Antes de Joaquin Phoenix, Jared Leto y Heath Ledger, estuvo Jack Nicholson. Su interpretación del Joker en Batman (1989), la adaptación cinematográfica de Tim Burton, hizo historia al marcar un nuevo carácter para el personaje y consolidar a los superhéroes en la gran pantalla.

Hasta ese momento, la versión más conocida era la de César Romero en la serie de los sesenta, que más tenía de comedia que de drama. Ese Joker psicodélico que enfrentaba al Batman barrigón de Adam West, era más bien un bromista travieso, muy lejos del psicótico asesino de los cómics.

Cuando Tim Burton tomó el proyecto, trazó sus líneas; quería volver a la oscuridad de la versión del cómic. Y aunque se barajaron otros nombres (David Bowie, Tim Curry, John Lithgow, Brad Dourif), lo cierto es que siempre tuvo en la mira a Nicholson para el papel del Joker. Su actuación salvaje y desenfrenada era perfecta para el rol.

Jack Nicholson como el Joker en Batman (1989)

Pero Nicholson no estaba muy convencido. Así que para ficharlo, Burton debió aprender a montar para acompañarlo a un paseo a caballo en su casa de Aspen. Nada menor, porque la situación le producía terror. Mientras recorrían el campo, le ofreció un buen acuerdo, horarios flexibles (con horas libres que le permitían viajar a ver los partidos de Los Ángeles Lakers) y parte de las regalías.

Según el productor de la película, Peter Guber, la idea de traer a Nicholson en parte se inspiró en la participación de Marlon Brando como Jor-El en Superman (1978). Eso le daría un piso de credibilidad al filme y haría más fácil atraer audiencias. “Parte de la lógica detrás de contratar a Nicholson fue muy similar -señala en un video de la trastienda del filme- Se obtiene una gran respetabilidad por la película, por lo que se intenta hacer, que no sólo ayuda a atraer a espectadores jóvenes y mayores, sino que también resulta muy atractivo para otras grandes estrellas que quieren convertirse en el próximo villano de Batman, para seguir los pasos de Jack Nicholson”.

Cómo Jack Nicholson construyó al Joker

Nicholson, un actor ya experimentado para entonces, tuvo muy claro lo que quería para su Joker. “Tenía miedo por mi forma de ver las series de televisión y la forma en que se suelen hacer y hablar de las películas. No quería que esto pasara por el típico ‘Vamos a alegrarle el día a los niños’”, dijo en un video sobre la producción de la película. “Pensé que esta era una película de transición muy fuerte, en todos los sentidos, sobre el género, y realmente por eso me querían allí”.

Otra cosa que tuvo en cuenta, era el público al que apuntaba el filme. “Mi primera experiencia trabajando para un público lleno de niños fue que cuanto más los asustas, más les gusta, dijo Nicholson con picardía. “Cuanto peor eres, mejor, porque esa fue mi reacción ante el Joker. Este hombre es un hecho odioso, si lo miras en sentido literal. Todos los niños adoran a este tipo, creo”.

Nicholson, estipuló en su contrato que podía llegar al set más tarde que el resto de los actores. Además, acordó que sólo él tenía la última palabra sobre el maquillaje y la caracterización de su personaje. Era mucho más cercano a la versión de los cómics, con la cara blanca, pelo verde, boca de color rojo sangre, un mentón puntiagudo y mejillas intensificadas.

Así fue el propio Jack Nicholson quien eligió a Nick Dudman para hacerse cargo de su maquillaje. La tarea era compleja, porque el proceso de caracterización completo duraba no menos de dos horas (en las que aprovechaba para dormir) y debía dejar espacio para que se notaran los gestos del actor. Peor aún, Nicholson era alérgico a una de las sustancias utilizadas para los efectos especiales. “Una de las ironías de mi vida es que soy alérgico a la goma de alcohol, la base del maquillaje cinematográfico”, detalló. Esta se usaba para sostener las prótesis usadas para alargar la barbilla y generar la sonrisa permanente del Joker.

Además, Nicholson tenía una idea para el color de cabello. “Cuando miras los cómics, su pelo no es de un verde brillante. También podrías verlo como un efecto de iluminación”, señaló en el mismo video. Él deseaba un tono discreto, pero Burton quería un verde brillante. Ahí hubo que negociar. Probaron la idea original de Burton, pero no funcionó. “Hicimos la prueba con la peluca e inmediatamente vio que era demasiado brillante”, dice el actor. “Cambiar la peluca. Mucho menos área verde. Mucho menos elemento de miedo en la peluca”.

Cuando la película se estrenó, en junio de 1989, la crítica aplaudió el trabajo del actor. “El señor Nicholson se divierte más como el malvado Joker. Es un ladrón de poca monta que se convierte en el criminal estrella de Ciudad Gótica después de caer en un tanque de una sustancia viscosa terrible que le deja la cara blanca como un payaso y la boca levantada en una sonrisa permanente de payaso”, detalló The New York Times.

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