“Su mejor película desde American Sniper”: la elogiada nueva cinta de Clint Eastwood no llegará a los cines chilenos
En Juror #2, su largometraje número 40 como director, explora el dilema moral de un hombre que sirve como jurado en un juicio por asesinato en el que está más involucrado de lo que sospechaba. Este viernes tendrá un estreno acotado en EE.UU. Según la información recabada por Culto, no está contemplado su lanzamiento en salas de nuestro país y todo apunta a que llegaría directo al streaming.
Tras casi siete décadas de carrera, Clint Eastwood no arroja la toalla. El domingo pasado, en la clausura del festival de cine organizado por el American Film Institute, se estrenó Juror #2, el largometraje número 40 de su carrera como director y presumiblemente, según los rumores que han circulado desde que se supo del proyecto, el último. La estrella de 94 años no asistió al evento en el Teatro Chino, pero sí sus colaboradores y miembros del elenco.
Nada está confirmado (al parecer goza de buena salud y recientemente se informó que estaba revisando nuevos guiones), pero si esta cinta fuera su despedida, sería un adiós a la altura de su leyenda. Así lo sugieren varios de los medios que ya la vieron. Deadline aseguró que es “su mejor película desde Francotirador” y Variety planteó que “se ubica entre sus filmes más tranquilos, renunciando al espectáculo a favor de la autorreflexión”.
Su protagonista es Justin Kemp (Nicholas Hoult), un periodista que es llamado a servir como jurado en un juicio por asesinato que ha consternado a los habitantes de Georgia. Cerca de convertirse en padre por primera vez junto a Ally (Zoey Deutch), intenta excusarse ante la jueza, pero sus argumentos –el embarazo de su esposa es de cuidado– no la convencen.
Entonces Justin y otros 11 ciudadanos escogidos al azar deben resolver si James Sythe (Gabriel Basso) es culpable del asesinato de su novia, Kendall (Francesca Eastwood), un crimen por el que arriesga cadena perpetua sin beneficio de libertad condicional. Conocido por ser alcohólico y violento, fue visto discutiendo acaloradamente con su pareja en un bar de mala muerte. La tesis de Faith Killebrew (Toni Collette), quien está en plena campaña para ser escogida como fiscal de distrito, es que él la siguió por la carretera y cuando la alcanzó le propinó una serie de golpes que le causaron severos traumatismos y la muerte.
A medida que conoce cada uno de los detalles del caso, Justin detecta que las circunstancias del crimen son sospechosamente parecidas a una experiencia que vivió tiempo atrás. En esa oportunidad asistió en solitario a un bar –donde pidió un trago, pero lo dejó intacto, porque estaba intentando dejar la bebida–, condujo por la carretera con mal tiempo, perdió el control del vehículo y se detuvo tras sentir un impacto. Aunque al bajarse no logró identificar contra qué había chocado, concluyó que, por tratarse de una zona de ciervos, podría haber arrollado a un animal.
Durante el juicio el miedo y la culpa se apoderan de él. Sin darse cuenta, tal vez mató a una mujer y ahora podría estar a punto de enviar a la cárcel a un inocente. Si confiesa, nadie creería que no estaba borracho, porque tiene un historial de mala conducta al volante. Y si eso ocurre y es declarado culpable, dejaría a su mujer y a su hijo a la deriva. Ese dilema moral lo lleva a intentar salvar tanto a Justin como a sí mismo.
“En manos de otro cineasta, la situación podría haber parecido un melodrama, pero el estilo serio y sin pretensiones de Eastwood hace que luzca menos inverosímil, centrando nuestra atención en el dilema de Justin”, planteó Variety, medio que la llamó “ligeramente absurda pero sumamente atractiva”.
“Si bien hay mucho por masticar, las ambiguas últimas escenas del filme confían en que nosotros seamos los jueces. Como siempre, Eastwood respeta nuestra inteligencia”, agregó.
“Juror #2 enriquece nuestra comprensión del ícono de Hollywood que la realizó y se destaca por sí sola como una de las mejores películas de estudio estrenadas en 2024″, expresó IndieWire, medio que destacó la manera en que dialoga con la obra de Eastwood.
“El ADN de Eastwood está presente en todo el filme, y se enriquece incluso más cuando se la contempla en el contexto más amplio de su vida (...) El resultado final parece el trabajo de un artista mayor que ha pasado toda su vida estudiando las imperfecciones del mundo y ha llegado a la conclusión de que, incluso cuando todos sus defectos son claramente visibles, esta vida no es tan mala”, argumentó.
Aunque indicó que se trata de “una premisa difícil de digerir” y cuestionó el final (tomaría “decisiones desconcertantes”), The Wrap realizó un análisis favorable. “La forma de hacer cine de Eastwood, típicamente discreta, ayuda a sustentar el argumento. No nos sentimos manipulados por la banda sonora, los cortes innecesarios o las actuaciones histriónicas; simplemente presenciamos el desarrollo de los acontecimientos. Como en los mejores trabajos del director dos veces ganador del Oscar, el ritmo es pausado, pero la narración se siente tranquila, sensata”, sostuvo, junto con elogiar el guión de Jonathan Abrams y la actuación de Nicholas Hoult.
¿Directo al streaming?
Con todas las dificultades que vivieron los cines en su reapertura tras la pandemia, Cry Macho (2021), el anterior largometraje dirigido (y protagonizado) por Eastwood, llegó a las salas chilenas. De hecho, aterrizó en la cartelera a mediados de septiembre de ese año, la misma semana que a Estados Unidos.
Eso no ocurrirá con Juror #2. Según la información que pudo recabar Culto, no está contemplado su estreno en la pantalla grande local. Una ausencia que prácticamente no tiene antecedentes en la trayectoria de la estrella de Los imperdonables (1992).
Warner Bros., estudio con el que lo une una relación de décadas, tiene planes muy modestos con su trabajo más reciente. En Estados Unidos debutará este viernes 1 de noviembre en cerca de 50 complejos y, de acuerdo con el portal Variety, no existen planes para expandir su presencia en las semanas posteriores. Además, optaría por no detallar su recaudación en taquilla, una medida poco usual en la industria.
Un portavoz del estudio precisó a ese medio que estará en los cines en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, España, Italia y Alemania, “con el apoyo total de Warner Bros.”.
De ausentarse en los complejos nacionales, el camino más lógico sería que la película se estrene directamente en Max, el servicio de streaming de la compañía. Hay un ejemplo reciente: la primera parte de Horizon, de Kevin Costner, desembarcó en las salas de Norteamérica en junio –donde registró números por debajo de las expectativas– y arribó a la plataforma en Latinoamérica en agosto.
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