El trágico "ritual" que enlutó a Machalí
<P><span style="text-transform:uppercase">[INVESTIGACION]</span> El sábado una niña de siete años murió asfixiada. La fiscalía indaga a sus padres, la hermana y su pareja, luego de que a la menor se le practicara una ceremonia de sanación para "purificarla", según declaró su madre la PDI. </P>
Hace cerca de cuatro años que la familia Escobar Andrade llegó del sur a vivir a la calle Los Peumos, en el sector El Cajón, en Machalí, en la VI Región. Sin embargo, recién hace dos meses habrían construido al lado de su casa una especie de capilla donde -según la fiscalía- profesaban la religión evangélica.
En el barrio poco se sabía de ellos. Pero todo cambió el sábado cuando cerca de las 12.00 horas Carabineros encontró a la hija de Víctor Escobar Conejeros y Silvia Andrade Cabezas, de sólo siete años de edad, acostada en la cama de la pieza principal sin signos vitales. Fue su padre quien dio aviso a la policía.
Tras la autopsia, se determinó que la niña murió por consecuencia de una asfixia por aspiración de agua. "Según la declaración informal de la madre, le habría proporcionado agua aludiendo a que lo estaban haciendo para purificarla, porque estaba endemoniada. Decía que su hija presentaba decaimiento, que sus ojos se mostraban desorbitados, y que por eso que hacía poco tiempo que le realizaba estos rituales a ella y a su hija mayor (Yeevinett Escobar Andrade)" dijo el subcomisario de la Brigada de Homicidios de la PDI, Juan Reyes.
En tanto el fiscal Camilo Umaña dijo que "esta familia se declara perteneciente a un culto evangélico. Ellos estaban haciendo un ritual de sanación". Desde el sábado ambos padres de la víctima, su hermana y Javier Rivas Muñoz, pareja de ésta última, están detenidos bajo la custodia de Gendarmería. La hija de esta pareja se encuentra bajo la tutela del Servicio Nacional de Menores, entidad que ayer presentó una querella en este caso.
Fue por eso que ayer ninguno de los cuatro participó en el velorio de la víctima. A la sede vecinal de Los Peumos llegaron cerca de 40 personas, entre vecinos, familiares y compañeros de colegio, a despedir con globos, guirnaldas y flores blancas a la menor.
Una vecina, quien vive en la casa contigua a la de la víctima, relató que "desde hace dos semanas -cuando hicieron una vigilia en la capilla- que pasaban las tardes y las noches haciendo bulla, se escuchaban gritos, llantos de mujer y lamentaciones, nombraban a dios y al diablo, hasta que pasó lo de la niña. Al principio pensé que había más personas, pero después me di cuenta que los que gritaban eran la mamá, la hija y el yerno, el papá no".
La misma mujer detalla que vio ingresar dos o tres veces a pastores evangélicos a la casa. "Entraban con la biblia, con panderos y guitarras", sostuvo.
Otro vecino del sector, Miguel Bossa, señaló que Víctor Escobar se dedicaba a tallar madera, mientras que Silvia Andrade era dueña de casa. "Una vez el padre de la niña me regaló una motosierra y ahí me invitó la señora para la casa varias veces, porque iban a hacer una ceremonia, donde se juntaban a rezar en la misma capilla. Nunca vi que invocaran al diablo. A la señora le gustaba harto leer la biblia", indicó.
Para Jacqueline Carreño, otra vecina, "ella (Silvia Andrade) no conversaba mucho y siempre miraba con la cabeza agachada. Era dueña de casa y tenía diabetes, no se juntaban muchos con los vecinos. El (Víctor Escobar) trabajaba en una fábrica, salía en la mañana y no llegaba hasta la tarde".
De acuerdo a la hermana de la mujer detenida, Rosa Andrade, ella "siempre hablábamos por teléfono y me contestaba bien, para mí esto es inesperado. Hace seis meses que empezó a participar en la religión evangélica y la capilla la hicieron hace poco tiempo, pero jamás la escuché hablar de estos rituales. A mí me trató de meter a la religión evangélica, pero yo no quise". Consultada si cree que su hermana habría realizado el crimen, dijo "no" y agregó "son momentos de rabia, seguramente que pasó un momento de rabia".
Según la PDI, hoy se le tomaría declaración a Raúl Palominos, pastor evangélico, a fin de indagar "si tiene algún tipo de influencia respecto de los ritos". Palominos señaló que "yo no he participado, que la justicia haga lo que tiene que hacer. El viernes ellos estuvieron acá, cantamos a dios, escucharon la palabra y luego se fueron, yo mismo fui a dejarlos".
Consultado el obispo de la Iglesia Evangélica, Emiliano Soto, por el supuesto ritual, dijo que "en caso de expulsión de demonios, está establecido bíblicamente y no incluye sumergir en agua". Para mañana está previsto que madre, padre, hermana y yerno sean formalizados por la muerte de la niña.
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