Edo Caroe y Manuel Ugalde: los ecos de un libro (casi) imposible entre un comediante y un académico
El humorista y el psicólogo publican Ecos de un Pueblo Fantasma (Planeta), libro inspirado en su podcast Charlas en un Pueblo Fantasma. En entrevista con Culto, los amigos y coautores explican la mecánica del libro, que se nutre de sus propias voces y otros autores a través de un tono que intercala lo académico con lo cómico.
Eduardo Carrasco y Manuel Ugalde se conocieron en el colegio. Jugaban en la infancia y durante la adolescencia se prestaban los cómics y compartían el gusto por las películas gore y el anime. Hasta hoy, siguen siendo tan amigos como siempre, aunque sus caminos profesionales son bastante distintos.
Por un lado, Eduardo Carrasco se hizo famoso como Edo Caroe, debutando en los escenarios como mago para luego transformarse en un exitoso comediante, uno de los fenómenos de la comedia del último tiempo en el país. Por otro lado, Manuel Ugalde siguió la senda de la academia: es psicólogo, tiene estudios en sociología y creó Ciudad Literaria, una fundación dedicada al fomento lector.
Si bien parece que ambos corren por pistas separadas, hoy sus nombres firman un libro en común: Ecos en un Pueblo Fantasma (2024, Planeta), inspirado en el podcast Charlas en un Pueblo Fantasma.
Desde un café en Providencia, a cuadras de Estudios Neverland, Manuel Ugalde dice a Culto: “Los académicos en general fantaseamos con un libro que hable sobre las materias que investigas. Jamás pensé que nosotros dos íbamos a estar en las vitrinas de una librería”.
Tras el lanzamiento de este libro hay una historia que se remonta a la pandemia. El podcast Charlas en un Pueblo Fantasma nació como apéndice de otro, llamado Free Solo, que fue creado por Edo Caroe en 2020. Las “charlitas” —como les dicen ambos—eran un espacio sagrado para ponerse al día con un amigo y reflexionar sobre la sociedad. Estas conversaciones se volvieron populares y desembocaron en un podcast autónomo, “en donde convergen los particulares puntos de vista de un comediante y un académico”, según versa su descripción en Spotify.
“Lo que marca este episodio del libro tiene que ver más con la amistad y con lo loco que es tener una publicación”, dice Edo Caroe, sentado al lado de su amigo. Sus perfiles contrastan. El comediante lleva una polera negra que deja a la vista sus brazos tatuados, gafas de sol y un jockey. En tanto, Ugalde viste una pulcra camisa clara. “No soy escritor y tampoco tengo relación con la academia. Publicar no estaba en mis objetivos, pero lo hago con mucho agrado. Para mí, como comediante, son esas cosas pintorescas de la vida que uno agradece”, agrega.
Ecos en un Pueblo Fantasma, de 180 páginas, ya se encuentra en librerías del país e irrumpe en un momento clave para el comediante, cuya participación en el Festival de Viña 2025 solo debe ser oficializada. Consultado al respecto, ríe y solo dice: “Me encantaría ir en algún futuro, cercano o lejano. Me encantaría”.
—Manuel, ¿qué le dirías a Edo si vuelve a Viña?
“Qué le vaya bien, que muestre el libro—responde entre carcajadas—. No, esto lo tengo que decir. Otro comediante, un gran humorista, hizo eso con un libro que sacó. Esta cuestión ocurrió, pero de otra forma, con Pilar Sordo y con Coco Legrand, que sacaron un libro hace mucho tiempo, de otras características, totalmente distinto. Me acuerdo, porque lo vi en vivo, que Coco en la escena habló de ese libro que habían publicado. Yo no sé si quiero que hagas eso”.
Jorge Teillier, “testigo de la amistad”
El proyecto nació porque Juan Manuel Silva, editor de Planeta y auditor del podcast, creyó que era buena idea plasmar el audio en el papel. “Él dijo, no conozco nada así, en donde se mezclen dos tonos tan distintos”, recuerda Ugalde.
Ecos en un Pueblo Fantasma tiene importantes guiños a la literatura. Partiendo por el título, una referencia a Para un Pueblo Fantasma de Jorge Teillier. Es más, el escritor es un recurrente en el libro, a través de citas que dan la bienvenida a diferentes apartados.
Ambos descubrieron el gusto por la lectura en etapas disímiles de sus vidas. “En mi caso fue Papelucho, de Marcela Paz. Creo que fue el primer libro que recibí como regalo y que leí con agrado. Mi abuela también siempre me estaba mostrando artículos de revistas. A su manera, me acercó a la lectura. Mi mamá también siempre me regaló libros y cómics”, comenta Edo Caroe.
“En mi caso, la lectura no fue nada temprano. Fue recién llegando a la universidad, sin entender mucho. A mí me gustaba más bien la animación japonesa, entonces más bien leía cómics, anime, manga, pero tampoco era que me gustaran tanto. Llegando a la universidad es cuando me confronto a la poesía”, dice Manuel Ugalde.
—¿Cuándo llegan a Jorge Teillier?
Edo Caroe: En mi vida apareció tarde la poesía. El primer libro me lo recomendó Manuel, una antología de poesía chilena. La relación con Jorge Teillier llegó previa a la pandemia, en una etapa en donde estaba muy nostálgico, solitario, melancólico, pasando por un cuadro depresivo grande. Toda esta poesía de Teillier me pegó mucho, hasta hoy. Teillier inspiró el nombre del podcast, inspiró mi podcast, Free Solo. Todo estaba rondando en torno al pasado, al retorno, a la nostalgia y al sur.
Manuel Ugalde: Había un poeta chileno, de la Generación del 80, que se llama Eduardo Llanos, que había sido ayudante de Nicanor Parra, conocía a Teillier y había ido a comer y a tomar varias veces con él. Ahí descubrí el mundo de la poesía. La poesía chilena me tuvo loco. Llegué a una locura tal que iba a ver a los poetas a sus casas, iba donde Parra, iba a tomar once a la casa de don Nica, a la casa de Armando Uribe. Quise vivir como poeta, ese delirio adolescente que me parece maravilloso que pueda habitarnos. Diría que Teillier fue uno de los grandes poetas que amé de la generación del 50.
E.C: De alguna forma, (Teillier) nos acompañó como un testigo de la amistad, en sus poemas, en sus versos. Aparecía siempre. Ahí se nos ocurrió la idea de pueblo fantasma.
Ecos
El libro presenta variadas reflexiones en torno a tópicos como la economía, la familia, la otredad, la individualidad, la depresión… A través de párrafos intercalados, irrumpe la voz de Manuel Ugalde, de Edo Caroe y una tercera, que releva el pensamiento de algún autor. No es una conversación transcrita, pero tampoco un ensayo.
“Precisamente, por el formato, creo que cualquier persona puede leerlo. Hay dos voces muy distintas que hacen que sea más comprensible todo. Y el lenguaje tampoco es tan propio del podcast, o sea, está el lenguaje académico de Manuel, y está el lenguaje un poco más lego de mi parte, de querer saber. No es necesario haber escuchado el podcast, mejor aún si lo han escuchado”, explica Edo Caroe.
Ugalde agrega: “Cada fragmento puede leerse como una unidad, como Rayuela, donde cada capítulo tiene una cierta suerte de independencia, aunque todos están finalmente vinculados temáticamente”.
En la mayoría de las páginas, si no todas, se cita a algún autor del área de las humanidades relacionado con el tópico a tratar. “Los fragmentos que ponemos de ellos son ecos, es decir, no es nada nuevo, sino que son cosas que ya hemos hablado. Son, de alguna forma, los soportes de lo que estamos diciendo. Es una suerte de deferencia y respeto a la cita y al autor, no es que hagamos esto del name dropping, que es mencionar a autores por mencionar, sino que se trata de decir: ‘esta idea no es nuestra, sino que somos un eco’. De alguna forma, nuestro objetivo es motivar a que la gente vaya a esos autores”, explica el psicólogo.
—Edo, ¿crees que por ser humorista el público general puede pensar que es un libro de comedia?
E.C: “Creo que sí. Si la gente me ve en la portada y me llega a reconocer, pueden pensar que es un libro de chistes, pero la gente que está más alejada de mi carrera. Quienes la siguen, saben que soy una persona que tiene diversos intereses y que tengo una parte más seria, más profunda, que es una simple contraparte del humor”.
—En los agradecimientos, agregas a Manuel. Le agradeces por no verte con condescendencia para hablar de ciertos temas, aunque no seas académico.
E.C: Esos agradecimientos son bien sinceros, Manuel es profesor, una persona que ha estudiado mucho. Que alguien diga: ‘Sabes, voy a conversar con él, porque de repente las preguntas que hace me abren otros caminos’… Uno se siente valorado también. Quizás la matriz de pensamiento un comediante también funciona para poder desarrollar estos temas.
―Este libro es catalogado como de divulgación. Manuel, ¿faltan títulos de ese estilo?
M.U: “Falta un tipo de divulgación de Humanidades, de Filosofía y de Sociología que se tome en serio y que no caiga en una suerte de mesianismo o chamanismo, porque es muy fácil que se transforme en una suerte de ‘vende humo’”.
Ambos autores no descartan publicar nuevos libros, ya sea juntos, inspirados en el mismo podcast u otro del universo Neverland.
E.C: Me gustaría que esto siga, como una saga. Hay muchos temas del podcast que se pueden llevar a libros. Pero, lo que más me gustaría, es que esto le sirva mucho a Manuel, que él se convierta en un escritor como Byung-Chul Han.
M.U: Gracias, amigo. El punto en donde se transforme en una repetición sin ningún tipo de novedad o espontaneidad, ya no tiene sentido que hagamos este tipo cuestiones. Hasta ahora, no lo ha sido, y por lo mismo pienso que podría salir algún tipo de otro texto vinculado. En lo personal, me gustaría ver qué pasa con este primer libro. No sé realmente si quiero ser un autor honestamente, lo único que quiero es seguir leyendo y hablando de lo que leo.
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