“No tiene sentido de orgullo”: Paul Mescal profundiza en su rol en Gladiador II (y revela su gran secreto)

Es una de las películas más esperadas de la temporada. A 24 años del estreno de Gladiador (2000), se prepara el lanzamiento de una secuela que tiene nuevamente a Ridley Scott en la silla de director y promete revivir la épica que fascinó a los espectadores, esta vez con actores como Pedro Pascal y Denzel Washington.

Aunque dos figuras repiten sus roles (Connie Nielsen y Derek Jacobi), el grueso del elenco son rostros que no estaban en la cinta original, comenzando por su protagonista: Paul Mescal.

El actor irlandés interpreta a Lucius Verus, el hijo de Lucilla (Nielsen) y nieto del fallecido Marco Aurelio (Richard Harris). Scott llegó a él después de verlo en Normal people (2020), la elogiada miniserie que lo catapultó a la fama cuando tenía 24 años. Así lo explicó en 2023, cuando el proyecto recién despejaba sus claves.

“Vi la serie completa. Y luego, de repente, apareció Gladiador II, porque el guión funcionaba bastante bien. Y seguí pensando en Paul. Y eso fue todo”, indicó el director a Total Film.

La expectativa se ha disparado con cada nuevo adelanto liberado en la previa al debut, fijado para el 14 de noviembre en cines chilenos (un día antes que en Reino Unido y una semana antes que en Estados Unidos).

Ahora Mescal ha brindado una entrevista en que entregó algunas pistas sobre su preparación y el viaje que vivirá su personaje durante la historia.

A más dos décadas de los eventos del primer filme, Lucius se ha establecido en Numidia, la región africana a la que su madre lo envió con el objetivo de protegerlo. Una seguidilla de sucesos trágicos lo llevan de regreso a Roma, donde debe combatir en el Coliseo y se reencuentra con su mamá.

En entrevista con la revista GQ, el actor de Aftersun (2022) dio a conocer el gran secreto que contiene la continuación: su personaje es el hijo de Maximus (Russell Crowe), una verdad que se le revela durante el desarrollo de la trama y que cambia su relación con Roma, en la actualidad en manos del emperador Geta (Joseph Quinn) y el emperador Caracalla (Fred Hechinger).

“Lucius siente una propulsión y aversión muy clara hacia Roma, debido a algo de su pasado que es personalmente traumático. Luego lo ves descubrir cuál es su linaje. Entonces comienza la película con este odio a Roma. A medida que avanza la película, él se da cuenta de que realmente siente la obligación de protegerla, porque está entrando en caos”, detalló.

Pese a que ambos personajes están conectados por un vínculo sanguíneo (algo que Scott había mantenido en reserva al público), Mescal descartó acercarse al protagonista del largometraje original.

¿Por qué? “No sabría qué decir”, señaló escuetamente, para luego señalar que no quiere que este papel defina su carrera. “Russell se había demostrado a sí mismo una y otra vez. Y se demostró una y otra vez después de Gladiador. Una carrera sorprendente como la que Russell ha tenido no se construyó sólo por Gladiador”.

Jugador de fútbol gaélico –deporte muy popular en Irlanda y Escocia– durante su juventud, Mescal tenía una base sobre la que trabajar el físico de su personaje (el mismo medio indica que ganó ocho kilos de músculo para el papel).

Eso sí, estaba menos preparado para soportar el calor que acompañó el rodaje y para asimilar la enorme escala de la producción, que recreó lugares históricos como el Coliseo exclusivamente para la cinta. “Casi se muere el primer día en que caminó por el Coliseo. No se dio cuenta de que iba a ser tan grande”, contó Scott.

Trabajar con Denzel Washington –quien interpreta a un adinerado hombre que posee su propio grupo de gladiadores– también fue una experiencia vertiginosa. “Pensé: está bien, hoy es el día en que Denzel estará en el set. Y estaba tan paralizado por eso que de repente pensé: esto es tan jodidamente estúpido. Tengo un trabajo que hacer”, planteó, junto con asegurar, más allá del tamaño del proyecto, “la actuación es la actuación”.

Mescal describió a su personaje como “cómodo en su incomodidad” y “profundamente desautorizado y eso es lo que más me gusta de él (...) No tiene sentido de orgullo, lo que creo que es un rasgo de personaje divertido para interpretar”.