Crítica de discos de Marcelo Contreras: de Dua Lipa con orquesta a Interpol con carácter

Dua Lipa
Crítica de discos de Marcelo Contreras: de Dua Lipa con orquesta a Interpol con carácter

Las novedades discográficas de la semana tienen a la estrella del pop vistiendo otras ropajes, mientras la banda neoyorquina entrega un disco en vivo rotundo. En medio, los clásicos Roxette viajan a su último gran título.


*Dua Lipa - Dua Lipa live from the Royal Albert Hall

El notorio lazo de algunas de las más grandes estrellas pop femeninas británicas de los últimos 20 años con géneros y sonidos vintage, se manifiesta intensamente en este primer álbum en vivo de Dua Lipa (29), registrado en el Royal Albert Hall el pasado 17 de octubre.

Mientras el ángulo de aproximación de Amy Winehouse y Adele resultaba más explícito con la medianía del siglo XX, cuando teatros y salones eran los reductos de la música en vivo timbrada de garbo y magnificencia, la cantante londinense ha combinado el pasado con electrónica bailable, dejando un saldo de retro modernidad en algunos de los mejores sencillos pop de la década.

Dua Lipa se acompaña de los 53 músicos de la Heritage Orchestra dirigidos por Ben Foster, orquestador ganador del Bafta que ha girado con Peter Gabriel, más las voces de 14 coristas. La cantante interpreta íntegro su consistente último álbum Radical optimism, publicado en mayo, y selecciones de Future nostalgia (2020), el título que la catapultó como imprescindible de la pista de baile. La propuesta para la tradicional sala británica desplaza la conexión con bases y ambientes sintetizados, para realzar la profunda raíz en la música disco que domina su cancionero, mediante elegantes arreglos donde las cuerdas brillan. Los límites de su rango y el volumen vocal, se suplen con estilo y gracia.

*Roxette - Crash! boom! bang! 30th anniversary edition

El quinto álbum de Roxette, el artista sueco más exitoso de todos los tiempos tras ABBA, fue el último de repercusión internacional y singles para recordar. Publicado en abril de 1994, la respuesta no fue la misma en EEUU por problemas promocionales, donde el dúo de Per Gessle y Marie Fredriksson disfrutó de una popularidad efervescente con álbumes como Look sharp! (1988) y Joyride (1991), más el batatazo de la power ballad It must have been love (1990), para caer en un rápido descarte con la llegada del grunge.

Si bien no goza de la inmediatez de aquellos títulos que sorprendieron al mercado estadounidense, Crash! boom! bang! contiene los elementos que hicieron de Roxette una formidable máquina de pop rock, recurriendo a tópicos genéticos del rubro con canciones sobre automóviles como símbolo de aventuras y romance (Sleeping in my car), y guitarras eléctricas (I love the sound of crashing guitars). Esta generosa edición aniversario de 41 temas y más de dos horas y media de música, incluye numerosos demos de excelente factura con versiones en distintos tonos, donde a veces se invierten los roles en las voces. El corte homónimo por ejemplo, es interpretado por Gessle. Otros, como Sleeping in my car, evidencian las mejoras en la edición final. A pesar de los buenos singles, también es un disco demostrativo del desgaste compositivo del dúo, con material de relleno que no ha envejecido de la mejor manera.

*Interpol - Live at Third Man Records

Dos semanas después de presentarse por primera vez en Viña del Mar en el reinagurado teatro municipal el pasado 30 de mayo, los neoyorquinos Interpol actuaron en el Blue Room de Third Man Records en Nashville, el sello propiedad de Jack White junto a un par de socios. El show fue grabado en acetato con tecnología de los años 50 bajo una dinámica prácticamente en desuso, implicando una sola toma y sin retoques, una práctica velada e histórica en los discos en vivo.

El concierto original de 15 temas quedó reducido por el formato vinilo a ocho cortes extraídos de títulos como Our love to admire (2007), Antics (2004), Interpol (2010), El Pintor (2014), y el insoslayable debut Turn on the bright lights (2002), que instaló de inmediato a la banda entre lo mejor del retro rock de comienzos de milenio. Tal como sucedió en la ciudad jardín, el sonido y la actitud de Interpol resulta rotunda, como resalta notoriamente el esmero por reproducir las canciones apegadas a las versiones originales. El repaso de NYC es sublime, con la exquisita y melancólica guitarra de Daniel Kessler embelleciendo el final de la mejor composición del grupo; la energía amurallada de Say hello to the angels contagia con su enrevesado remate plagado de contratiempos sin transar la cadencia, en tanto Not even jail, uno de sus singles más efectivos de electrizante arranque, cierra impecable.

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