Clics Modernos: un disco que aterrizó en Argentina como símbolo de libertad tras la dictadura
El 5 de noviembre de 1983, tan solo seis días después de la vuelta a la democracia en Argentina, Charly García lanzó uno de sus discos más emblemáticos y revolucionarios. Y también político.
“Charly se va”, tituló la revista Pelo en julio de 1983, anunciando la partida del artista hacia el hemisferio norte, tan solo unos meses antes de las ansiadas elecciones que pretendían poner fin a la segunda dictadura militar en Argentina encabezada por el general Jorge Rafael Videla.
Ese verano, el intenso calor de Nueva York recibió al argentino en Greenwich Village. “Mi nombre es Charly García y vivo en Nueva York. Son las tres de la tarde y el calor es infernal”, dijo el artista en un largo monólogo publicado por la revista La Semana el 8 de agosto de 1983. “Vine a empezar de nuevo. Además, quería aislarme de lo que en Buenos Aires me estaba asfixiando”, continuó.
Conocido como el “Proceso de Reorganización Nacional”, el periodo de la segunda dictadura militar en Argentina se inició el 24 de marzo de 1976 y si bien el rock nacional resistió con más fuerza que nunca, la presión por manifestarse y alzar la voz terminó por sobrepasar al artista.
“Yo quiero hacer la música que me sale del corazón. Y en Buenos Aires pretendían que me convirtiera en un hombre público, que hiciera declaraciones políticas a cada rato, que me jugara y dijera cosas que fueran vendibles para un diario o una revista”, expresó.
Si Charly García se iba a manifestar, lo iba a hacer a su manera, y no bajo la presión del ojo público. Así fue como en tan solo unos pocos meses, el argentino no solo grabó lo que sería su obra cumbre, sino que también uno de sus discos más revolucionarios y políticos.
Grabado y producido en los Electric Lady Studios de Nueva York -donde pasaron artistas como Led Zeppelin, The Clash, David Bowie y Jimi Hendrix, entre otros- el disco contó con la participación de Pedro Aznar en el bajo y el reconocido ingeniero musical estadounidense Joe Blaney, que había producido para grandes bandas de rock de la época como Ramones y The Clash, y que le dio al disco un sonido moderno e innovador para la época.
“Las personas que amas pueden desaparecer”
Compuesto por nueve canciones, las letras de Clics Modernos abundan en sarcasmo y humor, reflejando la tensión que se vivía en la época. Desde Nos siguen pegando abajo, un tema bailable sobre la represión que como bien escribe Rolling Stone, invita a bailar en el medio del horror: “No fueron las pastillas, fueron los hombres de gris”; hasta No soy un extraño, el artista aborda la violencia y el control social de la dictadura.
Sin embargo, la canción que golpeó con más fuerza a los fanáticos de la época fue sin duda Los dinosaurios, una referencia directa a los desaparecidos de la última dictadura argentina. “Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer, los que están en los diarios pueden desaparecer, la persona que amas pueden desaparecer”, canta Charly García.
Una canción que, según cuenta Joe Blaney, llegó a emocionar a algunos de los amigos argentinos del músico que presenciaron la grabación.
El aterrizaje de Clics Modernos en Argentina el 5 de noviembre de 1983, tan solo seis días después de que Raúl Alfonsín ganara las elecciones y devolviera la democracia al país, llegó como ese respiro tan ansiado que necesitaba la gente y se convirtió tanto en un refugio, como en una herramienta de resistencia para el pueblo argentino.
“Estamos en democracia, ¿qué más quieren?”, le preguntaría a su público en la presentación del disco, el 19 de diciembre, en el Luna Park, anunciando el fin de una era.
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