Desde la presencia de Daddy Yankee y Don Omar, la presencia de la música urbana en la parrilla del Festival de Viña ha sumado de manera permanente a estrellas del género. Aunque el foco ha estado en aquellos que han cruzado hacia el pop (Young Cister, Karol G, Rels B, Trueno).

Por ello es coherente la invitación al cartel a Eladio Carrión, un nombre de la industria que llega en un momento de alza. Más allá de ser amigo de Bad Bunny e incursionar en otros intereses además de la música, recientemente, en septiembre de 2024, marcó su primer número uno en el Latin Airplay de Billboard, con TQMQA.

Eladio Carrión Foto: Dedvi Missene/La Tercera

Así, poco antes de las 00:30, Carrión salió a escena con un ambicioso despliegue escénico que incluye bailarines, banda en vivo, visuales que aprovecharon la extensión de la pantalla. En el arranque con temas como Se moja, Thunder y lightning, mostró su material cargado a la rítmica del trap, con su habitual despliegue de las letras, en que pasan de temas sociales a más introspectivos.

“Qué emoción darles tantos años de amol (sic), se siente rico estar aquí con ustedes esta noche”, saludó tras la primera canción. Luego siguió con el show, contando con la complicidad total del joven “Monstruo” que coreó buena parte de los temas y respondió a cada dinámica lanzada por Carrión.

La primera entrada de los animadores fue sorprendentemente rápida, a poco menos de 20 minutos. Básicamente, Araneda, contó que Carrión el año pasado, a propósito de los incendios que arrasaron la ciudad, realizó “una importante donación a la ciudad”.

Y por supuesto vino la entrega de la Gaviota de Plata, la que el artista anunció que dejará “al lado de mis Grammys”. Emocionado, Carrión, envió un saludo a su madre, a quien dedicó la popera TQMQA, su primer hit en el Billboard, que amplió su repertorio. El “Monstruo” la conocía a cabalidad y la coreó. “Te quiero más que ayer/Y mucho menos que mañana”.

Aquel momento le permitió introducir un bloque más concentrado en las canciones más accesibles como Hey Lil Mama (y mandó un saludo a Rauw Alejandro, con quien la grabó),

Carrión mostró su particular carisma en escena, dejando en claro el manejo que ha ganado con los años . “Déjame hidratarme un poquito...no tiene frío ¿verdad? Yo estoy caliente, brother”. Y siguió con Hola cómo vas, otra de sus canciones que asume el punto de vista del hablante hacia su interés amoroso.

“Qué energía Chile, hermano”, detalló, en el país que se jacta de ser una de las capitales mundiales de la escucha de reggaetón en Spotify. Siguió con temas como el hit Sauce Boy, y Mi Error. Además, demostró su carisma manejando los tiempos y al público. El juvenil “Monstruo” ya desplegaba sus pasos y perreaba hasta abajo en las plateas y galería.

En un momento pidió al público guardar los teléfonos. Y se lanzó en una dinámica. “¡Eladio Carrión!“, gritó. El público le respondió: ”¡Eladio Carrión!“. El mismo grito fue con el que entró nuevamente Rafael Araneda junto a Karen Doggenweiler, para la entrega de la Gaviota de Oro. Siguió con Mbappe, en su empeño de escribir letras que parecen tomadas de publicaciones digitales, un poco al estilo de su amigo Bad Bunny. El ritmo está en los móviles, y los tipos como Carrión lo saben.

El debut de Eladio Carrión en el Festival de Viña fue un show de nivel internacional, ofreciendo una variedad en su repertorio, ayudado por un marco de público que conocía bien su material. Además, mostró un buen manejo del público controlando los tiempos, hasta bajando a cantar entre el público y se suma a los shows que han sabido sacar provecho de las nuevas pantallas.