Como Quincy Jones orquestó la producción del himno benéfico We are the World (de la mano de un chileno)

QUINCY JONES
Como Quincy Jones orquestó la producción del himno benéfico We are the World (de la mano de un chileno)

El músico y productor fallecido este domingo 3 de noviembre protagonizó grandes hitos a lo largo de su carrera, como cuando consiguió meter a más de 40 artistas de la realeza musical para grabar una de las canciones más icónicas de la historia.


“Dejen sus egos en la puerta”, aquellas fueron las palabras que dejó escritas Quincy Jones -uno de los productores estadounidenses más destacados de la industria musical- a la entrada de los Estudios A&M de Los Ángeles, California. Su mensaje no era por nada. Ese día, el 28 de enero de 1985, más de 40 de los artistas más famosos de los años 80 entrarían por esas puertas para grabar unas de las canciones benéficas más importantes de todos los tiempos: We Are The World.

Jones, que falleció este domingo 3 de noviembre en su casa de California a los 91 años de edad, se había convertido en uno de los productores más solicitados de país después de su éxito con Thriller, en 1982.

Así, cuando Harry Belafonte, músico, actor y activista estadounidense, decidió que quería reunir a los artistas más importantes de los Estados Unidos para grabar un single bajo la causa USA for Africa, no dudó en contactar a Jones para llevar a cabo el proyecto, ya que era el único que iba a poder manejar a esas estrellas en el estudio sin sus egos se interpusieran.

El productor estadounidense, que para entonces había trabajado con artistas como Frank Sinatra, Michael Jackson y Aretha Franklin, se encargó de gestionar la grabación, mantener la armonía creativa y coordinar a los distintos artistas, incluyendo a Michael Jackson, Lionel Richie, Stevie Wonder, Paul Simon, Bruce Springsteen, Diana Ross, Tina Turner, Billy Joel, Cyndi Lauper y Huey Lewis, entre otros.

We are the world

En aquella ocasión, fue el mismo Quincy Jones quien solicitó la ayuda del ingeniero de sonido chileno Humberto Gatica, con quien trabajó codo a codo para terminar la canción. “Se hizo una obra de arte técnica impresionante, y lo digo con mucha humildad. Si escuchas bien, todas las voces están perfectamente presentes y posicionadas para que se comprenda y se pueda transmitir el mensaje”, recordaba el ingeniero para Culto.

La noche más importante del Pop

Luego de que Michael Jackson y Lionel Richie, compusieran el tema y grabaran la primera versión, Quincy Jones copió la grabación en cassettes y se los envió a los cantantes para que lo conocieran antes de entrar al estudio junto a una nota que leía: “Mis queridos artistas: Los cassettes están numerados. Es muy importante que este material no pase por otras manos que no sean las suyas. Por favor no hagan copias y devuelvan la cinta el día 28 de enero cuando nos juntemos a grabar. Dentro de unos años, cuando sus hijos les pregunten qué hicieron contra el hambre en el mundo, ustedes podrán decir, con orgullo, que esta fue su contribución”.

Ese día los músicos se reunieron en los Estudios A&M de Los Ángeles, California, y grabaron la icónica canción, dejando sus “egos en la puerta”, como lo quiso Jones. Todos los grandes nombres tuvieron una parte solista asignada por Jones, que dejó en el piso cintas adhesivas con los nombres de cada uno de los artistas para marcar sus posiciones.

“Sí, todo el mundo, en su mayoría, hizo gala de sus mejores formas, aunque la situación era bastante intimidante, ya que estábamos cara a cara y creo que eso también sacó lo mejor de cada uno en términos artísticos. Así lo quiso Quincy y resultó”, expresó Lionel Richie en una ocasión.

We are the World se convirtió en un éxito instantáneo, vendiendo millones de copias y marcando un hito irrepetible no solo para la carrera de Quincy Jones, sino también para la de los más de 40 artistas que participaron de la grabación.

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