Reseña de libros: de Confucio a Gonzalo Maier

Confucio
Confucio

Dijo Confucio, el estudio y selección de aforismos del filósofo chino, preparado por Adán Méndez; Mal de Altura, la nueva novela del escritor chileno, y la la novela ilustrada sobre el origen de Calcetín con Rombosman, en las lecturas de la semana.


Confucio

Dijo Confucio, de Adán Méndez (UDP)

Como Sócrates, incluso como Jesús o Buda, Confucio (551 a.C.- 479 a.C.) no dejó textos escritos. De algún modo, es una creación colectiva de sus discípulos. Ensayista, poeta y editor, Adán Méndez (El ejemplo de Aristipo) ofrece una aproximación rigurosa al filósofo más influyente de China: presenta un acucioso estudio biográfico y cultural sobre Confucio, así como una selección de sus aforismos. La obra del filósofo sin filosofía está contenida en las Analectas: 500 aforismos distribuidos en  20 libros. Gran parte de ellos registran discusiones entre el maestro y sus estudiantes. Confucio, afirma el ensayista, cree decididamente que una persona tiene que alcanzar el lugar que merece por su virtud y su integridad. Méndez aleja a Confucio de las lecturas místicas: a sus ojos, una sabiduría que no se realiza en el mundo, que no alcanza el poder, no se puede considerar sabiduría. Si bien sus enseñanzas no tienen una teoría central, busca descubrir “el camino para hacerse una persona íntegra”. La integridad es el esplendor de todas las virtudes. “El camino para el buen gobierno de un país mediano es la gestión digna y honrada; el gobernante debe ser austero, apreciar a todos sus pares, y mover a la gente solo para que ella misma se beneficie”, dice uno de sus aforismos. Con miles de años de antigüedad, su pensamiento resuena hoy con el poder de los clásicos: “No se preocupen si los demás no los reconocen; preocúpense ustedes si no reconocen a los demás”, dice. “Saber que sabes lo que sabes y saber que no sabes lo que no sabes: eso es realmente saber”.

Mal de altura

Mal de Altura, de Gonzalo Maier (Random House)

Su nombre suena a chiste: Sócrates Saavedra, profesor de filosofía. Originalmente su nombre no tenía que ver con el filósofo griego. En realidad, sus padres eran una pareja de hippies que en un viaje a Brasil, en un bar de Sao Paulo, en los 70, tomando cerveza, acordaron tener un hijo, justo cuando el delantero del Corinthians, el doctor Sócrates, encajó un golazo al poderoso club local. Sócrates Saavedra es el protagonista de Mal de altura, la nueva novela de Gonzalo Maier. Autor de Piña y El libro de los bolsillos, entre otros, Maier compone una comedia mínima, irónica, a ratos desopilante y francamente divertida, en torno a un decadente profesor de filosofía que debe dar clases de ética a un empresario condenado por delitos tributarios. Cualquier semejanza con la realidad es pura ficción. Después de una crisis personal y de renunciar a sus pretensiones académicas, Sócrates es un filósofo de salón que sobrevive desmotivado en una universidad de la precordillera. Entonces recibe el encargo de dar clases a Juan Agustín Echaurren,  empresario que hizo fortuna en los 80 y consiguió poder en los 90, pero hoy está en descrédito. El encuentro provocará un giro: mientras Sócrates se ve cada vez más seducido por la buena vida y el dinero, Echaurren -enemistado con su mundo- lee a Séneca y duda entre plantar tomates o hacer una revolución.

Calcetín

Calcetín con Rombosman. El Origen, de Pedro Peirano y María Eugenia Blanco (Planeta Junior)

Un día una pareja de supervisores de la fábrica de lanas del planeta Siluris -el último planeta de la galaxia- encontró una anomalía: con su único ojo descubrieron un ovillo negro entre las bolitas de lana verde. En el planeta donde todo es verde, incluyendo por cierto a sus malhumorados habitantes, eso era inaceptable. El pequeño ovillo fue enviado a un centro de tratamiento para cambiar su color, pero luego de sucesivos fracasos, fue expulsado al espacio exterior. De pronto el ovillo fue atraído por un agujero negro, donde los rayos gama atravesaron su estructura. En unos minutos cayó a la Tierra, al canasto de una abuelita tejedora que lo convirtió en un par de calcetines: César y Ramón. Los hermanos tenían grandes sueños, ser futbolistas, bañarse con jabones aromáticos, pero estos fueron frustrados cuando un pirata se robó a Ramón. Tratando de salvar a su gemelo, César naufragó y fue a dar a la playa de Titirilquén. En ese encantador pueblo, César conocerá a Juanín, Juan Carlos Bodoque y Tulio Triviño, avezados periodistas. Conocerá también los Derechos del Niño y descubrirá sus increíbles poderes. Una entretenida e inventiva novela ilustrada,  rebosante de humor, que cuenta el origen de uno de los personajes más populares de 31 Minutos.

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