asimismo, la legislación plantea que los jurados serán conocidos en el mes de julio y deberán reunirse durante agosto, para emitir un fallo en el plazo máximo de 30 días a contar de su constitución. O sea, por estos días.
El jurado, en esta oportunidad, está compuesto por la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo; la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés; el último ganador, el escritor Hernán Rivera Letelier; la rectora de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y parte del Consejo de Rectores, Elisa Araya Cortez; la integrante de la Academia Chilena de La Lengua, María Eugenia Góngora; y Patricia Fernández y Carlos Cociña, del Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Los candidatos y candidatas
Chile, Tierra de Poetas (1990), dice la cueca del folclorista y actor Jorge Yáñez, una letra que menciona a grandes del rubro, como los nobeles Pablo Neruda y Gabriela Mistral. Así también lo constatan Tomás Harris, Teresa Calderón y Carlos Trujillo, escritores candidatos en esta edición del Premio y que destacan el gran componente poético en tierras nacionales.
“Lo mejor que tiene Chile son sus poetas. Hay una gama muy diversa de voces, miradas, concepciones de mundo y estilos. Esa es la maravilla de la poesía chilena, la gran diversidad. Eso es lo que se valora en todo el mundo”, dice Calderón al teléfono.
Este año, la autora de Causas perdidas (1984) y Género femenino (1989) es apoyada por el Colectivo de Mujeres de las Comunicaciones y la Cultura y la agrupación Poesía en la Austral, compuesta por docentes y alumnos de la Universidad Austral. Ya ha estado nominada antes en dos oportunidades.
El esposo de la poeta, Tomás Harris, también está en la carrera por el Premio. Esta es su segunda nominación y lo respaldan el Doctorado de Literatura Hispánica de la Universidad de Concepción y editorial Oso de Agua. Ya antes lo apoyaron sus colegas de la Biblioteca Nacional de Chile (BNC).
Sobre sus probabilidades de llevarse el reconocimiento, el autor de libros como Cipango (1992) y Los 7 náufragos (1995) reflexiona: “Podría tener más posibilidades, he publicado más cosas, he estado más años dentro del ámbito literario, pero también estoy en la incertidumbre, porque hay muy buenos candidatos como todos los años, sobre todo en poesía”.
Desde Dalcahue, en la Isla de Chiloé, el poeta Carlos Trujillo pausa sus actividades en el campo para responder a Culto. La postulación “me tomó de sorpresa. Casi tres décadas fuera del país hizo que hubiera una especie de olvido, así que ni una invitación a ningún lado… Siete años guardado dentro de la isla. Así que recibir esta nominación es una alegría tremenda”, comenta el escritor, quien por 28 años vivió e hizo clases en Estados Unidos. El también docente es respaldado por el Colegio de Profesoras y Profesores de Chile.
Asimismo, integran la nómina los poetas José María Memet, autor de obras como La casa de ficción y otros poemas (1988) y El duelo (1994), con el apoyo de la Municipalidad de Temuco; y el escritor Humberto Lagos, Hijo Ilustre de la comuna de Nueva Imperial y autor de Azuledad y Evangelio Campesino, quien recibe el apoyo de su municipio.
En tanto, el periodista y prolífico poeta Juan Cameron es respaldado por el Colectivo de Letras Laicas y el poeta colchagüino Rigoberto Meriño fue apoyado por más de mil firmas ciudadanas para presentar su candidatura al reconocimiento.
“Somos sin duda la postulación al Premio Nacional de Literatura más singular e importante. Fue una postulación ciudadana, con 1157 firmas, se envió más de 70 archivos que justifican nuestra tarea, con el eslogan Arte Local. Somos la postulación más genuina de los últimos años”, dice Meriño, autor de Poesías para chasconear la luna (2021) y Versos para Gabriela (2022).
Además, está nominado el poeta mapuche Leonel Lienlaf, autor de Se ha despertado el ave de mi corazón (Editorial Universitaria, 1989), obra con la que se convirtió en ganador del Premio Municipal de Literatura de Santiago y quien fue candidato al Premio Nacional de Literatura en 2020, apoyado por Frontera Sur Producciones, académicos y artistas.
El destacado mistraliano Jaime Quezada también figura como carta para llevarse el galardón. El crítico literario, ensayista y poeta oriundo de Los Ángeles es autor de Las palabras del Fabulador (1968), Astrolabio (1976) y Huerfanías (1985), entre otros textos.
Se suma César Retamal, cuya candidatura es impulsada por la Municipalidad de La Victoria. De acuerdo al municipio, posee once títulos publicados y ha escrito en revistas como Revista Comarca de Temuco, la Revista de la Sociedad de Escritores de Chile y Hoja verde la poesía de Santiago.
Solo otros tres nombres femeninos integran la lista. Se trata de la poeta y docente Rosabetty Muñoz, quien se consagró como la última ganadora del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. Promovida por la Universidad de Los Lagos, la destacada escritora oriunda de Ancud es autora de textos como Canto de una oveja del rebaño (1981), Baile de señoritas (1994) y Ligia (2019).
La reconocida Elvira Hernández ocupa un lugar clave en el listado. La poeta autora de Carta de viaje (1989) y La bandera de Chile (1991) es respaldada por Editorial Alquimia y por la Universidad Católica de Valparaíso. Al igual que Rosabetty Muñoz, Hernández prefirió no referirse al la carrera por el galardón, aunque señaló que es un “honor”.
La escritora Ximena Gautier, autora de Poemas de ruta (1958) y Réquiem por Chile (2011) entre otros títulos, también aparece en el listado.
Género y centralismo
Teresa Calderón y Tomás Harris coinciden en que no hay competencia hostil en esta carrera. “Me siento privilegiada y agradecida de la nominación, ese es mi premio”, dice Calderón. Agrega: “Incluso en las redes, los comentarios que se hacen unos a otros son muy gentiles genuinamente. Siento que todos nos aplaudimos a todos, hay respeto por el trabajo del otro”.
“Nuestras poéticas son bastante distintas—dice Harris al referirse a la obra de su esposa—, cada una va por una estética distinta, la mía es más urbana, la de Teresa es más reflexiva. No consideramos competir entre nosotros, ni siquiera compitiendo entre los otros, porque no es una cosa de contra, sino que de juntos”, reflexiona.
Sin embargo, Harris tiene claras sus preferencias. “Hay algunos poetas que me parece que tienen una obra más completa, más ‘abarcadora’ que otros. Me gusta mucho la poesía de Elvira Hernández, también la de Teresa Calderón― valga la cercanía, pero es un juicio objetivo—. Además, la de un poeta que no está participando, que es Diego Maquieira, y Jorge Montealegre, que le dio un nombre nuestra generación, que fue NN”, reflexiona.
Los últimos años, diversas voces han llamado la atención sobre la falta de candidatas y ganadoras al Premio Nacional de Literatura, ya que en su historia, solo cinco han sido distinguidas con el galardón: Gabriela Mistral, Marta Brunet, Marcela Paz, Isabel Allende y Diamela Eltit.
¿Debería este año ganarlo una mujer? “Sí, porque el Premio Nacional está en deuda con la poesía escrita por mujeres, pero no necesariamente”, se aventura Harris.
Teresa Calderón tiene sus reparos y señala que el cuestionamiento a la ausencia de mujeres se ha convertido en un “escándalo”. “Que lata que haya pasado así, porque ahora van a ganar puras mujeres, y van a ir quedando atrás tantos hombres que son muy buenos y eso no puede ser. Yo siempre digo que lo que tienen que hacer es muy simple: ¿por qué en cine y en televisión se premia al mejor actor y a la mejor actriz, y por qué no se premia al mejor poeta y a la mejor poeta? Deberían hacer ese criterio”, dice Calderón, quien además fue la primera mujer en ganar el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 1992.
“Tengo una idea que puede ser mal mirada, porque hoy en día todo se ‘cuotea’. Lo que menos me gusta son las cuotas. Que se le dé el premio a quien lo merezca, sin importar si es hombre, mujer o marciano”, señala Carlos Trujillo. “Es verdad que faltan mujeres, absolutamente, pero no podemos dar un premio a una mujer porque solo falten. Si esa poeta lo merece, maravilloso, pero me parece que hay que dejar de lado el cuoteo”, agrega.
Además, el oriundo de Chiloé apunta otra arista que dificulta la difusión literaria de autores de regiones y, con ello, las aspiraciones al Premio Nacional: el centralismo. “En el extranjero, mi nombre es bastante conocido. En Chile, es conocido entre los poetas, no más allá de eso. Porque lo que nos pasa a nosotros los chilotas— aparte de ser de la generación NN— es que somos más NN todavía”, declara el Fundador del Taller Literario Aumen (1975) y ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 1991.
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