De un fugaz romance con Nicanor Parra a un tatuaje: Stella Díaz Varín, la primera poeta punk chilena
La escritora será protagonista de un encuentro virtual internacional, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México y la Editorial Cuarto Propio. La cita reunirá a Elvira Hernández, María Soledad Falabella, Eugenia Prado Bassi, entre otros escritores y pretende presentar una nueva antología de La Colorina.
Stella Díaz Varín es para muchos un mito. La Colorina, la poeta punk, la Bukowski chilena o la poeta boxeadora fueron algunos de los apodos que intentaban capturar su esencia, que sobrepasaba los márgenes de lo establecido.
“La poesía no es una ecuación biológica. La poesía, si tú la pudieras definir —porque es indefinible— es un arranque sentimental, es una memoria de otro arranque sentimental, nada más”, definió en una entrevista en 1992, para la Sociedad de Escritores de Chile, grupo del que fue asidua participante.
Nació en La Serena en 1926 y fue criada por su madre viuda y su abuela materna. Desde los 15 años comenzó a leer a autores como Rilke, Tagore, Mistral, los primeros textos de Neruda, a Platón y Aristóteles.
“Me vine de La Serena sin preguntarle nada a nadie. Di el bachillerato en el liceo de hombres y decidí irme a estudiar Medicina a Santiago. Cuando supieron de mis planes en mi casa, mi hermano mayor me pegó y mi madre lloró. Al otro día pesqué mis cosas y partí. Tenía 18 años. Era 1947″, relató Díaz Varín en El Mercurio, en 1994.
Ya en la capital, comenzó a escribir en diarios como El Siglo, Extra, La Opinión y La Hora. Dejando atrás los estudios de medicina, se unió a la Alianza de Intelectuales de Chile, donde Pablo Neruda era presidente. Cultivó amistad con destacados escritores nacionales como Alejandro Jodorowsky, Enrique Lihn, Ricardo Latcham, Mariano Latorre, Luis Oyarzún, Jorge Teillier y José Donoso; grupo que frecuentaba el café Iris y El Bosco.
Por ese tiempo, vive un fugaz romance con Nicanor Parra, quien le dedica el poema La víbora, y con Alejandro Jodorowsky, con quien tuvo una relación.
Su primer libro, Razón de mi ser, lo publicó en 1949, bajo la edición de Domingo Morales Ramos. Sus poemas fueron alabados por el crítico Alone, quien la comparó con Vicente Huidobro, y las copias del título se agotaron.
La política en la escritora
La poeta, inmiscuida en la política y militante del Partido Comunista, vio como el presidente Gabriel González Videla promulgaba en 1948 la conocida como Ley Maldita.
“Nos juntamos en bar de mala muerte. Contratamos un tatuador”, relata la poeta en el documental La Colorina (2008), dirigido por Fernando Guzzoni y Werner Geiesen, sobre el tatuaje que ella y Enrique Lafourcade y Enrique Linh se hicieron en el brazo, como un pacto de sangre para “matar” al ese entonces mandatario. “Es la muerte de la muerte”, dijo.
Por esa época, un hecho dio un vuelco en la vida de Stella Díaz. Según revela la misma producción, la escritora fue violada por un hombre mayor, que la había invitado a una cita donde supuestamente iban a haber más personas. Producto de ese abuso, la poeta quedó embarazada y, para protegerse a sí misma y a su hijo, se casó con Luis Viveros Jacques.
“Resulta que en el año 49 estaba en vías de nacer mi hijo y el año 50 nació mi hijo y me casé—contó Díaz Varín en 1992—. Tuve mi hijo y publiqué el 53 Sinfonía del hombre fósil (…) Se agotó también”.
La dictadura la vivió en Chile. Si bien había tomado distancia de las filas comunistas, siempre se manifestó a favor del PC. Producto de esa inclinación política, su casa fue allanada y ella fue detenida y torturada, además fue arrollada por un vehículo que vigilaba su casa. A pesar del amedrentamiento, siguió participando de la Sociedad de Escritores Chilenos.
De carácter fuerte y voz profunda, “poeta boxeadora” fue uno de sus apodos, uno al que ella se resistió. “No era buena para los combos: sencillamente tenía que defenderme porque verdaderamente los chacales andaban como mangas de helicópteros encima de mi cabeza”, comentó en 1992.
Publicó títulos como Tiempo, medida imaginaria (1959) y Los dones previsibles (1986) y fue incluida en antologías como Poesía Nueva de Chile (1953), La mujer en la poesía chilena (1963) y Atlas de la poesía chilena (1958).
La autora falleció en 2006, a causa de cáncer de mamas.
Nueva antología de Stella Díaz Varín
Debido a su biografía y su aporte a las letras nacionales, la figura de Stella Díaz Varín es constantemente revitalizada. En esta oportunidad, escritores latinoamericanos se reunirán para homenajear a la poeta chilena, a propósito de una nueva compilación de su obra, que lleva su nombre y es antologada por la poeta mexicana Claudia Posadas.
La publicación se enmarca en la serie Vindictas. Poetas latinoamericanas, de la colección Material de Lectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Así, la casa de estudios, de la mano de Editorial Cuarto Propio de Chile —que editó su Obra reunida en 2011—, realizará un evento virtual que pretende dialogar sobre el legado literario de la escritora.
La cita lleva por título Homenaje internacional a Stella Díaz Varín (1926-2006) en la víspera del centenario de su nacimiento. Publicación en México por la UNAM de una antología de su obra. Asistirán al evento la Premio Nacional de Literatura 2024, Elvira Hernández, Javier Bello, Soledad Falabella, Silvia Guerra (Uruguay), Eugenia Prado Bassi, Mercedes Roffé (Argentina), Rocío Silva Santiesteban (Perú) y Rodrigo Verdugo.
“Stella Díaz Varín es una gran inspiración para la poesía joven insurrecta, para esa poesía transformadora y rebelde que impugna las normas y convenciones. La suya es una poética valiente y erótica, militante y feminista. Como autora se hace de la lengua para subvertir el paisaje de la poesía chilena en dictadura y transición a la democracia, infundiéndola de vida, coraje y espiritualidad, muy en la línea de la obra de Gabriela Mistral, donde lo estético cobra un valor ético, político y espiritual”, reflexiona la escritora María Soledad Falabella.
En tanto, la artista visual y editora Eugenia Prado Bassi agrega: “De cabellera roja y mirada seductora, atractiva, vivió como escribió, con la tenacidad a flor de piel y la rebeldía de saberse brillante y hermosa. Su poesía es compleja, metafísica, hermética, religiosa, existencial, vanguardista, surrealista, simbolista. Única en sus formas, abundante y creativa, Stella no hace concesiones”.
Junto a ellas y ellos presentarán y moderarán Marisol Vera Giusti y Paloma Bravo de Editorial Cuarto Propio, y Claudia Posadas, antologadora, quien también fue la editora y gestora del proyecto de antología de Carmen Berenger en México, titulado Carmen Berenguer. Plaza Tomada (Poesía 1983-2020), publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL, 2021).
El homenaje internacional se realizará el sábado 16 de noviembre a las 16:00 horas de Chile, Uruguay y Argentina; a las 13:00 horas de México y 14:00 horas de Perú. Será transmitido por la página de Facebook de Cuarto Propio, es gratuito y abierto al público.
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