Cuando volvió a Zanzíbar, habían transcurrido 17 años. Abdulrazak Gurnah (1948) salió de su país cuando aún no cumplía 18 años, en medio de las guerras por la liberación del colonialismo. Se trasladó a Inglaterra, estudió en la Universidad de Canterbury, y en los años 80 se doctoró en la Universidad de Kent. Al regresar a su tierra natal su padre aún estaba vivo, pero ya había envejecido. Lo vio caminar dificultosamente, muy lento, y recordó que él había nacido en 1905, en los primeros años de la dominación británica.
-Los británicos comenzaron la colonización en 1896. Mi padre nació nueve años después. No lo había pensado antes. Entonces me pregunté ¿Qué habría entendido él sobre lo que estaba pasando? ¿Cómo sería la mirada de un niño?
De este modo dio forma a Paraíso, una de sus novelas más celebradas, finalista del Booker Prize. En ella narra la historia de Yusuf, un niño que es vendido por su padre a un tío que en realidad es un comerciante árabe, para saldar una deuda. Yusuf viaja con su tío como un sirviente, a través de un territorio atravesado de tensiones sociales y religiosas, bajo la sombra extensa del colonialismo europeo. Es una novela de iniciación que sigue a Yusuf en sus experiencias de crecimiento y devela la crueldad y explotación al interior de África, mientras estalla la Primera Guerra Mundial.
El desertor, su novela más reciente, narra dos historias separadas por medio siglo: la primera relata el romance imposible entre un europeo y una bella africana en el contexto del colonialismo. La segunda describe otra historia de amor tensionada por las diferencias culturales y religiosas. La novela se basa en parte en la juventud del autor en Zanzíbar, que se refleja en la voz de Rashin: un joven que sueña con dejar su país para estudiar en Inglaterra.
Rica en matices y resonancias, su obra fue distinguida con el Premio Nobel de Literatura 2022 “por su comprensión inflexible y compasiva de los efectos del colonialismo y el destino de los refugiados en la brecha entre culturas y continentes”.
Su premio provocó una fiesta nacional en Zanzíbar, tal vez el único lugar donde es más conocido que Freddie Mercury, quien también nació en ese país. Abdulrazak Gurnah estuvo en Santiago la semana pasada, invitado al ciclo La Ciudad y las Palabras de la UC.
-Es un premio tan maravilloso, todos saben de él. Significa que hay muchas traducciones y eso permite conocer a lectores en todo el mundo -dice, sentado en una sala de hotel en Santiago.
Sus libros retratan el impacto del colonialismo. ¿La huella del colonialismo es aún visible?
Ciertamente, el colonialismo europeo transformó el mundo. Transformó tu parte del mundo, África, Asia. Desaparecieron antiguas formas de relacionarse unos con otros, nuevos países fueron creados por la conveniencia de los poderes colonizadores, más mapas fueron dibujados. Pero estos no eran países reales. La consecuencia principal es la inestabilidad. Si miras el mapa del Medio Oriente, fue creado entre 1918 y 1920 como resultado de la derrota del Imperio Otomano. Dos hombres, un inglés llamado (Mark) Sykes y un francés llamado (Charles) Picot, se reunieron y acordaron crear un país llamado Líbano, un país llamado Siria, otro llamado Irak, Palestina, y así. Y muchas de las inestabilidades y violencia que tenemos hoy tiene que ver con estos países que han sido creados así. En África es aún peor. La razón por la que hay tantas guerras es porque la gente no quiere pertenecer a esos lugares, porque fueron creados y ellos no quieren pertenecer. Y nadie quiere renunciar a ninguna pulgada de tierra. Esa es la consecuencia número uno del colonialismo. La consecuencia número dos es el desbalance económico. Así que, sí, el colonialismo sigue con nosotros.
¿Cómo lo percibe o lo siente Ud. en el Reino Unido?
No tienes que sentirlo exactamente, pero lo ves. Ves los grandes edificios, estos grandes museos y maravillosos palacios y sabes que fueron construidos con las riquezas que vinieron a Inglaterra como resultado de su imperio. Una de las grandes conversaciones que hay ahora en el Reino Unido es el debate sobre si debería haber reparaciones por el comercio de esclavos. Una base de datos del University College of London muestra que personas y empresas, incluyendo a un ex Primer Ministro, son descendientes de familias cuyas huellas vienen de las plantaciones en Jamaica, es decir, que mucha de la riqueza de Inglaterra en realidad viene de la esclavitud y el colonialismo. Y en algunos lugares personas comunes y corrientes han tirado al suelo estatuas de gente que ha sido celebrada por algo pero cuyo dinero vino de la esclavitud.
¿Cómo fue su experiencia cuando llegó a Inglaterra?
Yo era muy joven, tenía 17 y medio. No tenía dinero, ni habilidades, y no sabía nada sobre Inglaterra. Así que imagínate. No era fácil. Ser un extranjero nunca es fácil, especialmente un joven extranjero. Ahora, si eres una persona de 30 años que ya tiene un doctorado y una habilidad, es distinto. Muchas de las cosas que tuve que experimentar fue, primero, aprender a vivir como un extranjero. Además de eso, había una diferencia. Yo venía de un lugar que había sido colonizado por estas personas. Y ellos tenían una idea cierta sobre mí. Y yo no lo sabía. Así que, de nuevo, saber cómo lidiar con eso, cómo vivir con esta especie de hostilidad ,que no era una hostilidad en el sentido de que alguien te va a pegar en la cara, pero que percibías en ciertas palabras o en actitudes o bromas. Pero también estaba la aventura, un sentimiento de libertad y muchos libros que leer. Así que teníamos esto y lo otro. Pero hubo gente muy generosa, nadie fue poco amistoso. Y así empiezas a aprender y armas una vida. Pasa siempre con la migración o los desplazados: la gente vive en un lugar, pero en su imaginación también viven en otro lugar. Viven pensando en el lugar que dejaron atrás.
Ud. ha dicho “soy de ahí, mi mente está ahí”, en referencia a Zanzíbar, pero al mismo tiempo es ciudadano británico.
No hay problema en eso. Vivimos así. No soy único. Esta es la condición de millones de personas hoy. Tenemos que repensar lo que significa decir dónde pertenezco. ¿Cuál es el sentido de dónde pertenezco? ¿Dónde está tu hogar? ¿Qué significa decir estoy en casa? Si te vas a vivir a Sudáfrica, siempre vas a ser un chileno. Puedes vivir en Sudáfrica por 50 años y hacer una vida, pero a dónde perteneces.
En El desertor, Rashin estudia en un colegio británico, recibe la perspectiva del colonizador, y en un punto mira su cultura con distancia. ¿Le ocurrió?
Sucedió por un rato. Cuando me fui, durante 17 años no pude volver. Era peligroso. Y en ese tiempo empecé a pensar que a lo mejor nunca más iba a poder volver. Así que empiezas a hacer una vida y no significa que ya no piensas en el lugar de donde provenías. De alguna manera renuncias un poco, pero siempre está presente. Esto es lo que pasa con la gente que emigra. Haces una nueva vida, te casas, tienes hijos, formas una familia, trabajas. Y no es que lo olvides, pero en cierto modo lo abandonas. Y en parte el sentido de esta renuncia es porque tampoco has conseguido nada. O sea, ¿qué sacas con pensar que voy a volver, después de estar 20 años, si no tengo nada? O sea, ¿de qué sirve? Y muchos migrantes están atrapados en esa forma de pensar. No vuelven hasta que consiguen algo y dicen hey mírenme, soy exitoso, valió la pena. Pero en mi caso el líder del gobierno cambió y dijo Ok, cualquiera que quiera volver, puede volver. Así que fui capaz de volver y cada vez que puedo viajo y estoy con mi familia.
La migración es un fenómeno mundial, que crea tensiones y que vivimos también en nuestro país. ¿Cómo ve Ud. este fenómeno?
Sí, escuché sobre los venezolanos. Es muy triste, pero no sé los detalles. Hay también grandes movimientos de personas en otras partes del mundo. Si nos fijamos principalmente en el Medio Oriente, tenemos los afganos, los sirios, los kurdos, se están moviendo, desplazando principalmente por intereses occidentales en esos lugares. Las guerras ponen en peligro la vida de las personas y eso los obliga a desplazarse. Y otras razones son las económicas, la gente aspira a mejores condiciones de vida y por eso se desplaza. Esta es una de las grandes razones por las que hay tanto movimiento de gente desde África. Ellos también están tratando de salir de situaciones peligrosas, de guerras, pero la razón principal es que aspiran a una mejor calidad de vida, salir de la pobreza. Podemos decir que estos son movimientos honorables porque la razón porque la persona quiere salir del lugar donde está es para encontrar mejores condiciones de vida para él y su familia.
¿Cómo se relaciona con su lengua nativa?
Yo hablo suahili.
Pero escribe en inglés
Sí, porque la relación de un escritor con lo que escribe no es precisamente con lo que es más fluido.
¿Siente cercanía con autores como Nabokov que tuvieron que cambiar de idioma para escribir?
Sí, me identifico con ellos. Hay muchos escritores de muchos lugares del mundo que escriben en francés, en portugués, en inglés y que provienen de otros sitios y han tenido que adaptarse al lugar que llegaron para empezar a escribir.
¿Cómo fue recibido su premio en Zanzíbar?
Un gran celebración. Ya sabes, el presidente, los ministros, una banda, música, desfiles. Todos estaban felices.
¿Freddie Mercury es tan conocido como Ud. allá?
No creo que Freddie Mercury sea tan conocido en Zanzíbar. La gente que sabe de Freddie Mercury son los guías turísticos. Todos los que vienen de afuera preguntan ¿dónde está la casa de Freddie Mercury? Entonces el guía turístico inventa y dice esa es la casa. Pero no es cierto.