El actor que rechazó protagonizar Los 80

<P>Aparecía en las fotos promocionales y se había estudiado el guión. Pero a una semana de que partieran las grabaciones de la primera temporada de la exitosa serie de Canal 13, Samuel González tuvo que rechazar la oferta. Esta es la historia del Martín Herrera que nunca vimos. </P>




""Polera gris, pantalón verde", dice el mensaje de texto que manda Samuel González, antes de la hora pactada para la entrevista. La descripción resulta fundamental para reconocer al actor a la salida de la estación Bellas Artes. Tiene 24 años, es moreno, creció en Valdivia, lleva una mochila al hombro y zapatillas deportivas. No hay nada que lo distinga de los tantos tipos de su edad que a las seis y media de la tarde transitan por el centro de Santiago. Minutos después posará para las fotos de esta crónica, en medio del mar de gente que a esa hora camina apurada, saliendo del trabajo, mirándolo como buscando un rostro reconocible que no encuentran.

Fue su aspecto de "chico común y corriente" y de clase media uno de los puntos a favor en el casting al que se sometió en 2008, cuando cursaba primer semestre de Teatro en la Universidad Arcis. Gracias a un par de roles secundarios en producciones televisivas, lo llamaron para postular a un protagónico en una serie que se llamaría Los 80 y que nadie sabía cómo le iba a ir. Un proyecto Bicentenario de Canal 13, ambientado en la década de los 80, y poco más le contaron.

Samuel González pasó el primer casting. El segundo y el tercero. Los últimos dos eran en Canal 13 con la familia entera. Con los Herrera. Ahí estaban Daniel Muñoz, Tamara Acosta, una entonces desconocida Loreto Aravena y el pequeño Lucas Escobar, que en su rol de Félix tenía que hacer pruebas con Samuel, porque serían hermanos en la serie. "Estaba nervioso, súper nervioso", recuerda González. "Tenía expectativas, pero nunca lo vi como algo tan grande. Lo fui asimilando de a poco, cuando tuve que ir al canal y me di cuenta de que podía trabajar meses con Tamara Acosta y Daniel Muñoz".

Como les suele ocurrir a los actores después de un casting, salió lleno de dudas. No estaba seguro de si calzaba con el chico de clase media que debía parecer hijo de Acosta y Muñoz. También pensaba en qué haría con los estudios si quedaba seleccionado. "Era complicado, porque había insistido un montón a mis papás para estudiar Teatro, y tomar la pega implicaba el riesgo de dejar la carrera y no estudiar más. Pero dije: 'Si sale, lo hago'. Obvio".

Pasó una semana desde el último casting. Estaba ensayando el examen del ramo Actuación y le suena el teléfono: era el elegido para el protagónico rol de Martín Herrera en Los 80. "Dije: 'OK, vamos'. Llegamos a un acuerdo en que yo terminaba mi examen y el canal me esperaba para empezar. Fue la raja, estaba feliz, me hicieron una nota en el diario de Valdivia", dice, llegando a la mitad de una historia que ha contado a algunos a quienes conoce. No siempre le creen.

Mucho antes de que le pidieran fotos en la calle y lo reconocieran por ser Martín Herrera en Los 80, Tomás Verdejo entró a estudiar Teatro en la Universidad del Mar de Viña, después de abandonar Periodismo a los tres meses. "Venía saliendo de la escuela y me llamaron para una prueba de cámara. La hice y pasaron varios meses sin saber nada", recuerda Verdejo. Habla Roberto Matus, a cargo del casting de Los 80: "Ambos (Verdejo y González) estaban en mi base de datos y tuvieron buenos comentarios en el casting. En el canal estaba la idea de que el personaje fuera lo más atractivo posible, para atraer a las chicas. La decisión fue estrecha entre los dos, pero finalmente se eligió a Samuel".

Samuel González era el elegido. Así, participó en las fotos promocionales. Hizo pruebas de vestuario. Tenía el guión de los seis primeros capítulos y ya estaba aprendiendo sus textos. "Iba directo al éxito", dice, riéndose de un cuento ya asumido. "Me hablaron de plata, de cómo iba a ser el contrato. Eran buenas lucas para tener 19 años y estar empezando. Además, era un contrato en que Canal 13 ofrecía exclusividad si se hacía una segunda temporada de la serie. Hasta había pasado alguna ropa mía para el vestuario (que al final dejó y usó Verdejo), pero se me complicó de un momento a otro, cuando en el canal me dijeron que empezábamos en una fecha anterior a mi examen... No pude coordinar mis horarios con la universidad. No podía retirarme cuando quisiera, porque si me iba así, mi compañera de examen reprobaba el año. Estaba en una encrucijada. La producción no podía cambiar fechas ni horarios, había que empezar. En el canal me dijeron que decidiera. Al final, tuve que decir que no. Fue terrible".

También fue duro para la producción, porque faltaba una semana para partir las grabaciones. Los afiches publicitarios estaban listos. "Necesitábamos que la familia funcionara como familia antes del rodaje y él estaba ensayando para los exámenes de fin de año. Por eso no se pudo. Tuvimos que bajarlo y subir a Tomás", recuerda Matus. Fue contra el tiempo: llamaron de urgencia a Verdejo para su segunda prueba de cámara. Dos días después estaba grabando las primeras escenas como Martín Herrera en la serie que debutó en octubre de 2008 en Canal 13, y que hoy va en su quinta temporada, convertida en el fenómeno televisivo de los últimos cinco años. Tan rápido fue todo que "hubo que recortar la foto oficial (donde salía González) para poner a Verdejo", cuenta el productor ejecutivo Alberto Gesswein. "Lo vi como una suerte", dice Verdejo, el Martín que conocemos.

"Cuando salió al aire, fue duro. Tuve cierta nostalgia, pero estaba tranquilo, porque quería estudiar. Ahora pienso que todo pasa por algo, habría estado cinco años con pega, ganando ene plata, y seguramente se me hubieran ido los humos a la cabeza", dice González, que el año pasado egresó de Teatro y desde entonces ha participado en la serie web Archivos mortales, y en roles secundarios en las series El reemplazante (TVN) y Solita camino (Mega). Además, codirigió el cortometraje Taller, que se llevó el Premio del Público en el Festival de Cine de Valdivia; hace clases de actuación para un taller en Valdivia, y ahora fue convocado por Pablo Illanes para su nueva película (ver pág. 68). "De verdad creo que todo pasa por algo", vuelve a decir, poco antes de perderse en el mar de gente que camina por el centro de Santiago.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.