Muere la viuda de Salvador Allende, la gran figura del exilio chileno

<P>Hortensia Bussi falleció ayer, a los 94 años, en su departamento. Su cuerpo está siendo velado en la sede del ex Congreso en Santiago.</P> <P>Durante el gobierno de su marido se mantuvo alejada de la contingencia, pero desde 1973 adquirió un activo rol político internacional, recorrió el mundo denunciando las violaciones a los DD.HH. y se convirtió en la guardiana de la figura del ex presidente.</P>




Cerca de las 14 horas de ayer, en su departamento de Avenida El Bosque y a los 94 años, falleció Hortensia Bussi. Según explicó Paz Rojas, su doctora de cabecera, la viuda del ex Presidente Salvador Allende falleció por causas naturales y se quedó dormida tras haber amanecido "bien".

El cuerpo de Hortensia Bussi fue trasladado a la sede del ex Congreso en Santiago, donde será velado hasta el sábado. Ayer, los principales dirigentes de la Concertación lamentaron el deceso y el candidato Eduardo Frei suspendió su gira a Copiapó tras el fallecimiento.

Como primera dama, Bussi fue "una especie de ministra de Cultura plenipotenciaria" -según Jorge Edwards-, pero nunca intervino en política contingente. "La señora Tencha no era muy entusiasta de la Unidad Popular", dijo en una ocasión el socialista Mario Palestro.

Pero tras el golpe de 1973 se convirtió en la primera figura del exilio chileno, viajó por más de 50 países denunciando las violaciones a los DD.HH. en Chile y -sobre todo- se erigió como la más férrea guardiana de la figura de Allende. Fue recibida por jefes de Estado, inauguró museos en su nombre y por casi tres décadas tuteló la memoria del ex Presidente.

Tras 17 años de exilio en México, volvió al país en 1990. El día que Ricardo Lagos ganó la presidencia, en 2000, estuvo presente en su primer discurso. "Gracias por estar aquí, Tencha de Allende, representante de la dignidad de Chile", dijo esa noche Lagos.

En 1996, durante la primera visita de Fidel Castro a Chile desde la UP, Bussi instó públicamente al líder cubano a hacer una apertura política en la isla. El mensaje fue interpretado en La Habana como una maniobra política y desde entonces Camilo Escalona, quien invitó a Castro al acto, fue considerado un adversario del régimen cubano.

El último gesto público de Bussi fue una carta de condolencias a Raúl Castro por la muerte de su esposa, Vilma Espín, en junio de 2007.

Silencioso código en palacio

En el gobierno de la UP, Bussi ocupó una oficina en el ala surponiente de La Moneda. Desde ahí tutelaba la Coordinadora de Centro de Madres y el Comité de Navidad. No almorzaba con su marido, a no ser que él la invitara, lo que sucedió rara vez. Si debía ir a la oficina de su esposo en el sector nororiente, daba un largo rodeo para evitar la oficina de Miria "Paya" Contreras, secretaria privada y pareja sentimental del mandatario desde 1970.

Los miembros del gobierno sabían que no correspondía reunir en ningún evento o cena a Hortensia con "Paya". La situación se extendería a la época del exilio y el regreso a Chile de ambas.

La noche del terremoto

Allende y Bussi se conocieron la noche del terremoto de Chillán, el 24 de enero de 1939. El entonces diputado socialista arrancó de un edificio de Santiago adonde asistía a una reunión de su logia masónica, y en la calle se encontró con un amigo, quien iba acompañado de Hortensia Bussi. La pareja comenzó a verse a diario. "Pasó el tiempo y se fueron a vivir juntos", relata Carlos Alegría en su libro Allende, mi vecino el Presidente. Instalados en un departamento frente al cerro Santa Lucía, Allende se sumergió cada vez más en la vida partidista. Mientras, Tencha, quien había abandonado el Pedagógico antes de conocer a Allende, se dedicó a su trabajo como bibliotecaria en el Servicio Nacional de Estadísticas y a criar a sus tres hijas: Carmen Paz, Beatriz e Isabel.

Según relata Eduardo Labarca en Salvador Allende, biografía sentimental, en septiembre de 1957 ocurre un episodio que marca la relación de la pareja. Tras ser nominado candidato presidencial, Allende llegó a su casa y no encontró a nadie, sólo una carta de su esposa en que le recrimina su decisión. "¡Cómo puedes hacerme esto frente a mis amigos democratacristianos!", dice el texto. Según Labarca, "ese día Salvador toma una decisión. Hasta entonces sus escapadas han sido discretas. Desde ahora no se ocultará".

Hortensia Bussi mantuvo también una estrecha amistad con intelectuales y escritores, entre ellos, Neruda, Cortázar y García Márquez. Sólo años después "Tencha" se referiría a la UP. Su defensa del gobierno sería acérrima y centrada en la figura de Allende. La gran excepción fue el tema económico. "Salvador se equivocó al emprender unos cambios tan grandes con una base electoral muy pequeña. Y además, la izquierda, a pesar de una victoria electoral mínima, todavía se fraccionó más. Encuentro que ese fue el mayor error de Salvador", dijo en una entrevista a El País, de España, en 2003.

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