Juan Pablo López se consolida en Viña con una rutina en que se rio de lo cotidiano, de Boric y de Paola Volpato

El comediante nacional hizo una presentación efectiva en la Quinta, donde hizo reír al Monstruo con chistes de la vida cotidiana: desde los colegios precarios, la salud, la delincuencia y hasta con el Presidente Boric. Todo con un estilo algo pausado, pero que logró enganchar al Monstruo. Se llevó los premios de manera merecida. Marcó un rating promedio de 35,1 puntos.
23.36 marcaba el reloj -más temprano que los otros días- cuando Juan Pablo López apareció en el escenario de la Quinta con una cortina en modo hip hop. “Muy buenas noches Viñaaa”, saludó, en su segundo paso por el tradicional escenario (el primero fue en 2017). Y de entrada hizo un chiste con Incubus y “el nivel de inglés” del público. Sacó sus primeras risas al minuto. Luego hizo chistes de lo malo para el inglés que es el chileno, y de cómo de manera torpe intenta ayudar a los gringos que se pierden.
A los 2 minutos, hubo problemas con la luz en la galería que molestaba a la gente. López pidió la gestión respectiva acompañado de un “gracias por cagarme el chiste”; improvisó. Algo nervioso, logró sacar el momento adelante y luego continuó con su rutina. De lo rápido que aprenden español los gringos, y contó de su viaje a Nueva York y cómo lo confundieron con un delincuente mexicano llamado Juan López. Todo, por supuesto, con remate. La clave del humor chileno.

Habló del colegio donde estudió (”colegio preciario”) en San Antonio, (”está feíto San Antonio”) e hizo chistes con ambas cosas. “Era tan precario que el profesor de música no tenía guitarra” y contó un chiste en que prestaba su guitarra y no se la devolvían.
Luego habló del colegio de su hijo “en el centro” que confunde enfermería con enfermera, y lo comparaba con el colegio precario de su infancia “sin botiquín, ordinario”, y la solución para todo: “Anda a mojarte la cabeza...(no te pienso devolver la guitarra)”. Y si su hijo se tropieza “se activa el seguro escolar”. Así apelaba a un clásico de humor al que también hizo referencia Edo Caroe ayer: las diferencias generacionales.
También se rio de sí mismo, de que era malo para las matemáticas, y que su hijo también. Habló de los profesores, y algo que genera identificación de inmediato: las reuniones de apoderados. “¿Qué pasó con la plata que sobró el año pasado?”, desatando las risas del respetable, y que rio mucho más cuando comentaba que le sacaban los piojos con parafina. “Y ahora (suspenden) por los piojos, que se lavan los sobacos con el shampoo”. Más risas. Es que esa brecha generacional entre la generación Old School con la “de cristal”, fue un cruce permanente en su rutina y que hizo que la gente se sintiera representada. Ahí es cuando López logró echarse al Monstruo al bolsillo.

Pasaron chistes sobre la Play Station, de cómo él jugaba con un Transformer mutilado (en rigor, un dado) en lugar de consolas. En épocas más precarias para la clase media chilena. “Todos los años para la Navidad me regalaban una pelota de fútbol disimulada en papel de regalo. Las ramas del árbol todas las hojas secas, tenían música de Alberto Plaza, toda deprimente (pifias al mencionar al cantante), María con depresión postparto...no valía la pena”.
Hizo chistes sobre otros tópicos: los siquiatras, las cobranzas telefónicas, la Inteligencia Artificial (”saquen una aspiradora robot buena que limpie bien, no como esas mierdas de ahora”), las redes sociales, de la gente intolerante en la calle, de que la gente en Chile respeta el paso de cebra “pero en el auto estamos diciendo ‘apúrate vieja culiá'” (el doble standard del chileno, otro clásico).

López también hizo chistes de unos vecinos chinos. “Trabajaban en pandemia, cuarentena, no paraban nunca, me daban rabia”, y que cuando los fiscalizan “se hacen que no hablan español”, y de los Mall Chino. Los productos “Chin boleta, chin galantía”. Pero que uno se desquita en los restoranes chinos “dejai la zorra en el mantel”. Buenas risas del Monstruo.
Otro clásico: la delincuencia, los matinales. “Se robaron una patrulla, ¿cómo lo hicieron? se bajaron a fiscalizar, pasó un hueón y se robaron la patrulla. Me imagino a un paco llamando al 133″, más risas. También de carabineros dados de baja por consumir drogas, “te creo los del Orfeón, ¡son músicos!, ¡se justifica!”, y remató con un ¿quién jala aquí? que hizo delirar al Monstruo. “El hueón de la guitarra jala”, más risas. Un académico diría que es un uso efectivo del Motivo asociado. Traduzco: un ejemplo de cómo contar una historia, esa es la esencia misma del chiste. Una historia bien contada. No importa si es tan buena o no, lo importante es cómo se cuenta. Eso, López lo entiende muy bien. Tiene un estilo muy particular.
¿Cuál es su estilo? Si bien López tiene un ritmo algo más pausado que otros humoristas (incluso con silencios entre medio), remata todos los chistes y es gracioso. La Quinta tuvo disposición a escucharlo y dejarse llevar por su presentación. Pasaron también chistes sobre las armas, de que su abuelo tenía un revólver escondido con llave “desde que sorprendí a tu hermano mayor jugando con él... ¿qué hermano?”. Muchas risas.

Y cómo no, el Presidente Gabriel Boric también fue objeto de burla, ante un público que se dividió entre quienes aplaudían y quienes pifiaban, de cómo pediría más seguridad en su Barrio Yungay. Y luego “todos los gobiernos lo hacen mal”, y que la culpa de Boric era de “todos nosotros, porque él no sabía que iba a salir Presidente, no tenía ni terno por hueón”. Buenas risas.
Tal como en 2017, el Monstruo premió a López con las Gaviotas de Plata y Oro. En 1 hora y 5 minutos firmó una buena rutina que fue creciendo con el tiempo, entretuvo e hizo reír al Monstruo, sobre todo en el bis con un chiste con Paola Volpato y su fallida performance como coanimadora, los hombres con “tetas” y de que le caen mal “los hueones que trotan, qué me importan sus cagás de metas...me cargan los hueones que corren las maratones. No corren en todo el año y ahí aparecen, al lado del hueón de Kenia”, el Monstruo rio de buena gana con eso, por lo real. Pero su éxito mayor es que dejó una frase para el bronce: “Anda a mojarte la cabeza”, señal de triunfo rotundo. Cumplió.
La rutina de Juan Pablo López marcó un rating promedio de 35,1 puntos, y su peak fue de 37,2.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.