Una cumbre para los documentales latinoamericanos que vienen: cómo será la edición 2024 de Conecta
Creado por la Corporación Chilena del Documental (CCDoc), el encuentro apunta a fortalecer la industria de la región. Esta vez contará con la participación de representantes de la BBC, Max, IDFA, Hot Docs y el Festival de Sundance, entre otros. Diego Pino, director de la instancia, aborda su recorrido de casi una década y los énfasis de la versión que se desarrollará en Santiago entre el 10 y 13 de diciembre.
La última parte del año suele ser intensa para los directores y productores de documentales de este lado del mundo. No sólo se realiza Fidocs (que alista su 28° versión), sino que también, con algunas semanas de diferencia, se desarrolla Conecta, una instancia pensada en los proyectos chilenos y latinoamericanos en preparación.
Creado por la Corporación Chilena del Documental (CCDoc), el encuentro va por su edición número nueve (10 al 13 de diciembre) y contará con la participación de representantes de la BBC, Max, IDFA, Hot Docs y el Festival de Sundance, entre otros. El espacio, que nació como una respuesta a fortalecer las redes internacionales del documental chileno, se ha posicionado como el único evento de industria de la región enfocado en proyectos latinoamericanos de no ficción.
“Por tanto, los invitados que trae son invitados expertos, reconocidos, que tienen énfasis en documentales creativos, pero también en documentales más factuales. En un tipo de documental que tiene la capacidad de transformarse en una pieza de exportación. Esa es nuestra preocupación”, explica Diego Pino, director de Conecta.
Este año la convocatoria –pensada en proyectos en etapa de desarrollo, montaje, postproducción o finalizados sin estreno comprometido– recibió cerca de 450 postulaciones, cifra récord en la historia del espacio. Pino reconoce que el número superó “completamente” sus expectativas y destaca la “cantidad de diferentes historias y miradas que existen hoy en día en el continente”.
Una de las novedades de este año es el regreso de las series. La selección apunta a iniciativas “que tengan una posible internacionalización, que estén buscando financiamiento y distribución. Siempre para ese tipo de obras es más complejo encontrar cabida, y aquí hemos pensado en invitados a los que les interese ese tipo de proyectos”.
Otro de los focos son los directores de raíces indígenas. “No tiene que ver con que la temática de la película sea indígena o que sean películas latinoamericanas que hablen sobre nuestros pueblos originarios, sino que la realización que está detrás venga de una comunidad indígena”, puntualiza sobre un ítem que contempla un taller liderado por Bruni Burres (Sundance Institute) y la cineasta nacional Paola Castillo.
La organización calcula que en esta edición se desarrollarán más de 600 encuentros individuales en que los asistentes podrán presentar sus proyectos a representantes de fondos, mercados y festivales, agentes de ventas, distribuidores, exhibidores, programadores de plataformas, canales de televisión y productores (presencial y virtualmente).
“Nos interesa que justamente la conexión de industria sea efectiva. Que no sea sólo juntarse y ver qué pasa, sino que realmente se provoquen cosas, se activen links entre los invitados internacionales y los proyectos o entre los mismos proyectos”, plantea.
En su trayectoria –se acerca a celebrar su 10° aniversario– la instancia ha jugado un rol importante en el desarrollo de documental chileno, una última década en que ha ampliado su alcance en el extranjero.
El director de la instancia propone un ejemplo: “Cuando una película documental chilena se estrena en un festival específico, si uno hace el recorrido es muy posible que veas que hubo una reunión entre ese proyecto y ese festival en Conecta hace dos años”.
“Aunque es multifactorial, evidentemente hay una presencia internacional mucho más sostenida en los últimos nueve años. Además de la calidad de las películas que estamos haciendo, hay una conexión que hoy en día es mucho más clara”, agrega.
En un plano más global, aunque cada participante es seleccionado con un proyecto en particular, el objetivo es robustecer las red latinoamericana de realizadores de cine de no ficción. “Su corazón está en la creación de comunidad. En la creación de un espacio de encuentro real, persistente, continuo, que se mantiene, para apoyar la producción y la distribución del cine documental latinoamericano“, indica.
Tal como en otras ocasiones, se realizará una función al aire libre y abierta al público general, cuyas coordenadas serán reveladas próximamente.
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