Baja tasa de vacunación y falta de medidas estrictas: las razones tras las altas cifras de muertos por Covid en Rusia

El país registra la mayor cantidad de decesos de Europa, con más de 212.000, y ayer superó los 900 fallecidos diarios por primera vez desde que comenzó la pandemia.


Rusia está viviendo uno de los momentos más críticos desde que comenzó la pandemia. El país reportó ayer 929 fallecidos por Covid-19, la cifra diaria más alta hasta el momento. El récord anterior se produjo el martes, con 895 muertes. Así, el país registra la cifra más elevada de decesos de Europa, con más de 212.000, si bien algunos datos oficiales sugieren que el número real podría ser mayor. Las cifras se dan en medio de una baja tasa de vacunación y la renuencia de las autoridades a imponer restricciones más severas para controlar la propagación de la enfermedad.

Este miércoles se confirmaron 25.133 casos nuevos y en total se han reportado más de 7,6 millones de infecciones por coronavirus, lo que lo convierte en el quinto país más afectado del mundo.

Rusia ha visto un aumento de casos desde septiembre, impulsado por la variante delta, altamente contagiosa. Previamente, las autoridades habían relajado muchas restricciones después de que el país superó lo peor de una tercera ola del virus en el verano.

Rusia ha aprobado el uso de cuatro vacunas de fabricación nacional. Las dudas sobre los inmunizantes han obstaculizado la campaña de inoculación. Los rusos suelen citar el miedo generalizado a los nuevos productos médicos y la desconfianza en las autoridades como motivo para rechazar las dosis. “La tasa de vacunación, a pesar de la completa preparación de toda la infraestructura, deja mucho que desear”, dijo el lunes a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov .

Según el sitio web Gogov, que cuenta los datos de Covid-19 de las regiones, menos del 30% de los 146 millones de habitantes de Rusia habían sido completamente vacunados hasta ayer.

A pesar del aumento de las cifras de muertos, el gobierno rechazó la idea de imponer una cuarentena y dijo que las autoridades regionales tomarán medidas para detener la transmisión del virus. Peskov informó ayer que los confinamientos serían “un escenario absolutamente indeseable para cualquier región”. “Las cifras son realmente muy malas y esto es realmente un motivo de preocupación. La razón principal es el insuficiente nivel de vacunación. El virus es cada vez más virulento. (...) Por regla general, los que no han sido vacunados enferman gravemente y, por desgracia, mueren”, comentó a los periodistas en una conferencia telefónica.

El alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, señaló el martes que la ciudad estaba “lejos de los números máximos” y que las crecientes infecciones están relacionadas en gran medida con altas tasas de detección. Además, informó que pronto podría volver a implantar incentivos, como sorteos de premios, para que las personas se vacunen. También anunció que dentro de una o dos semanas se iban a introducir pruebas de PCR masivas en la capital.

En ese sentido, varias regiones rusas han limitado el aforo en los eventos públicos y limitado el acceso a teatros, restaurantes y otros locales solo a personas vacunadas, que se hayan curado recientemente del Covid-19 o dado negativo en las últimas 72 horas.

Los eventos masivos de más de 3.000 personas están prohibidos en todo el país, dijo Anna Popova, jefa sanitaria de la agencia rusa para la Defensa del Consumidor (Rospotrebnadzor). Se permiten eventos de más de 1.000 personas en solo dos de las más de 80 regiones del país, añadió. Mientras que la viceprimera ministra, Tatyana Golikova, indicó que el gobierno federal recomienda que las regiones introduzcan códigos QR para asistir a eventos masivos, según informó la agencia de noticias estatal RIA Novosti.

La agencia The Associated Press explica que si bien en algunas regiones el sistema de salud ruso es grande, se encuentra seriamente falto de fondos y ha empezado a dar señales de estar abrumado por el brote.

La prensa rusa ha vuelto a informar de largas filas de ambulancias frente a los hospitales en San Petersburgo. Un equipo de rescate desesperado en la ciudad de Vladimir, 180 kilómetros al este de Moscú, llevó a una enferma de Covid-19 a un edificio del gobierno al no poder conseguir cama en un hospital.

El martes, el delegado presidencial en el distrito de Montes Urales, que abarca seis regiones de Rusia central, dijo que el 95% de las camas de hospital para enfermos de Covid-19 estaban ocupadas. “La situación es terrible”, dijo Vladimir Yakushev a la agencia de noticias Interfax.

“El aumento de la enfermedad apenas está comenzando”, dijo a Interfax la funcionaria epidemiológica rusa Natalia Pshenichnaya, y agregó que la pandemia se estaba desarrollando en Rusia “de una manera muy dinámica”.

Los brotes de alto perfil más recientes de Rusia involucran al círculo íntimo del Presidente Vladimir Putin, quien se puso en aislamiento después de que varios miembros de su personal dieron positivo. Sin embargo, muchos rusos han desarrollado una actitud de relajo frente al virus, cuestionando la necesidad de vacunarse y, a menudo, usando mascarillas alrededor de la barbilla, si es que lo hacen.

Manipulación de la información

El portal Meduza señaló que si bien la respuesta inicial de las autoridades rusas al coronavirus fue eficaz, el levantamiento de las restricciones en mayo y junio permitió que la enfermedad se extendiera profundamente por todo el país. “Para julio de 2020, el exceso de muertes alcanzó un 27%, por encima del nivel natural”, recordó el sitio.

Rusia, indica el portal, levantó su confinamiento pandémico prematuramente por varias razones: la gente se sintió molesta por el aislamiento impuesto y luchó con la pérdida de ingresos, el Estado se negó a asumir los continuos costos económicos y a compensar a las personas, y los funcionarios se comprometieron con el plebiscito constitucional en julio de 2020.

“A medida que el gobierno empezó a reducir las restricciones pandémicas, también comenzó a manipular las medidas implementadas para mantener la salud pública (prohibiendo las protestas políticas, pero organizando una votación a nivel nacional, por ejemplo) y jugando con las estadísticas oficiales de morbilidad y mortalidad de Rusia. Esto alimentó la desconfianza del público en el manejo de la pandemia por parte del gobierno y llevó a más rusos a descartar la amenaza del Covid-19 por completo, fomentando la opinión de que otro confinamiento era innecesario”, indicó Meduza.

Los investigadores de la Liberal Mission Foundation concluyeron que los funcionarios rusos rechazaron un segundo confinamiento por razones tanto políticas como económicas: la opinión pública sobre las restricciones fue abrumadoramente negativa y Moscú no quería quemar sus reservas de efectivo en gastos de ayuda. En cambio, el gobierno decidió guardar su “colchón de seguridad” para otros problemas, como la posibilidad de que Occidente pudiera imponer sanciones aún más graves.

Como resultado, el gasto de ayuda de Rusia durante la pandemia ha sido relativamente bajo, incluso en comparación con las naciones más pobres. Por ejemplo, el PIB per cápita de Brasil es una vez y media más bajo que el de Rusia, pero el gobierno brasileño ha enviado entre dos y tres veces más dinero de ayuda a particulares y empresas, indicó Meduza.

Además, indica el sitio, gran parte del dinero que Rusia asignó a los programas de ayuda en realidad nunca llegó a nadie, ya que los destinatarios previstos se encontraron con obstáculos burocráticos y retrasos. “La gente tuvo la impresión de que el gobierno tenía más miedo de gastar los fondos asignados que de dejar sin nada a quienes más lo necesitaban”, sostuvo Oleg Buklemishev, director del Centro de Investigación de Política Económica de la Universidad Estatal de Moscú, que realizó el reporte de Liberal Mission Foundation.

Rusia también ha pagado por su relativa estabilidad económica con un alto exceso de mortalidad. Según los modelos presentados en el informe de la Liberal Mission Foundation, el exceso de muertes entre marzo de 2020 y mayo de 2021 (antes de la tercera ola de Covid-19 en Rusia) fue de 532.000 personas, un 26% por encima del nivel natural. Aunque otras partes del mundo como América del Sur, han registrado tasas de mortalidad excesivas aun más altas durante la pandemia, Rusia podría haber salvado aproximadamente 220.000 vidas en este período si las autoridades hubieran mantenido el exceso de muertes en un 15% por encima de lo normal, dijeron los autores del informe.

Finalmente, los investigadores destacan que las “señales contradictorias y el enfoque manipulador” de los funcionarios rusos también obstaculizaron la aplicación de la vacuna antes de la tercera ola de la pandemia, lo que contribuyó a las muertes por Covid-19 que fueron un 14% más altas en junio de 2021 que en junio de 2020.

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