Si la del domingo 23, fue la “noche Miami” del Festival de Viña, la del lunes 24 bien puede llamarse la “noche femenina” del evento. Ahí estuvo la apertura con el contundente show de Myriam Hernández, la rutina de “Chiqui” Aguayo y el cierre con el dúo Ha*Ash.

Las artistas regresan a Viña tras su debut en 2018. El paso por Viña es parte del tramo latinoamericano de su actual tour Haashville 2025, en que promocionan su más reciente disco del mismo nombre. De hecho, además de su presentación en la Quinta Vergara, tienen en agenda una fecha en el Movistar Arena el próximo 28 de febrero.

Las hermanas Hanna Nicole y Ashley Grace Pérez (el nombre del dúo se forma con las dos primeras letras de sus respectivos nombres), salieron a escena a pasadas las dos de la mañana, a diferencia de la primera noche que se acabó más temprano (aunque en esta se debe sumar el extenso show de Myriam Hernández y la presentación de Chiqui Aguayo que pasó la hora de duración).

Con una Quinta que ya mostraba claros en platea, por el público que se fue tras el show de Chiqui Aguayo, las Ha*Ash se presentaron ante sus fans más incondicionales. Muchas luciendo el sombrero campirano propio de la imagen del grupo.

Ha*Ash en el Festival de Viña FOTO: DIEGO MARTIN /AGENCIAUNO

El arranque con No te quiero nada, generó una inmediata respuesta en el público, la que se mantuvo con la marchosa Dos copas de mas, con el notorio banjo que articula la canción. Ahí vino el saludo. “Buenas noches Viña del Mar”, dijo Hanna. “Bienvenidos a Hashville”, dejando en claro el esquema del show.

Y luego, las hermanas dejan en claro que uno de sus fuertes es el trabajo de sus voces, potenciando sus diferentes estilos al alternarse partes de canciones; el más intenso y cargado de dramatismo de Ashley, con la voz más grave y contenida de Hanna. Así lo hacen al cantar la romántica Te dejo en libertad, uno de sus temas más coreados por su fiel fanaticada. Lo mismo cuando cantan la emotiva Supongo que lo sabes, que el juvenil “Monstruo” cantó con fervor.

Con Hanna tocando la armónica arrancan Eso no va a suceder, otra de sus canciones de desamor, en que le hablan a un antiguo amor despechado. Una fórmula que tiende a hacerse recurrente en su repertorio. La canción, de pulso más bailable, las muestra en otra faceta escénica, desarrollando algunos pasos bien coordinados, a la manera de coristas.

Y con el apremio del tiempo, suena Me gustas tú, otro tema de un amor que no llega. “Cómo me tienes así/Esperando un beso tuyo/Si no me lo das yo te lo quito a ti”. Las cantantes apelan al publico con invitaciones a cantarles a los ex, o aquellos amores incompletos.,

Oriundas de Luisiana, las Ha*Ash fusionan en su propuesta parte de la sonoridad del country y su vocación por las historias, con una marcada ambición pop. Lo suyo son los relatos y las canciones desde un punto de vista. Han citado como influencias de Shania Twain a Abril Lavingne.

Atentas a los movimientos del mercado, en su más reciente álbum, Hashville, han marcado un retorno a sus raíces, aprovechando el momento de aceptación que ha ganado el regional mexicano; de hecho, uno de sus exponentes, Carin León, estará en el Festival el miércoles 26 de febrero.

Pasados 25 minutos entraron los animadores para la apurada ceremonia de entrega de la Gaviota de Plata. Siguieron el show con la novelesca Te apuesto, a la que siguió No pasa nada, con Hanna en el piano, tocando la clásica introducción marchosa, que con diferentes variaciones, ha sonado en temas que van desde Imagine de Lennon a Look what you’ve done, de Jet. Luego siguieron con temas como ¿Qué hago yo?, la emotiva Perdón, Perdón, la balada de sabor setentero Lo aprendí de ti, y otras. Luego vino la entrega de la Gaviota de Oro, pedida por el público, y el final con Estés donde estés.

El regreso de Ha*Ash a Viña las mostró en sus diferentes facetas, en un show pensado para sus fans, aunque dejaron en claro que las temáticas de sus canciones tienden a ser repetitivas. Se valora que se quiso plantear un show con cierto dinamismo, a consideración de la hora.