De McCartney a Fontaines D.C.: lo mejor del año musical según la prensa nacional
El final del año impone una revisión a fondo de los discos y conciertos que marcaron la temporada. Convocados por Culto, una serie de críticos y periodistas musicales aquilatan lo mejor del año, en los lanzamientos discográficos chilenos e internacionales, además de repasar los mejores shows que se vieron en el país. En los shows hubo consenso sobre hitos como al concierto de Paul McCartney al gran año de Los Bunkers, y en los discos chilenos, los regresos de Gepe y Ana Tijoux fueron marcados como lo más destacados.
La elección de los mejores trabajos de una temporada siempre desata el debate entre la crítica y prensa especializada. En un año que tuvo regresos y una variedad de buenos lanzamientos discográficos, hay varias menciones, pero también consenso en torno a algunos nombres. Convocados por Culto, un grupo de periodistas y críticos musicales que trabajan para otros medios se animó a trazar lo más destacado del 2024 en discos chilenos e internacionales, así como los conciertos en el país.
Los mejores discos chilenos del 2024
En general, entre los críticos hubo consenso en mencionar a Vida, el regreso de Ana Tijoux, como el mejor disco chileno de la temporada. Un álbum cruzado por el espíritu festivo, tras atravesar un período complejo. “Vaya que valió esperar 9 años por este disco de Ana Tijoux. Un cocktail colorido y vibrante de hip hop. jazz, trap, cumbia, dance hall y hasta folk. En cada pista Vida expele celebración y confianza. ¿Cuánto habrá influido su residencia en Barcelona? El kilometraje adquirido en la carretera habla por sí solo, ni hablar la robusta lista de invitados. Omar, Talib Kweli, Posdnuos (De La Soul), Pablo Chill-E e iLe, todos brillando en lo suyo”, destaca Francisco Reinoso, periodista y editor en Radio Sonar.
Una opinión similar es la de la periodista de ADN, Sandra Zeballos, quien también consideró al disco de la ex Makiza como lo mejor del año. “Pasaron 10 años para que Ana Tijoux lanzara un nuevo disco y eso se nota en Vida. Un álbum maduro, lleno de matices, y a la vez muy despojado e íntimo. Con el profesionalismo que la caracteriza, Ana demuestra que siempre nos puede sorprender y fascinar”.
Para Cristofer Rodríguez, coautor del libro 200 discos de rock chileno y participante del proyecto 600 discos latm, el disco del año fue Undesastre, de Gepe. Un trabajo que refrescó la propuesta del sanmiguelino. “Luego de veinte años de trayectoria, Gepe continúa demostrando que su estado creativo y su inclinación hacia la pulcritud y perfección son de los más contundentes de la escena musical del Cono Sur. Es cierto que queda poco del jovencito de Hungría, y que la estrella pop de Ciencia Exacta se resiste a morir, pero en Undesastre logra conjugar lo más virtuoso de todos los caminos que el cantautor ha recorrido. Su mirada renovada del folclor, enriquecida por colaboraciones con cultores como Miguel Molina, Claudia Mena y Torito Alfaro, se entrelaza con el ritmo fresco y centenial de playaplaya o la entretenida Paloma. En el disco también destacan colaboraciones con artistas de renombre como Mon Laferte, Rubén Albarrán, Movimiento Original y Monsieur Periné, entre otros, que aportar a equilibrar modernidad y tradición”.
De la misma opinión es Cristóbal Galleguillos, director del sitio Solo Artistas Chilenos y también periodista digital de CHV. “Tomar el desastre y convertirlo en una obra increíble. Desde hace mucho tiempo Gepe venía intentando con diversas producciones, pero finalmente este año dio en el clavo con un trabajo que está lleno de detalles, colaboraciones muy bien pensadas y hasta una cueca experimental con Torito Alfaro. Es una obra en la que Gepe se reencontró con aquello que lo vuelve especial en la escena chilena: fusionar el pop con el sonido de raíz”.
También hubo menciones para Epistolares, de Akriila, la estrella emergente del año. “El álbum debut de Akriila llegó a quebrar cierta monotonía en la escena urbana chilena, y todo esto con un trabajo donde, paradójicamente, se distorsionan los códigos y clichés ya sabidos del género. Un disco ansioso, bailable, introspectivo, visceral y lascivo que cierra con una de las canciones del año: “carta a mi papá”, una actualización desgarradora y Z del Chile de los padres ausentes”, dice Emilio Contreras de Bio bío.
Y otro momento lo marcó el bailable Dime Precioso, de Alex Anwandter, que retoma su interés por la música de pista, pero incrustado pasajes musicales y arreglos algo más arrojados que su antecesor, El diablo en el cuerpo (2023). Además, desafió las convenciones de la industria al lanzar un disco apenas un año después del anterior. “Con Dime Precioso Andwandter continúa la senda de crear melodías para perderse en la pista de baile -dice la periodista Bárbara Alcántara-. Si con El Diablo en el Cuerpo (2023) su objetivo era dar vida a un disco hedonista, con el citado repite la fórmula con un resultado más que suficiente. Mención especial a la facilidad que tiene el ex Teleradio Donoso para decir cosas tristes con melodías pegajosas”.
Mejor disco internacional
Como suele ocurrir en esta categoría, primó la diversidad, aunque hubo consenso en un par de trabajos. Uno es el sorprendente Romance de los irlandeses Fontaines D.C. Un disco que generó buenas críticas (The Guardian le dio 5 de 5 estrellas posibles) y que parece consolidar la carrera del grupo. “Su llegada a XL, el sello de Radiohead y The Prodigy no fue casualidad -apunta Francisco Reinoso-. En Romance, los irlandeses juegan en serio dejando de lado el pesimismo del pasado en pos de una ambición y efectividad filtrada en la visión del productor James Ford. Hay drama, guitarras acústicas, sintetizadores, grandes coros y estribillos. Un discazo con autoridad. Va a costar superarlo cuando piensen en el quinto álbum”.
“Con este cuarto disco Fontaines D.C. deja claro que, tal vez, es la banda que mejor ha encarnado el espíritu de este tiempo -dice Cristofer Rodríguez-. Su carrera ha sido siempre en ascenso, con cada disco superando del anterior, madurando sin perder un ápice de la intensidad y misterio que los convirtió en una de las mejores bandas del mundo. Starburster debe ser de las mejores canciones de esta generación, con Grian Chatten disparando líneas hasta perder el aliento y Carlos O’Connell realizando un trabajo impecable en los teclados y sintetizadores. Un disco en donde las guitarras a la Pixies están a la orden, pero con un enfoque más expansivo y melódico”.
El otro fue el fenómeno del año, Brat, de Charli XCX. Un trabajo que se impuso en la cartelera del pop, marcando una diferencia con el universo de Taylor Swift y sus derivados (por ejemplo, Sabrina Carpenter está mucho más cerca de ese polo). “Charli XCX no era un nombre desconocido en la música. Con interesantes discos lanzados anteriormente, este finalmente se convirtió en un fenómeno global con Brat. Con una portada minimalista, Charli desafió las cánones del pop tradicional con producciones desestructuradas y melodías pegajosas que, aunque abrasivas, logran ser profundamente emotivas. Sin duda, un disco que refleja de buena manera la constante experimentación en la era digital”, dice Cristóbal Galleguillos.
Por su lado, Emilio Contreras remarca el fenómeno desatado por Brat. “Pocas veces ocurre lo visto con Brat, donde mercadotecnia y vocación de autor confluyen en un álbum capaz de contener a una generación ansiosa de trascendencia y definición. “Brat” tiñó de verde el 2024 con fiestas temáticas que alrededor del mundo celebraron, y celebran, no sólo las canciones del disco, sino lo que significa adherir a ellas. O que te vean cerca de ellas.
También generaron menciones trabajos como GNX de Kendrick Lamar, Mahashmashana de Father John Misty, Hit me Hard and soft de Billie Eilish y Songs of a lost world el sorprendente regreso de The Cure. “El regreso discográfico de The Cure da cuenta que el talento, oficio y mística puede mantenerse a pesar de los años. Con sonidos orquestados, melancolía, pero a la vez, profunda actualidad, los británicos dejaron en claro que siguen siendo una apuesta segura y vigente”, dice Sandra Zeballos.
Los conciertos de la temporada en Chile
A pesar de que la perspectiva de los conciertos en 2025 viene más que auspiciosa (con Tool, System of a Dawn, Incubus, entre varios nombres), esta temporada hubo shows que quedarán en la memorabilia pop. Entre los convocados hubo consenso en señalar dos conciertos como los mejores; el de Paul McCartney en el estadio Monumental, y los dos shows en el Estadio Nacional de Los Bunkers.
“Su repertorio es parte de la memoria colectiva, pero también parte de la memoria emotiva, por lo que sus visitas atraen a generaciones. Mantener activo un legado de la relevancia de The Beatles y el propio es una responsabilidad enorme, y McCartney logra mucho más que sobrellevarlo, sino que también estremece y conmueve. A sus 82 años, fácilmente podría retirarse, pero solo el hecho que dé la oportunidad de seguir escuchando estas canciones en vivo y de presentarlas con músicos de una altísima calidad es inspirador. Su concierto en el estadio Monumental el 16 de octubre fue un momento que atravesó por momentos de genialidad y de pasión, elementos fundamentales para levantar un show del nivel que se espera de él y que siempre supera”, dice María de los Ángeles Cerda.
De su lado, Francisco Reinoso también destaca al ex Beatle. “Uno pudo haber monitoreado toda la previa de su show, set, momentos culmines, interacción, visuales y más. Ahora conectar con Paul arriba del escenario es un ejercicio vitalista que nadie puede replicar dentro de sus pares, si es que quedan algunos con semejante desplante. Emoción a tope. 82 años. 37 canciones casi sin pausas con una ejecución prácticamente sin fisuras. Y algunos se quejan por estar parados 3 horas viendo esta clase. Increíble”.
Mientras, Cristofer Rodríguez destaca lo de Los Bunkers como un hito para la música chilena. “La doble fecha de Los Bunkers en el Estadio Nacional está inscrita en la lista mayor de grandes hitos en vivo de la música chilena y, como tal, no puede estar ausente de este almanaque. El profesionalismo del grupo, la sensibilidad y sudor del quinteto en vivo y la capacidad que esa colección de canciones tiene para emocionar a audiencias enormes, es todo lo que uno quiere de un show que pretende ser el concierto de un año. Se graduaron con honores”.
Además ese hito resume el gran año del quinteto penquista. Pese a lamentar la baja del baterista Mauricio Basualto y su reemplazo con Cancamusa, el grupo pudo seguir adelante, debutar en Rapa Nui y grabar su primer MTV Unplugged en suelo chileno. La periodista Zeballos, presenció el show en Hanga Vare Vare, y lo destaca por su valor simbólico y social. “El simbolismo que implica un show, que además fue de primer nivel, en términos de conectarnos con un lugar tan lejano, pero que es parte importante de nuestro país, debe ser una puerta que se abre para el intercambio cultural entre Chile insular y continental. Que haya llegado público a conocer a la banda, y otro que ya coreaba sus canciones, da cuenta de lo indispensable que es mantener viva la música chilena en los más diversos escenarios y de manera itinerante”.
Otros shows destacados fueron las noches de Karol G en el Nacional, el cierre de la gira 55 años de Congreso en el Teatro Municipal, e incluso, el muy buen show de Arcade Fire, durante su participación en Lollapalooza. “El tercer concierto de Arcade Fire en Chile en Lolapalooza 2024 estuvo cargado de épica, mística y emoción. Tres cualidades que demostraron por qué son una de las bandas más relevantes de este siglo. Su teatralidad y grandilocuencia musical sigue intacta aunque pasen años entre un show y otro”, dice Bárbara Alcántara.
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