Madre de bióloga marina que murió en Juan Fernández critica a autoridades por error en alerta
<P>Ximena Retamales, madre de Paula Ayerdi, fallecida tras el tsunami en Juan Fernández, relata el dramático momento en que su hija les dijo, desde la isla, que no se preocuparan, pues la Armada no había dado alerta de maremoto. Por ello, critica el papel de las autoridades: "No puede ser que la alarma en la isla la diera una niña".</P>
"Papá, tú sabes muy bien cómo funciona el sistema (...). Yo estoy con los marinos aquí al lado. No han recibido alerta, así que relájate". Estas fueron las últimas palabras que Paula Ayerdi (28) les dijo a sus padres desde el archipiélago de Juan Fernández, la madrugada del sábado pasado. Minutos después, varias olas arrasaron con el sector costero de Robinson Crusoe, dejando 10 personas muertas y otras seis desaparecidas. Paula, una joven bióloga marina que trabajaba en un proyecto de la UC sobre la langosta de esa zona, era una de las víctimas.
Su madre, Ximena Retamales, cuenta que por el impacto de lo sucedido, dejó de ver los medios de comunicación y desconoce las consecuencias que dejó el terremoto y posterior tsunami en el resto del país. "No sé nada, la muerte de mi hija es suficiente dolor. Para mí es como si no hubiera existido un terremoto", dice.
Paula llegó al archipiélago junto a su novio, Ismael Cáceres, tres días antes del tsunami. Sus padres pasaron el terremoto en su casa de Tongoy. "Lo primero que pensamos fue en ella, pues estaba lejos. Mi marido fue a una base naval que hay en Tongoy para comunicarse con la isla, pero los marinos le dijeron que sólo tenían un walkie talkie que les permitía hablar a corta distancia", recuerda.
Su hermana, Maite, siguió intentando contactarse con la isla desde Santiago. Llamó a varios teléfonos y logró hablar con la pensión donde se hospedaba la pareja. "Mi hija Maite hizo una conferencia para que nosotros pudiéramos oírla en Tongoy. La llamada la despertó, estaban todos durmiendo. Podrían haber muerto más personas", afirma.
Pero en la isla los marinos no recibieron alerta, les aseguró Paula. Sin embargo, a las 4.45, la localidad fue inundada por las olas.
"Nunca quedé tranquila"
"Después de hablar con ella nos fuimos a dormir, pero nunca me quedé tranquila. Al otro día fuimos a almorzar a la casa de unos amigos. Allá veo llegar una ambulancia. Al ver que se bajan Maite y mi otro hijo, Felipe, me percaté de todo. Supe que algo le había pasado a Paula", cuenta su madre. Ximena dice que tiene "rabia e impotencia y sé que mucha gente la tiene. Ya no soporto más a la señora de la Onemi. No soy una persona política, pero este país se ha venido abajo por la irresponsabilidad de las autoridades. No puede ser que la alarma en la isla la diera una niña. Bachelet dice que no se tome esto como un tema político, pero no hay otra manera de analizarlo", comenta.
La madre señala que no quería que los restos de su hija fuesen incinerados, pero Maite les recordó que ese era el deseo de su hermana. "Sus cenizas serán lanzadas al mar en Tongoy, ese será su lugar para siempre".
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