En medio de la cuarentena, el subsecretario de las Culturas, Juan Carlos Silva (1976) atiende en su propia oficina. En Ahumada 48, el abogado y ex dirigente deportivo tiene bastante tarea acumulada. Para empezar, debe encontrarle una salida a la ruptura de conversaciones en las mesas de diálogo con más de 50 organizaciones culturales.
Después de tres meses de reuniones, la Coordinadora Intersectorial de Cultura en Emergencia (CICE) decidió unilateralmente abandonar las reuniones. Alegan que no hubo receptividad a sus propuestas y, sobre todo, al Plan de Emergencia y Reactivación que presentaron a la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.
Se solicitaban ayudas directas a los artistas en este período de crisis sanitaria y laboral, pero también una flexibilización para obtener recursos, sin pasar necesariamente por los concursos. En entrevista a través de Zoom, el subsecretario Silva responde.
Los representantes culturales dicen que la gota que rebalsó el vaso para que se retiraran fue el rechazo del ministerio al Plan de Emergencia ¿Eso es efectivo?
Hicimos varias reuniones con los organismos de la Coordinadora Intersectorial y en la última de ellas se nos presentó el Plan de Emergencia y Reactivación al que usted alude. Era un petitorio entendible, pero que excedía el marco legal e institucional del propio ministerio. Por ejemplo se solicitaba que la instancia de la mesa de diálogo fuera resolutiva, cuestión que no podía ser.
¿Qué tipo de inconvenientes detectaron ustedes específicamente?
Uno de los más complejos es que se pedía ayuda social a distintas entidades culturales y nosotros hemos dicho reiteradamente que nuestro ministerio es sectorial y de fomento cultural. No tiene capacidad de ayuda social, por muy entendible que sean las necesidades de ese tipo para los trabajadores en este momento. Aún así, en coordinación con otros ministerios, estamos tramitando más de 500 casos de trabajadores culturales que necesitan ayuda económica.
¿Es posible que los artistas puedan tener apoyo financiero sin pasar por concursos?
Este es otro de los aspectos que les hemos reiterado a ellos. Nosotros consideramos que las convocatorias son el único mecanismo que garantiza igualdad de acceso. No es que queramos poner a concursar a unos con otros de forma deliberada en medio de una situación de necesidad, sino que es la única manera de que los agentes culturales accedan a estos beneficios en igual de condiciones entre ellos.
¿Es verdad que se les ha dicho a los trabajadores culturales que disminuirá el presupuesto el 2020?
Lo que les hemos dicho es que nuestra cartera no tiene ningún estado de situación diferente a la de los otros ministerios del país. Hemos defendido nuestro presupuesto y tenemos la seguridad que nuestro buen manejo económico es la principal ventaja a la hora de tener lo que solicitamos para el próximo años.
¿No habría que temer disminución entonces?
Más bien diría que lo que no hay que temer es un tratamiento distinto al Ministerio de las Culturas respecto al resto de los ministerios, Hay que estar tranquilos.
La librería Bros fue multada por vender libros ¿No debería protegerse el sector?
Lo que ocurre es que la lógica de operación varía entre los diferentes ministerios. Para el Ministerio de las Culturas es muy importante la venta de libros, pero no tenemos la facultad de otorgarle la característica de “esencial”, que es necesaria en tiempos de cuarentena. Hicimos el oficio correspondiente con el Ministerio de Economía, pero luego le corresponde Interior determinar la factibilidad de aquello. En algunos casos nos ha ido bien en las coordinaciones y en otros no.
¿Es decir, se multó por burocracia?
Si, pero hay que decir que el Ministerio no puede desordenar la lógica de las diferentes industrias al darle una categoría a un determinado bien cultural.
¿Por qué no se aceptó el protocolo de rodaje que presentaron los técnicos de cine y televisión?
Quiero aclarar ese punto. De acuerdo a la normativa vigente, los rodajes no tendrían por qué someterse a un especial protocolo. Lo que tienen que seguir es la disposición sanitaria del país, como otro tipo de trabajos. No hay en este momento una especificidad para los rodajes, lo que no quiere decir que en el futuro si surja la necesidad.
Los organismos culturales pedirán ayuda en el Congreso. ¿Qué le parece?
Me parece muy bien, pues de esta manera las necesidades culturales son expuestas ante el poder legislativo. Nosotros tenemos toda la voluntad para poder colaborar en estas instancias. Es lo que hemos hecho muchas veces, por lo demás.
¿Pero no lo ven como un fracaso?
No, porque permanentemente hemos tenido reuniones con los gremios culturales a través de los organismos colegiados que participan en el Ministerio y las vamos a seguir teniendo. No es que se haya acabado el diálogo. Esta comunicación seguirá.
Los gremios acusan falta de liderazgo de parte de la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, y dicen que nunca fue a ninguna de las cuatro reuniones intersectoriales.
Eso es injusto. Si hay alguna autoridad cultural que ha manifestado su interés en escuchar y dialogar es la ministra. Ella se juntó con cada uno de los sectores en forma independiente.