Madariaga, la polémica ministra y prima de Pinochet fallece a los 67 años

<P>En el Cementerio General serán los funerales de la abogada que, tras ser dos veces ministra del régimen militar y embajadora ante la OEA, en 1985 reconoció las violaciones de los derechos humanos y pidió perdón. Sus declaraciones provocaron un distanciamiento con Pinochet, a quien volvió a defender cuando el ex gobernante estuvo detenido en Londres. </P>




Mónica Madariaga tenía 35 años cuando juró como ministra de Justicia en 1977. Vestía de negro, con un llamativo collar de perlas, y su figura era delgada y solemne. Quien fuera la única mujer que integró alguno de los gabinetes de Augusto Pinochet -su primo en segundo grado- falleció la madrugada de ayer, a los 67 años, después de que un cáncer mamario se le ramificara al hígado.

La abogada de la Universidad de Chile es considerada uno de los personajes influyentes del régimen militar entre fines de los 70 y comienzos de los 80: redactó la Ley de Amnistía y revisó, junto a Jaime Guzmán, la Constitución del 80. Pese a ello, su relación con Pinochet y otras autoridades de la época no estuvo exenta de controversia.

Madariaga se convirtió a los pocos meses del golpe en asesora personal de Pinochet, teniendo una participación relevante en el decreto ley que lo dejó como jefe supremo de la Junta de Gobierno. Y en 1980 promovió con dureza la remoción del canciller Hernán Cubillos, a quien responsabilizó por la frustrada visita del gobernante a Filipinas.

Quiebre con el régimen

Sin embargo, en 1983 y tras ser nombrada como ministra de Educación, Madariaga comenzó una etapa de distanciamiento con el régimen: cuestionó que las universidades aún fueran dirigidas por militares y se plegó a una arremetida contra la ascendencia que tenían esos años los Chicago boys.

El quiebre definitivo con su primo vendría en 1985, cuando siendo embajadora de Chile ante la OEA cuestionó duramente al régimen, reconoció las violaciones a los derechos humanos y pidió perdón por ellas.

"Yo estoy asumiendo responsabilidades que no se han asumido", dijo en una entrevista en 1985.

Destituida de su cargo, Madariaga señaló que a su regreso a Chile pasó por penurias económicas. Según ha relatado en diversas entrevistas, Pinochet ordenó no darle trabajo alguno.

La reconciliación vendría en 1998, tras la detención de Pinochet en Londres. Para entonces, Madrariaga venía de vuelta de una frustrada carrera política.

En 1993 apoyó la candidatura presidencial de José Piñera y en 1997 postuló sin éxito al Senado, en un cupo de la Unión de Centro Centro, por la VI Región.

La férrea defensa que Madariaga hizo en 1998 de Pinochet fue valorada en círculos militares, llegando a presidir la Corporación 11 de Septiembre. Pero el idilio no duraría demasiado y en 2004, cuando explotó el caso Riggs, Madariaga rompería definitivamente con el militar y su familia. "Las fotos con Pinochet salieron todas de mi escritorio", diría por esos años.

Reconocida polemista, Madariaga reapareció públicamente en julio al dar una entrevista en que dijo haber intercedido por Sebastián Piñera, a solicitud de su hermano José, para librarlo de un procesamiento tras la quiebra del Banco de Talca, en 1982.

Sin embargo, ambos hermanos Piñera negaron haber solicitado cualquier gestión por parte de la ex ministra.

Los restos de Madariaga fueron velados anoche en la Iglesia Sagrado Corazón de El Bosque, hasta donde llegaron figuras como Arturo Aylwin, Jorge Marshall y Cristián Precht.

Sus funerales se realizarán hoy en el Cementerio General.

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