De Sinatra a Chicago: la obra del chileno Erich Bulling

Solo una regla se exige en el ingreso al estudio mandatado por el chileno Erich Bulling (66 años)en Los Angeles, Estados Unidos. "No entres aquí si no tienes una idea", dice el cartel. Y así, básicamente, el productor musical y arreglista entiende la relación que ha tenido, durante 40 años, con figuras de primera línea: Ella Fitzgerald, los hermanos Jackson, Donna Summer, Chicago, Julio Iglesias y sumando. Junto a ellos, ya sea en labores de producción o como músico, Bulling ha construido una carrera más bien silenciosa en su tierra, pero que de vez en cuando muestra las raíces. Esta semana, por ejemplo, volverá a grabar con una banda chilena: el grupo de reggae Abya Yala pasará por Los Angeles y reservó sus servicios.

Atrás, son más de cinco décadas de música, con la estación de inicio en Quillota. "A los siete años tocaba el clarinete, violín y flauta", cuenta al teléfono desde Estados Unidos. Uno de sus primeros trabajos fue en el canal de televisión UCV, cuando se vestía del personaje infantil "Tolón Tolón" y componía sus canciones.

De Costa a costa

De ahí, a los 20 años, Bulling las emprendió a Nueva York, y tras algunos meses como copista -dedicado a pasar al pentagrama lo que hacían músicos en los teatros de Broadway- partió a la costa Oeste, donde su historia se juntó con la del legendario arreglista y productor Don Costa. "Siempre le voy a agradecer a Humberto Gatica, porque él me invitaba a su estudio después de las jornadas de trabajo, y ahí aprendí y conocí a Costa, entre otros", recuerda.

A partir de eso, Bulling se proyectó hacia los créditos que más lo enorgullecen: firmar arreglos para Frank Sinatra -codo a codo con Costa- y participar en la banda sonora de Dirty dancing. "Después de eso, ya no tengo nada más con qué cachiporrearme", dice.

Después de Dirty dancing, comenzó a sonar el teléfono. El productor Michael Omartian lo contactó con Chicago para grabar los sintetizadores de 17. "Muy buena gente todos ellos", recuerda. Earth, Wind & Fire y Donna Summer, entre ellos: eran los 80, años de desenfreno legendario en la industria. Bulling asegura que sus anécdotas, sin embargo, se centran en comilonas -como las que cocinaba el chef personal de Julio Iglesias- y trabajos hasta la madrugada, además de viajes a Brasil donde produjo a Djavan y Rita Lee. "Lo único que ha cambiado, realmente, son los presupuestos", asegura.

Por estos días, Bulling produce a la artista australiana Samatha Elizondo. Compuso una obra sinfónica, que fue estrenada como parte de un homenaje a su obra, a la de Leonard Bernstein y la de Henry Mancini. De Chile, antes que su trabajo con Abya Yala, ha realizado encargos para Pablo Herrera, entre otros. Sus visitas al país a veces dejan pasar intervalos de ocho años.

Tocan a la puerta y llegan dos completos italianos. Son sus compañeros de sesión, asegura, y una suerte de bandera, ahí donde entran ideas -las de Sinatra, o las de un grupo emergente chileno como Abya Yala- y sale música.