Se ha consumado la caída de Sean “Diddy” Combs. Tras su arresto el 16 de septiembre en las dependencias del Hotel Park Hyatt New York, donde se encontraba alojado, el rapero y productor está confinado en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, a la espera del juicio donde deberá responder por una serie de acusaciones de abuso sexual.
La estadía en la cárcel le ha resultado durísima a “Diddy”. Así lo detalló su abogado, Marc Agnifilo a la revista People. En particular, hay un aspecto que es el que le ha resultado más difícil. “Creo que la comida es probablemente la parte más difícil [para él]”.
Sin embargo, el jurista dejó entrever el habitual optimismo de quien debe asumir una defensa. “A veces, cuanto más se presiona a una persona, más fuerte se vuelve. Nadie está dispuesto a quedarse en la cárcel”.
Los medios han informado sobre la rutina y el menú que desagrada tanto a “Diddy”. Los reos comienzan su día a las 6 de la mañana con un desayuno de cereales, fruta y un trozo de pastel. Luego, el almuerzo se sirve a las 11 a. m. con opciones que incluyen hamburguesas, pescado al horno o tacos de carne, a los que se agregan huevos revueltos y galletas los fines de semana.
Para el final del día, la cena se sirve a las 4 de la tarde. El menú incluye fajitas de pollo, pasta y carne asada, así como opciones vegetarianas que considera lentejas, tofu y frijoles horneados.
Como sea, Sean “Diddy” Combs, de 54 años, enfrenta un complejo escenario judicial. La corte le negó la posibilidad de la libertad bajo fianza por US$50 millones y por ahora deberá permanecer en prisión hasta el inicio del juicio, en mayo de 2025. El también productor y empresario del entretenimiento se ha declarado inocente de los cargos de conspiración de crimen organizado y tráfico sexual.
Las nuevas acusaciones contra Sean “Diddy” Combs
Pero las cosas pueden volverse todavía más complicadas para “Diddy”. Este lunes 14 se revelaron seis nuevas demandas que acusan al empresario de violar mujeres, agredir sexualmente a hombres y abusar sexualmente de un niño de 16 años.
Según medios internacionales, los demandantes serían dos mujeres y cuatro hombres. Los abogados que llevan las acusaciones aseguraron que estos son solo parte de un grupo de más de 100 presuntas víctimas que están en proceso de demandar a Combs, a partir de la revelación de sus acusaciones y posterior arresto.
Uno de los nuevos demandantes, es un sujeto que reside en Carolina del Norte. Este alega que Combs lo agredió sexualmente cuando tenía 16 años durante una de las “fiestas blancas” que ofrecía en los Hamptons de Long Island en 1998. Según este, mientras conversaban en la fiesta, Combs le habría ordenado bajarse los pantalones como una suerte de “rito de iniciación” para ser estrella de la música. Consumido por el miedo, accedió, sin tener conciencia que se trataba de una agresión sexual.
Otro caso es el de una mujer. En su demanda señala que en 2004, cuando era una estudiante de 19 años en Brooklyn, la invitaron a una sesión de fotos para promocionar a Da Band, un grupo que había fichado el sello de Combs. Afirma que Combs la invitó a ella y a un amiga a su hotel “para una fiesta más exclusiva” donde los encerraron en una habitación.
Según la demanda, Combs presuntamente les ofreció bebidas y cocaína a las mujeres antes de que se produjeran los ataques sexuales.
Ante las nuevas denuncias, los abogados de Combs acusan una operación de desprestigio e insisten en la inocencia de su cliente. “La conferencia de prensa y el número 1-800 que precedieron a la avalancha de documentos presentados hoy [lunes] fueron claros intentos de obtener publicidad. Combs y su equipo legal tienen plena confianza en los hechos, sus defensas legales y la integridad del proceso judicial. En el tribunal, prevalecerá la verdad: que Combs nunca ha agredido sexualmente a nadie, adulto o menor, hombre o mujer”. Pero hasta ahora, la situación del artista es compleja.