Ingrid Szurgelies y Franz Bäar son los principales protagonistas de Aullido de invierno (2023), la película que mezcla ficción y documental del realizador chileno Matías Rojas Valencia y donde también interviene la actriz Paulina García. Es un curioso formato para un largometraje que en su primera y última parte muestra la errabunda existencia de los dos excolonos en la región de Aysén, mientras que en el medio hay un extenso segmento donde la actriz encarna a una mujer arrepentida de haber delatado a opositores al régimen de Pinochet que fueron a parar a Colonia Dignidad.

Exhibida por primera vez el año pasado en el Festival de Cine Black Nights de Tallinn (Estonia) en el 2023 y ganadora ex-aequo junto a La fabulosa máquina de cosechar oro de Alfredo Pourailly en el Festival Sanfic 2024, la propuesta de Rojas Valencia destaca por la fuerza de los testimonios, en particular por el caso de Franz Bäar, víctima de torturas en el antiguo enclave dirigido por Paul Schäfer.

El director Matías Rojas Valencia junto a la actriz Paulina García en el rodaje de Aullido de Invierno

En medio de la promoción del largometraje, su director habló con Culto.

Antes de Aullido de invierno (2023), dirigió Un lugar llamado Dignidad (2021), también sobre el enclave de Paul Schäfer, ¿Por qué decidió continuó con el tema?

Aullido de invierno (2023) nace de la investigación que hice para la película Un lugar llamado Dignidad. En ese proceso conocí a los excolonos Ingrid Szurgelies y Franz Bäar a través del abogado Hernán Fernández, que tiene a su cargo varios casos de personas afectadas en Colonia Dignidad. Ahí empezó una relación de muchos años hasta que durante la pandemia desarrollé el proyecto de Aullido de invierno (2023), que es como una película dentro de otra película.

¿Siempre existió la idea de poner una historia de ficción dentro de dos segmentos documentales, que es el formato que tiene Aullido de invierno?

Sí, este formato fue siempre el plan original. Un inicio y una conclusión de tipo documental con dos personajes reales y un intermedio de ficción. La idea era combinar dos historias que en la sumatoria hicieran qe el espectador generara una tercera idea.

Los excolonos Ingrid Szurgelies y Franz Bäar en Aullido de Invierno.

¿Fue difícil convencer a Ingrid Szurgelies y Franz Bäar para participar en la película?

No particularmente, pues los conozco hace muchos años, desde el 2015, cuando recién empezaba a trabajar en Un lugar llamado Dignidad, que al final la terminamos filmando en el 2019.

¿Dónde viven ellos?

Cuando rodamos ellos estaban en Ñirehuao, una localidad que queda desde Coyhaique hacia la cordillera. Pero a Franz tuvo hace poco un accidente cerebrovascular (ACV) debido a las secuelas de los maltratos y torturas sufridos en Colonia Dignidad y ambos tuvieron que trasladarse cerca de Temuco para tener mejor acceso a los tratamientos médicos.

¿Ingrid y Franz fueron a la región de Aysén para estar lo más lejos posible de Colonia Dignidad?

Deambularon por muchos lugares y pueblos antes de llegar a Aysén. Querían estar en contacto con la naturaleza, ser autosuficientes, cultivar la tierra, tener animales. Pero lo más importante es lo que me decía siempre Ingrid: “Vivir en presente lo que el pasado nos quitó”. Por eso es que era importante para nosotros no mostrar nada de archivos ni imágenes de Colonia Dignidad. Todo tenía que ser en presente. Las palabras que los definen son tres: resiliencia, memoria y resistencia. Siempre hablo con ellos y ahora, por ejemplo, están en Temuco participando de varias actividades. Nunca conocí personas tan resistentes física y espiritualmente.

El ex colono Franz Bäar en Aullido de Invierno.

El caso Franz Bäar es particularmente dramático…

Claro, él fue objeto de torturas y experimentos durante 30 años en un hospital. Era un conejillo de Indias en Colonia Dignidad y así fue bautizado. No fue abusado por Paul Schäfer, pero fue brutalmente castigado.

¿Por qué razón lo castigaban?

Él es chileno (su verdadero nombre es Francisco del Carmen Morales Norambuena) y llegó a los 10 años a Colonia Dignidad para ayudar a su madre. Pero nunca más volvió a ver a su familia y además en un momento lo acusaron falsamente de haberse robado las llaves de la habitación donde dormían los niños. Por eso lo encerraron y comenzaron a experimentar drogas en él, entre otras cosas.

¿Cómo conoce a Ingrid?

A pesar de todos estos problemas se va tejiendo una relación entre ambos sólo a través de la smiradas. Cuando en 1996, Paul Schäfer huye, Franz logra tener más “libertad”, sale del hospital y empieza a trabajar. Así comienza a relacionarse mejor con Ingrid, finalmente se hablan y se piden matrimonio. Es una historia donde la inocencia se mezcla con lo brutal.

Hay quienes creen que estas historias se han contado demasiado en el cine y en general en los medios audiovisuales

A mí ya me pasó eso cuando tuve que rodar Un lugar llamado Dignidad. Teníamos listo el guión en el año 2015, pero como nos costó mucho financiarla, recién pudimos rodar en el 2019 y estrenar en el 2022. Durante todo el tiempo que pasó, debí lidiar con el asunto de que ‘ya había pasado el tema’. Es raro porque existe la creencia de que una película sólo es importante cuando revela un tema y no debería ser así, pues no se trata de un reportaje ni una noticia. Lo que hacemos es una película. Algo curioso que nos pasó es que durante un festival de cine en Alemania alguien del mismo encuentro nos preguntó por qué hacer otra película sobre Colonia Dignidad. Lo mejor fue que desde el mismo público le respondieron que era “para recordar lo que a veces ni siquiera nos acordamos de recordar”.