Álvaro Pombo y Samantha Harvey: quiénes son los ganadores del Cervantes y el Booker Prize
El Premio Cervantes reconoció la trayectoria de Pombo, de 85 años. En tanto, el Booker premió la novela Orbital, donde Harvey sigue a un grupo de astronautas en la Estación Espacial Internacional.
Como suele suceder en los meses finales del año, tenemos temporada de premios literarios. Si hace unas semanas se entregaron en Chile los Premios Literarios, y la semana pasada el Premio Herralde de Novela (que recayó en la escritora nacional Cynthia Rimsky), y en Francia el Premio Femina (que en su categoría de Novela extranjera recayó en la chilena Alia Trabucco Zerán), este vez toca el turno del Premio Miguel de Cervantes, y el Booker Prize (no confundir con el Booker Prize Internacional, que se entregó en mayo a la alemana Jenny Erpenbeck).
Es el galardón más importante de las letras en castellano, el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, reconoce a trayectoria de algún autor o autora de Hispanoamérica. Este año, el galardón -anunciado este martes 12- recayó en el escritor español Álvaro Pombo. El jurado destacó “su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración”.
Con 85 años, cuenta con una respetable trayectoria en el mundo del libro. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, Bachelor of Arts en Filosofía por el Birkbeck College de Londres, es principalmente poeta, pero también ha incursionado en la narrativa. En este campo, uno de los temas que ha tocado es el de la homosexualidad, dado que ha reconocido ser gay.
“Yo soy homosexual antiguo. Yo no soy gay, soy pre-gay. Es algo que me dijo Mendicutti una vez. Soy homosexual, pero tengo la edad que tengo y he vivido las experiencias que he vivido. Por eso Brokeback Mountain o Far from heaven me gustan tanto. Reflejan la clase de homosexualidad que he vivido: era una imposibilidad. Uno no salía del armario nunca. Ni yo ni nadie. Hacías lo que podías. El destino de Heath Ledger en la película era el que esperaba a muchos”, dijo en una entrevista en 2009.
En 1983 ganó el primer Premio Herralde de Novela con su libro El héroe de las mansardas de Mansard. Una novela de aprendizaje que muestra a un joven en la España postguerra civil convirtiéndose en un adulto. Entre sus novelas podemos destacar El temblor del héroe (Premio Nadal, 2012), El cielo raso (Premio Fundación José Manuel Lara, 2001), La fortuna de Matilda Turpin (Premio Planeta, 2006), Donde la mujeres (Premio Nacional de Narrativa, 1996). En poesía, destacan desde Protocolos (1973) hasta Los enunciados protocolarios (2009).
En la Madre Patria, se destacó mucho el galardón. El País señaló: “Ha sido el novelista de la exploración de las contradicciones íntimas, las vacilaciones y las perplejidades de unas cuantas mujeres literariamente sensacionales (y unos pocos hombres). Sus novelas han tenido aquel brío lento de la meditación con nervio, el arabesco de la digresión libérrima y una pátina de humor piadoso que es dificilísima de imitar, pero es completamente suya. Ha tenido etapas triunfales de lectores, o cuando menos de alta popularidad (ganó el Planeta en 2006), y otras de alguna menor palidez mediática, pero nunca ha desaparecido del radar de los lectores literarios”.
Por este premio, Pombo obtiene un monto de 125.000 euros (unos 130 millones de pesos chilenos). En esta ocasión Pombo se impuso a otros candidatos latinoamericanos con bastante recorrido: La nicaragüense Gioconda Belli, la mexicana Margo Glantz, el argentino César Aira y el chileno Raúl Zurita.
Una novela en el espacio
Por otro lado, el Booker Prize reconoció como ganadora a la inglesa Samantha Harvey (Kent, 49 años) por Orbital, una novela corta que sigue las peripecias de seis astronautas enviados a la Estación Espacial Internacional y que plantea complejos debates sobre el sentido de la existencia humana. La novela los sigue durante 24 horas, en una temática poco usual en la literatura, que en estos tiempos está centrada en la autoficción y la “literatura del yo”.
Orbital fue elegida “por unanimidad” como ganador. Según el presidente del jurado, Edmund de Waal. “Nuestra unanimidad sobre Orbital reconoce su belleza y ambición. Refleja la extraordinaria intensidad de atención de Harvey al preciado y precario mundo que compartimos”.
“No me lo esperaba”, dijo Harvey en su discurso de aceptación. “Nos dijeron que no se nos permitía decir malas palabras en nuestro discurso, así que ahí se fue mi discurso. Fue solo una mala palabra 150 veces”.
Harvey dedicó el premio a “todas las personas que hablan a favor y no contra la Tierra y trabajan a favor y no contra la paz”. Además, dijo que se cuestionó a sí misma mientras escribía el libro: “¿Por qué alguien querría escuchar a una mujer en su escritorio en Wiltshire escribir sobre el espacio cuando la gente realmente ha estado allí? Perdí los nervios y pensé que no tenía autoridad para escribirlo”.
Con este premio, Harvey obtiene un pozo de 50 mil libras (unos 62 millones de pesos).
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