Cristóbal Tapia de Veer, el chileno que brilla con The White Lotus: “Yo no trabajo por el cheque”
De visita en nuestro país después de varios años –para participar en la Feria Pulsar–, el compositor habla con Culto sobre su ajetreado presente y adelanta lo que traerá en 2025 la tercera temporada de la premiada ficción de HBO. Además, revela que estuvo cerca de unirse a la serie basada en La Casa de los Espíritus, pero su agenda lo impidió. “Hubiera sido una manera de conectar con Chile”, afirma.
La última vez que Cristóbal Tapia de Veer (Santiago, 1973) estuvo en Chile fue hace cerca de 15 años. Le cuesta recordar con exactitud el momento de su último viaje a su país de nacimiento. Lo que sí sabe con total certeza es que nunca había estado en Valdivia ni en ninguna localidad de la zona sur. “Yo soy de Santiago y cuando era chico iba para el norte, porque tenía familia”, apunta.
El motivo de su actual visita es su participación en Fluvial y en la Feria Pulsar (que se extiende hasta este domingo en la Estación Mapocho), dos encuentros que hasta hace poco no estaban en su radar. Ganador de tres Emmy (todos por la serie The White Lotus) y de un Bafta (por National treasure), el compositor vive en Canadá desde que era adolescente y se formó y consolidó como músico en Norteamérica. Todo lo que ha podido conocer –musical y geográficamente– durante las últimas dos semanas ha sido un completo descubrimiento. “De a poquito me voy poniendo al día”, indica en un castellano bastante fluido.
“Yo me fui de aquí a los 15 años, entonces nunca he existido en Chile como adulto o como profesional. Llegar aquí a hablar de lo que hago es muy nuevo para mí. Estoy bien impactado y emocionado”, reconoce.
Después de almorzar pescado frito en un restaurante de Valdivia, atiende por teléfono a Culto para conversar sobre su trayectoria, de su distancia con las convenciones de la industria y de su frustrada primera colaboración con realizadores chilenos.
-Siempre ha dicho que no le interesa seguir una carrera convencional como compositor de películas y series. ¿En los últimos años le ha tocado decir mucho que no a proyectos que le parecían muy típicos o donde sospechó que no iba a tener espacio para dejar su sello?
Sí, ha habido proyectos que no tomé y en otros estuve y me fui. Por ejemplo, había empezado Migration (¡Patos!), esta película animada sobre patos. Hice un par de proyectos así, que los empecé creyendo que nos íbamos a entender, que íbamos en la misma dirección, pero al final no llegamos a nada que nos dejara a todos contentos. En general cuando son proyectos en los que se ve que no voy a poder hacer realmente algo interesante, pienso que para ellos tampoco va a ser interesante y prefiero retirarme en vez de hacer el trabajo. Yo no trabajo por el cheque, la verdad. Para mí sobre todo lo más importante es hacer algo que me parezca especial.
-En los últimos años su trabajo ha ganado reconocimiento. ¿Siente que con los premios ha podido reafirmar su lugar en la industria y tener más espaldas para negociar?
Sí. Los premios sobre todo sirven para eso: permiten seguir trabajando cuando pasan cosas de ese tipo y la gente puede decir “con este no se puede trabajar”. El respeto que viene con todos estos premios como que te asegura un poco más tu posición. La gente entiende más, está más abierta a conversar y entiende que si algo no funciona, no funciona, pero no es porque yo no pueda hacer el trabajo, es porque hay algo artístico que no se logró. Entonces, sí, seguro que ayuda.
-Cada entrega de The White Lotus presenta a un nuevo grupo de personajes y transcurre en un lugar diferente, por lo que cada temporada parece un mundo nuevo. ¿Le está ocurriendo eso con la tercera temporada, que llegará en febrero?
Sí, ahora estamos trabajando en la tercera temporada, que es en Tailandia. Es inventar un nuevo sonido. Hay cosas que son similares al primer The White Lotus. En el contexto de Tailandia, hay mucha jungla, animales peligrosos y todo eso, por lo que volvemos un poco a lo tribal, pero con sonidos asiáticos. Estuve trabajando con una violinista que toca el violín tradicional tailandés. El tema de The White Lotus es completamente nuevo para esta estación. No tiene ningún elemento de los antiguos The White Lotus. Esa va a ser un poco la novedad de Tailandia.
-Mike White, el creador, siempre le propone algo nuevo. Esa es probablemente su principal motivación para volver.
Sí, eso es lo más simpático. Poder cambiar e inventar algo nuevo. En todos los shows que hice siempre me fui después de la primera temporada, excepto en Utopia. No podría hacer estos shows que hacen ocho temporadas de lo mismo. Se vuelve un trabajo.
-Ya se liberaron algunos tracks de su score para Babygirl, la película dirigida por Halina Reijn y protagonizada por Nicole Kidman. En uno de ellos, Wolves, hay cierta similitud con sus composiciones para The White Lotus. ¿Haría ese paralelo?
Eso salió espontáneamente. El personaje de Nicole Kidman tiene dos temas en el soundtrack. Uno, el más orquestal, representa a la mujer profesional. El otro representa el lado bestial, animal. Son cosas que el personaje de Nicole esconde y que ella empieza a descubrir porque se encuentra con este joven que viene a trabajar a su firma. Wolves representa todo lo que a ella le sale durante la película, en lo que se va transformando. Con la directora hablábamos sobre que se transformaba en lobo. Después me di cuenta de que eso podría ser algo del primer The White Lotus, pero no era muy consciente mientras lo estaba haciendo.
-¿Hay algún director con el que le parecería un sueño poder trabajar?
Me gusta mucho Ruben Östlund, este director sueco que hizo El triángulo de la tristeza y The Square. Yo lo encuentro increíble. Lo que pasa es que él no usa compositor, pero nunca se sabe. Yorgos Lanthimos tampoco tenía y recién ahora empezó a trabajar con uno. Pero me encantaría trabajar con él. También con Rose Glass. La energía que tienen sus películas realmente me impactó.
-Quizás hay algo en común entre el cine de esos directores y los proyectos en los que Ud. ha podido trabajar recientemente: un retrato del humano en situaciones muy al límite o vulnerables. Imagino ese le resulta inspirador.
Sí, mucho. Lanthimos y Östlund tienen cosas en común en la manera en que muestran la humanidad. Es una obversación que resulta muy inspiradora, porque abre las puertas a hacer cualquier interpretación musical. Me encanta eso. Tener la oportunidad de hacer una película como The lobster sería un sueño. El lado abstracto me parece increíble.
-¿Ha estado cerca de trabajar con realizadores chilenos?
Hablé con la gente de esta serie que están haciendo de Isabel Allende (La casa de los espíritus). Ellas querían que yo hiciera la música. Fue increíble. Me hubiera gustado poder venir acá y trabajar en eso. Hubiera sido una manera de conectar con Chile. Pero al final no funcionó porque yo estaba demasiado ocupado. Esto pasó entre Sonríe 2, Babygirl y (la tercera temporada de) The White Lotus. Era imposible la verdad. No puedo trabajar 24 horas por día. Di un paso al costado, pero ojalá una próxima vez.
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