Un fracaso. Así calificó la prensa especializada el desempeño en la taquilla de Joker: Folie à Deux, en su primer fin de semana en las salas. No es para menos. La película protagonizada por Joaquin Phoenix y Lady Gaga, y secuela del filme de 2019, debutó con US$37 millones en las salas estadounidenses. Muy lejos de lo esperado en la previa, en que se proyectaba que al menos recaudara entre US$50 y 60 millones.

Una situación compleja para un filme cuyo costo bordeó los US$190 millones y ha estado muy lejos de lo que generó la primera película, que debutó con un total de US$96,2 millones en Norteamérica y se extendió a los US$1000 millones en el resto del mundo. La cinta, que era uno de los estrenos más esperados de la temporada, no solo tuvo un desempeño mediocre en la taquilla. Tampoco ha logrado convencer a los críticos.

La trama retoma la historia de Arthur Fleck (Phoenix), quien languidece en la prisión de Arkham, mientras espera el juicio por los crímenes cometidos en la primera película. En el intertanto conoce y se enamora de Lee Quinzel (Lady Gaga), quien trata de empujarlo a abrazar definitivamente su personalidad de Joker, el que se ha vuelto una figura pública debido a sus asesinatos de alto impacto, como el pistoletazo que le descerrajó en el rostro a un popular animador de TV, Murray Franklin (Robert de Niro), en pleno programa.

La película se promocionó como una suerte de musical, lo que se refuerza con la presencia de Lady Gaga en el elenco. Pero no convence. “Es una película tan aburrida y desagradable que es difícil saber por qué se hizo o para quién”, dice la crítica del New York Times. A pesar de que incluso tiene un destacado (pero predecible) rol secundario que interpreta Brendan Gleeson (Gangs of new York, Los espíritus de la isla), el filme no convence. Como ha remarcado la crítica, un factor clave, es que la esperada convivencia en pantalla entre Gaga y Phoenix no parece cuajar.

“Es amor o locura o algo a primera vista, de manera poco convincente, y pronto están intercambiando besos, intercambiando sonrisas extrañas, haciendo duetos y planeando el caos como hacen los niños locos en los romances de los libros de cuentos -apunta la misma reseña del New York Times-. A pesar de la obvia atracción de los dos protagonistas, nunca tienen sentido como pareja en gran medida porque la película en sí nunca tiene coherencia”.

Los detalles que hundieron a Joker: Folie à Deux

Entre la crítica, hay consenso que el filme de Phillips tiene muchos problemas. Uno de los más claros, es que el personaje principal no tiene el mismo impacto que en la primera película. Arthur Fleck, sedado, golpeado, humillado, espera su juicio. Ahí se instala el debate; su abogada busca instalar que es demente y tiene una doble personalidad, mientras el fiscal (un joven Harvey Dent) argumenta que Fleck era consciente de sus actos y que por ello, merece la pena capital.

Pero ahí está gran parte de su falla. “Uno de los grandes problemas de Joker 2 es que en esta ocasión no se reconoce al mismo personaje de la primera película. Es el clásico caso de un director al que “se le pasó el tejo” -explica el crítico de cine de La Tercera, Rodrigo González-. Todd Phillips quiso ir muy lejos y no llegó a ninguna parte, como cuando el Coyote tomaba impulso en uno de sus aparatos y fallaba todo. Transformó al humillado y finalmente vengativo antihéroe de la primera película en un ser inane y sin personalidad, sin objetivos, sin motivación por la que actuar”.

Una opinión similar es la del periodista de espectáculos y crítico, René Naranjo. Joker 2 va a quedar como una de las secuelas más extrañas de la historia del cine, porque niega a la película original -dice a Culto-. Es una cinta que se desdice de lo que planteó la del 2019, con este antihéroe maltratado, pisoteado, marginado de la sociedad que se venga a través de la violencia y adoptar este personaje, el Joker. La secuela realmente no recoge eso en el protagonista, no tiene mayor influencia en lo que ocurre, es casi un espectador de su propia historia, incapaz de resolver ninguna situación y de jugarse por algo”.

“La película es particularmente aburrida, con un protagonista encerrado en la cárcel que no tiene claro si el Joker es una personalidad aparte o es él mismo -agrega González-. Ese dilema en realidad no le interesa a nadie. Lo que hacía atractiva a la película anterior era la personalidad explosiva del personaje, capaz de movilizar a las masas de humillados y ofendidos de Ciudad Gótica. Acá otra vez vemos a aquella turba en estado de exaltación, pero uno no entiende que un Guasón deslavado les provoque tal grado de identificación. Este Joker no está muy lejos de cómo quedaba el personaje de Jack Nicholson en Atrapado sin Salida después del electroshock final: anestesiado, indefenso, desarmado. Lo bueno de esa película es que ahí se acababa. Lo malo de Joker: Folie à deux es que así empieza”.

Para Naranjo, el filme no levanta en ningún momento. “Está pensada para decepcionar a quienes nos entusiasmamos con el primer film, que fue mucha gente porque fue un éxito rutilante, ganó el León de Oro en Venecia. Da la impresión que lo que buscaba Todd Phillips era traicionar las expectativas. Es casi como una petición de disculpas de la primera, eso sentí; a medida que avanzaba en el tribunal, donde además hay unas escenas tremendamente tediosas, la película iba pidiendo disculpas. Del tipo, discúlpennos por haber hecho una historia de un personaje iconoclasta que arrasa con todo lo que pueda sonar a ética e institucionalidad democrática”.

La crítica también ha remarcado lo poco que se desarrolla el personaje de Lee Quinzel. No da tiempo para apreciar su transformación y todo el tiempo se mueve en torno a Arthur Fleck. Está en pantalla para cantar, pero no mucho más. “Su Lee nunca llega a tomar vuelo -dice la reseña de Variety-. Gaga tiene un momento agradable y tranquilo cantando (They Long to Be) Close to You, pero el número no se desarrolla. Gaga nunca tiene la oportunidad de hacer lo que hizo en A Star Is Born: cautivar a la audiencia con su éxtasis”.

En otras palabras, el ejercicio de musical que propone el filme tampoco es bien logrado. “Está volcada hacia un musical de manera bastante floja -dice René Naranjo-. El musical puede aportar a la narración, a las emociones de los personajes, generar atmósferas, pero no es una película en que lo musical funcione. Es cierto que hay un par de números buenos, pero no logra que Joker y Lee proyecten algo atractivo o interesante. Me parece que es una película completamente fallida. Y a lo mejor, es fallida intencionalmente, porque Phillips lo que buscaba y lo que logra, es decepcionar y desdecirse de lo que planteó en 2019. Es un caso muy extraño, probablemente después será una película de culto”.

Sigue leyendo en Culto