Filme narra la historia de suicidios y depresión de los Hemingway

<P>El documental <I>Running from crazy</I> se estrenó en el Festival de Sundance. </P>




El 2 de junio de 1961, Ernest Hemingway bajó al subterráneo de su casa en Ketchum, Idaho, y se encerró con llave. Era un gigante, el mayor escritor vivo de EE.UU., y una pesada depresión lo acorralaba. Dos días antes, había salido de una clínica donde le habían aplicado electroshok. Esa mañana, el autor de Por quien doblan las campanas tomó su arma favorita, una escopeta de doble cañón, y se disparó en la cabeza. Su suicidio era un eco y una sinopsis: primero su padre, después dos hermanos, y luego una nieta, todos se quitaron la vida.

El último eslabón de ese turbulento historial psiquiátrico es Mariel Hemingway, nieta del escritor. La actriz, consagrada muy joven por su papel en Manhattan (1979), de Woody Allen, ha enfrentado tendencias suicidas durante casi toda su vida. Pocas veces ha hablado de ello. Ahora, dice, todo está controlado: "Honestamente puedo decir que creo que ahora la locura mala se ha ido. La locura buena sigue aquí, pero de verdad ya no estoy deprimida", señaló en el Festival de Sundance, donde se estrenó el documental Running from crazy.

El filme de Barbara Kopple se titula con una frase que usó el mismo Hemingway para describir su vida ("huyendo de la locura") y sigue la indagación de Mariel en torno a la "maldición" familiar. Una maldición que tomó varias formas, entró a su cuarto cuando niña y terminó con la vida de su hermana, la actriz y modelo Margeaux, que murió en 1996 de una sobredosis.

"Mariel, en realidad, no sabía cuál era el legado de su familia. Nadie habla nunca de (Ernest) Hemingway. Nadie lee sus libros. Es una historia tan cruda y aún no del todo conocida", explicó Kopple, que ha ganado el Oscar por los documentales Harlan county (1979) y American dream (1991).

Las nietas

Nacida seis meses después de la muerte del abuelo, Mariel recién a los 20 años se enteró de que había sido un suicidio. En una escena del documental, la actriz viaja hasta la casa de Ketchum del escritor y luego visita su tumba, donde encuentra varias botellas de bourbon Jack Daniel. Aparece al aire libre, practicando deportes: "Mirando una montaña o escuchando un río son los únicos momentos en que me siento a salvo", dice.

Mientras sigue a Mariel, Running from crazy muestra un material inédito de su hermana Margeaux, quien intentó hacer un documental sobre el fantasma de su abuelo. Hay escenas familiares, una entrevista a su padre, Jack, el hijo mayor de Hemingway, y también un momento especialmente triste: internada en una clínica para combatir una adicción a la drogas y el alcohol, Margeaux no recibe visitas en el "día de la familia".

La actriz, famosa también por su papel en Personal best, compara a su familia con la dinastía Kennedy, pero prefiere no hablar de una "maldición" y hace una revelación. Cuando niña compartía la pieza con sus hermanas mayores, Joan y Margeaux. Por las noches, su padre entraba en el cuarto: "Es difícil tener un recuerdo visual, pero sé lo que pasaba: creo que mi papá abusaba sexualmente de mis hermanas cuando eran niñas", dice en el documental.

Centrado específicamente en la familia de Mariel Hemingway, Running from crazy apenas esboza la amplia gama de problemas en la familia del escritor. Hace pocos meses, se publicó en español Los Hemingway, una familia singular, libro de otro nieto del novelista, John. El suyo es un retrato de su padre, el más disfuncional vástago del autor: Greg Hemingway, muerto en 2001 de Miami en una cárcel de mujeres cuando ya se había cambiado de sexo y llevaba el nombre de Gloria. Alcohólico, mantuvo una guerra con su papá.

Más allá de tribulaciones familiares, lo mejor de Hemingway vuelve a las librerías chilenas: se reedita Cuentos (Lumen), colección de sus mejores relatos, seleccionados por él mismo en 1948. La edición viene con un prólogo de Gabriel García Márquez. En tanto, en las próximas semanas se lanza una nueva edición en español de París era una fiesta, el libro que dejó inconcluso al suicidarse.

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